(IAR
Noticias) 13-Julio-2010
 |
Ceremonia en Gaza por
muertos en el ataque israelí a la flotilla humanitaria. |
|
Para los expertos, el punto que marca la hora del desenlace militar en
Medio Oriente está señalado por el momento en que Irán esté en capacidad (o lo
más cerca posible) de construir su primera cabeza nuclear.
El director de la CIA,
Leon Panetta, advirtió hace dos semanas que Irán está en capacidad de construir
dos bombas nucleares en dos años.
Esta advertencia fue precedida de movimientos militares de Irán en
la frontera con Azerbaiján, denunciando que Israel y EEUU preparan un ataque contra sus instalaciones desde ese país.
En un juego de acción psicológica y de movimientos disuasivos constantes, EEUU,
Israel y el eje sionista europeo, exacerban el conflicto (por ahora diplomático
y mediático) y tiran de la cuerda, para luego aflojar y seguir buscado vías de
negociación con Irán. En este escenario, marcado por una nueva escalada del
conflicto, el presidente de EEUU, Barack Obama (quién admitió públicamente su
proximidad con la comunidad judía estadounidense), se reunió la semana pasada
con el primer ministro de Israel, Benjamín
Netanyahu, en Washington. Para los analistas estadounidenses, la cumbre estuvo
orientada a "tranquilizar" y atenuar el enfrentamiento interno de "liberales" y
"conservadores" del lobby sionista enfrentados por posturas diferenciadas frente
al conflicto nuclear con Irán. Mientras los halcones del Pentágono y del
Complejo Militar Industrial presionan por acciones militares contra Irán, los
sectores del lobby bancario que sostiene a la administración de Obama, pugnan
por restablecer las negociaciones con Gaza, Irán y Siria. En ese terreno, Obama
no mantiene un conflicto con Israel, sino con los sectores más ultraderechistas
y halcones de Tel Aviv. En medio de nuevos rumores bélicos, la cumbre en
Washington y las declaraciones de Obama estuvieron destinadas a poner un paño de
agua fría entre las dos posturas del lobby sionista que controla tanto a
Washington como a Israel.
Informe
IAR
Noticias/
En una
entrevista televisiva desde una cadena judía, el presidente estadounidense, Barack Obama afirmó que Israel "no sorprenderá" a EEUU con un
ataque a Irán porque los dos países mantienen una "relación estrecha" y sus
respectivos gobiernos tratan de actuar coordinadamente en el conflicto con la nación
islámica.
"Creo que
las relaciones entre EEUU e Israel son lo suficientemente estrechas como para
que ninguna de las dos partes trate de sorprender a la otra", señaló
Obama en una entrevista concedida al Canal 2 de la televisión israelí tras la
reunión con Netanyahu.
"Al contrario, tratamos de estar coordinados en temas que tienen que ver con
los dos países y creo que el primer ministro Netanyahu está comprometido con
esta actitud", declaró Obama.
En una de sus primeras presentaciones ante el público israelí a través de la
televisión, Obama insistió en que "es inaceptable que Irán tenga armas
nucleares", y aseguró que "haremos todo lo que esté en nuestras manos para
impedirlo".
"Todos los datos apuntan a que ellos (Irán) están desarrollando la bomba
nuclear. Acabamos de adoptar las sanciones más duras que se hayan aprobado
contra ese país", apostilló.
Obama señaló que "tenemos la intención de subir el precio de forma permanente
para que paguen por su programa nuclear. ¿Funcionará?, no lo sabemos, pero
dejaremos la puerta abierta a la solución diplomática, aunque no he descartado
ninguna alternativa".
Hablando a la población israelí, Obama analizó los motivos de porqué muchos son
escépticos respecto de su apoyo al Estado judío: "Parte del asunto pueda ser
el hecho de que mi nombre medio es Hussein, y eso crea sospechas".
"Irónicamente, mi jefe de Estado de la Casa Blanca se llama Rahm Israel
Emmanuel. Mi principal asesor político es descendiente de sobrevivientes del
Holocausto. Mi proximidad a la Comunidad Judía Estadounidense fue
probablemente lo que me llevó al Senado", se sinceró.
"Creo que a veces, especialmente en Oriente Medio, existe la postura de que el
amigo de mi enemigo es también mi enemigo, y la verdad del asunto es que mi
alcance a la comunidad musulmana está dirigido precisamente a reducir el
antagonismo y los peligros impuestos por un mundo musulmán hostil, hacia
Israel y Occidente", añadió el presidente negro de EEUU.
|