Sin la implementación de ninguna medida concreta contra el Estado de Israel, y
al término de una reunión de emergencia de más de doce horas para examinar
la situación tras el ataque israelí, el Consejo de Seguridad "condenó los
actos que resultaron en la pérdida de al menos diez vidas y varios heridos".
A pesar de
que el ataque fue calificado y condenado como un acto de "terrorismo de
Estado" por varios gobiernos (entre ellos Rusia y Turquía), el Consejo solo
se abocó a un diseño de medidas e investigaciones administrativas para
determinar la "causalidad y responsabilidad" de los hechos
El
organismo de la ONU, como hace siempre, diluyó la situación de tensión pidiendo
una "investigación imparcial" del ataque israelí contra una flotilla de
ayuda a los palestinos y exigió la liberación inmediata de los civiles, mientras
que el Consejo de Derechos Humanos se reunirá de "urgencia" para tratar el
asunto.
Exceptuando a Israel de cualquier acción concreta en su contra, el
Consejo de Seguridad en su declaración -leída por el presidente en ejercicio, el
embajador de México, Claude Heller- solo se limitó a solicitar "la
liberación inmediata de los barcos y de los civiles detenidos por Israel".
Comandos de marina israelíes lanzaron el asalto en aguas internacionales contra
una flotilla humanitaria integrada por ciudadanos de distintos países que se
dirigía a Gaza para entregar víveres y medicamentos a los palestinos.
Un total de 480 pasajeros que iban en la flotilla permanecían detenidos este
martes en Israel, mientras que otros 48 esperaban su expulsión, según la
radio pública israelí.
"El Consejo de Seguridad destaca que la situación en Gaza no es sustentable",
señaló la declaración.
Tras recordar su resolución 1860 de enero de 2009, que exigió la libre
distribución de víveres, combustible y medicamentos en Gaza, el Consejo exigió a
Israel su "plena implementación".
Siempre en
el terreno de la "formalidad" sin acciones concretas contra el Estado judío, el
Consejo llamó además a "una rápida, imparcial, creíble y transparente
investigación conforme a los estándares internacionales", sobre lo ocurrido
la madrugada del lunes en aguas internacionales del Mediterráneo.
El sangriento asalto israelí fue contra una flotilla de seis barcos que zarparon
de Turquía que intentaban quebrar el bloqueo económico impuesto por Israel desde
junio de 2007 en la Franja de Gaza, donde viven hacinados un millón y medio de
palestinos que viven una tragedia humanitaria con muertes y enfermedades
producidas por el hambre y la falta de medicamentos.
En declaraciones individuales antes del pronunciamiento oficial del Consejo de
Seguridad de la ONU, sus quince miembros tomaron la palabra, casi todos para
"condenar" el ataque israelí.
"Está más
claro que nunca que las restricciones israelíes al acceso a Gaza tienen que ser
levantadas, tal como lo exige la resolución 1860 del Consejo de Seguridad", dijo
el representante de Gran Bretaña, Mark Lyall Grant, quien se opuso a la
implementación de acciones concretas contra Israel. Según Grant "el actual
bloqueo es inaceptable y contraproducente".
Francia, Rusia y China -también miembros permanentes-, reclamaron medidas más
concretas contra Israel y el levantamiento del bloqueo con una investigación de
la tragedia.
EEUU, aliado estratégico de Israel que habitualmente utiliza su derecho de veto
en la ONU para respaldar al Estado judío, no pidió específicamente levantar el
embargo contra Gaza, solo propuso "aliviarlo".
"Vamos a
seguir pidiendo a diario a los israelíes que amplíen el espectro de bienes y
víveres autorizados a entrar en Gaza, para atender toda la gama de necesidades
humanitarias de la población", dijo Alejandro Wolff, embajador adjunto de EEUU
ante el organismo.
Dando la nota de discordancia, y rompiendo la realidad estadística verificada
por todas las organizaciones internacionales, el representante de Israel, Daniel
Carmon, afirmó rotundamente que no "no hay crisis humanitaria en Gaza".
"A pesar
de que los medios de comunicación la presentaron como una misión humanitaria
para entregar ayuda a Gaza, esta flotilla no tenía nada de humanitario",
aseguró.
"No eran
activistas pacíficos ni mensajeros de buena voluntad", comentó el diplomático
israelí. "Utilizaron cínicamente una plataforma humanitaria para enviar un
mensaje de odio e implementar la violencia".
Representantes de algunos paíse arremetieron duramente contra Israel: "Esto
es homicidio cometido por un Estado", dijo Ahmet Davutoglu, ministro de
Relaciones Exteriores de Turquía, país de donde zarparon los barcos con la ayuda
humanitaria para los palestinos. "Un Estado que cometió esos crímenes ha perdido
toda legitimidad ante la comunidad internacional", añadió.
Brasil dejó constancia de que recibió "con consternación" la noticia del
ataque. Según su representante María Luiza Ribeiro, el mismo puso de manifiesto
"la necesidad de levantar el bloqueo de Gaza" por ser "violatorio del derecho
internacional".
Según
fuentes citadas por agencias internacionales, mientras Turquía exigía una
condena enérgica y medidas efectivas contra Israel, EEUU y Gran Bretaña
presionaron con éxito para evitar una acción del Consejo contra Israel y
"suavizar" el texto a favor del estado judío.
Tras el
ataque, todos los gobiernos del mundo, de Europa, Medio Oriente, Asia, África y
América Latina, así como la ONU, la OTAN y la Unión Europea, expresaron su
"conmoción e indignación" por el ataque sangriento contra los activistas
internacionales que intentaban romper el bloqueo israelí a Gaza.
El primer
ministro Recep Tayip Erdogan manifestó en el Parlamento turco una dura condena
al ataque israelí de el lunes, en aguas internacionales, contra la
flotilla solidaria internacional (liderada por una ONG turca).
"Ha
sido una masacre; un ataque contra la legalidad internacional, la paz
mundial y la conciencia de la humanidad", señaló Erdogan. Exigiendo a
continuación "un castigo" y el levantamiento, "cuanto antes, del inhumano
embargo contra Gaza".
"Estamos hartos de sus mentiras. Israel no puede limpiar la sangre con excusas",
señaló el primer ministro de Turquía, que ha ingresado en una escalada
creciente de tensión con Israel.
No obstante, y luego de doce horas de negociaciones diplomáticas, el
Consejo de Seguridad de la ONU solo consiguió consensuar un texto "suave"
y lleno de formalidades a la medida de los objetivos e intereses del eje
EEUU-Gran Bretaña-Israel.