El ministro de Exteriores turco, Ahmed Davutoglu, advirtió este lunes que
Turquía anulará su relación diplomática con Israel si las autoridades judías no
difunden un comunicado oficial de disculpa o anuncian la creación de una
comisión de investigación "imparcial e internacional" sobre el
sangriento asalto del pasado 31 de mayo realizado por el Ejército israelí al
barco humanitario 'Mavi Marmara', en el que murieron nueve activistas turcos.
"Los israelíes tienen tres opciones: o se disculpan, o reconocen la creación de
un panel internacional e imparcial y sus conclusiones, o de lo contrario,
cortaremos los lazos diplomáticos", aseguró Davutoglu al diario turco 'Hurriyet',
una semana después del encuentro de naturaleza confidencial mantenido con el
ministro de Comercio israelí Benjamin Ben-Eliezer la semana pasada en Bruselas.
"Les hemos enseñado un camino de salida. Si se disculpan como resultado de sus
propias conclusiones de la investigación, por nosotros estupendo. Pero primero
hay que verlo", indicó.
"Entonces
nuestros lazos serán reparados", indicó Davutoglu. "Saben cuáles son las
demandas turcas, y si no se quieren disculpar, que acepten una investigación
internacional", añadió.
Ante la posibilidad de que Israel prolongue su decisión más allá de lo deseado,
Turquía se muestra a la espera de la creación de una comisión de Naciones Unidas
encargada de recabar los datos sobre el asalto al barco cuando éste
intentaba romper el bloqueo marítimo israelí sobre la Franja de Gaza.
"Es posible que reorganicemos nuestras prioridades según cómo se desarrolla la
situación allí (en Naciones Unidas); también queremos dar la oportunidad a los
otros países que valoran la reparación de las relaciones entre Turquía e
Israel", indicó Davutoglu.
Por "prioridades", Davutoglu indicó que Turquía ha trazado una
"estrategia" que incluye medidas como el cierre del espacio aéreo nacional a los
aviones militares israelíes, "completo e indiscriminado", y que podría
ampliarse, "en el caso de que Israel no adopte medidas oportunas", a los aviones
civiles.
"Sabemos
lo que queremos, tenemos razón en todos los aspectos y si Israel no da un paso
adelante, mantendremos este proceso de aislamiento", precisó el ministro.
Turquía ya
ha tomado la primera medida: ha prohibido que sobrevuelen su espacio aéreo
aviones militares isralíes, como castigo por el abordaje del buque turco.
Estas declaraciones se producen tan sólo una semana después del encuentro
secreto entre dirigentes de ambos países, en el que se suponía que habían
vuelto a estrechar lazos.
Tras el
rechazo este fin de semana del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a
disculparse por el ataque al a flotilla humanitaria, la reacción de Ankara no se
ha hecho esperar.
El primero
en hablar fue el ministro turco de Asuntos Europeos, Egeman Bagis, que afirmó
que los israelíes "no miraron los pasaportes antes de asesinar"; y el
siguiente ha sido el ministro de Asuntos Exteriores, que no ha dudado en hablar
de ruptura de relaciones.
Los israelíes tampoco parecen dispuestos a guardar silencio y menos a pedir
perdón. Este lunes, un alto responsable del Gabinete que preside Benjamin
Netanyahu ha afirmado que Israel 'no pedirá jamás perdón. La crisis entre
ambos países parece de solucionarse.
Turquía era -hasta ahora- el
principal aliado musulmán de Israel, aunque desde la ofensiva israelí en
Gaza en diciembre y enero pasado, los contactos se han enfriado sustancialmente.
El primer ministro turco, el
islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, lanzó durante la operación "Plomo
Sólido" acusaciones y críticas inusualmente duras contra Israel, incluyendo un
espectacular enfrentamiento verbal con el presidente israelí, Shimón Peres,
durante el último Foro Económico Mundial en Davos.
El enojo de Ankara se reavivó
tras la publicación del Informe Goldstone, de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), que acusó a Israel de cometer crímenes de guerra.
Como consecuencia de las señales
turcas de tomar distancia cada vez mayor de Israel y estrechar sus lazos con
Siria e Irán, Israel advirtió que el gobierno de Recep Tayyip Erdogan se
está aproximando cada vez más al "eje del mal".
El ataque
israelí a la flota solidaria turca, la cerrada defensa del Estado judío en la
ONU por parte de EEUU y la UE, aleja cada vez más a Turquía de su alianza con
el bloque occidental y lo sitúa en la puertas de una alineamiento definitivo
con el mundo islámico.