Todo parece estar controlado, las negociaciones contienen el enfrentamiento,
pero solo es aparente. El desenlace, la confrontación militar abierta, se
retrasa, pero, en opinión de la mayoría de los analistas, es inevitable.
Las causas y los intereses estratégicos determinantes están. No desaparecieron.
Solo están desactivados, provisoriamente, a la espera de un resultante
en el frente político-militar en la ONU. Solo hay una pregunta: Qué día y
a que hora Israel va a atacar a Irán.
Por
Manuel Freytas
(*)
manuefreytas@iarnoticias.com
Juegos,
desplazamientos, rumores, señales, estrategias disímiles y convergentes, se
cruzan y entrecruzan por estas horas en el escenario de la "información
internacional". La crisis Irán-EEUU-Israel amenaza a cada rato con salirse de
una película de suspenso y pasarse a una de terror.
Paciencia: Todo llega, dicen los guerreros sionistas de Tel Aviv. Los únicos que
se toman en serio la ojiva de los ayatolas. La estrella absoluta de una
trama que puede convertir al planeta Tierra en un desierto lunar.
Hasta ahora,
EEUU, Israel e Irán vienen jugando su estrategia en tres dimensiones:
Una "guerra psicológica" (de amenazas y despliegues militares) como forma de
disuasión o de presión para negociar una "salida diplomática" en la ONU
retardando un enfrentamiento militar abierto, y un "plan programado" de ataque y
contraataque como resolución de un desenlace militar abierto .
EEUU,
Israel y el eje sionista europeo, exacerban el conflicto (por ahora mediático) y
tiran de la cuerda, para luego aflojar y seguir buscado vías de negociación
con Irán.
Y los
ayatolas no se quedan atrás: desde Teherán lanzan rayos y centellas contra EEUU
e Israel, ensayan armas y operativos militares, y pronostican la desaparición
del Estado judío en las llamas del Apocalipsis.
Es un
juego diplomático y psicológico que, desde hace más de cuatro años, intenta
evitar una verdadera confrontación militar que incendiaría el Golfo y los
mercados internacionales y tendría un desenlace incierto en Medio Oriente y
en el resto del mundo.
La
prensa internacional, descerebrada y sin análisis, se suma al show con titulares
y "noticias" que no son nada más que una repetición periódica de la
guerra psicológica que vienen protagonizando Irán y el eje USA-Israel para
retardar en el tiempo las operacioness militares.
¿Hasta cuando lo podrán hacer?, es
la pregunta del millón.
El conflicto existe, las razones estratégicas (supervivencia y conflicto
económico) existen, los planes militares existen en ambas trincheras, el proceso
de acumulación de tensiones y enfrentamiento existe, y para los expertos, en
general, solo queda un interrogante en cuatro preguntas ¿Cuándo estallará
el conflicto militar? ¿Qué modalidad tendrán las acciones y cuanto durará el
conflicto? ¿Quién atacará primero y sobre qué objetivos? ¿Qué reacción (y qué
consecuencias) provocará en Medio Oriente y en el resto del planeta?.
Hay multitudes de hipótesis sobre los
blancos, armamentos y emergentes
destructivos de una operación militar contra Irán, que podría en sus primeros
momentos desencadenar una guerra generalizada en Medio Oriente.
Hay multitudes de especulaciones sobre el impacto económico que generaría, que
van desde una paralización de la industria y el comercio petrolero a
escala global, hasta un colapso masivo de los mercados financieros que podría
detener la economía mundial.
Se especula, incluso, con ataques islámicos masivos a empresas e instituciones
estadounidenses e israelíes (la furia islámica) en Medio Oriente, Asia, África y
Europa.
El
Estado judío está convencido de que Teherán esconde bajo siete llaves el
secreto del verdadero desarrollo de su proyecto nuclear.
Cuando
la logia sionista que gobierna en Tel Aviv alucina con los ayatolas en poder de
una ojiva nuclear, pierde el sueño y el apetito. Y sabe Dios que no disimulan.
Es en lo único que no disimulan.
La
ojiva, en realidad, es lo único que puede desatar un Apocalipsis militar en
Medio Oriente, señalan al unísono tanto analistas árabes como judíos.
Pero a
esto se agrega otro detonante:
En Rusia, la prensa y agencias
moscovitas, aseguran que Moscú está a punto de entregarle a Irán el sistema de
misiles S-300 que volvería casi invulnerable el espacio aéreo iraní.
Declaraciones de las últimas horas de altos funcionarios y jefes militares rusos
van en esa línea.
Con el
S-300 en manos iraníes el eje USA-Israel tendría que replantear globalmente
su estrategia de ataque habida cuenta de que sus aviones y pilotos podrían
caer como moscas sobre el suelo bendito de los ayatolas.
El
carácter estratégico (en un escenario de ataque sionista a Irán) que revestiría
dicho sistema de defensa en manos iraníes, genera presiones constantes a Moscú
por parte de EEUU, Israel y la Unión Europea para evitar que los misiles
S-300 neutralicen el accionar de los cazas y bombarderos sionistas en un
hipotético raid contra las usinas nucleares y las instalaciones militares de
Irán.
La presión
diplomática de la administración de Obama o la reciente reunión secreta de
Netanyahu con el presidente Medvédev forman parte de ese objetivo, que
-según coinciden especialistas en Washinngton y Tel Aviv- no han conseguido
ningún resultado positivo para el eje sionista.
El punto
es el contraataque iraní: Si en el curso de pocas horas EEUU e Israel no
consiguen anular la defensa aérea iraní expondrían las ciudades judías a un
contraataque de los misiles convencionales del arsenal iraní que pueden llegar
hasta Israel y las bases y tropas USA estacionadas en Irak y en el Golfo .
El
reloj de Tel Aviv
Pero ¿cuál es el reloj que marca la hora del desenlace militar en el conflicto
con Irán?
Hay uno solo: El reloj de la bomba
nuclear iraní.
El punto que marca la hora del desenlace militar está señalado por el momento en
que Irán esté en capacidad (o lo más cerca posible) de construir su primera
cabeza nuclear.
Y aquí las informaciones son contradictorias: para los servicios israelíes
Teherán ya está en el "umbral" de la bomba, para la CIA y las agencias
occidentales es un proceso que puede durar entre dos y cinco años más, y para la
AIEA el régimen iraní oculta aspectos avanzados de su plan para construir una
ojiva nuclear en menos de un año.
También en este aspecto hay infinidad de teorías.
Desde que Irán le compró cabezas nucleares a Corea del Norte, hasta que ya
tendría ojivas ocultas producidas por su programa nuclear, las teorías
conspirativas no tienen límites.
Pero, más allá de las hipótesis, lo concreto, es que
la hora del ataque a Irán
está señalada por el reloj de su primera bomba nuclear.
Israel y su estado mayor militar son claros: Atacar a Irán para desactivar su
capacidad de convertirse en potencia nuclear es una cuestión de supervivencia
para el Estado judío.
El interrogante no es si Israel y EEUU atacan o no atacan las usinas de
Teherán (los planes están casi reconocidos por el Estado judío), sino el momento
que eligen para hacerlo.
El punto preciso, la hora señalada, solo lo conocen los estrategas y los mandos
superiores USA-israelíes.
Cuyas decisiones reales (ocultadas y deformadas por la estrategia de la
propaganda y la acción psicológica) nunca van salir publicadas en la prensa
internacional.
En resumen, la hora señalada del
ataque a Irán se ajusta y determina por el nivel de desarrollo de su
proyecto nuclear y por su capacidad para fabricar una ojiva con carga atómica.
Para Israel, el ataque a Irán no
es un objetivo militar, es una cuestión de supervivencia.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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