Informe
IAR Noticias/
Según
publica este lunes The Wall Street Journal, el gobierno de Hugo Chávez,
al devaluar el bolívar, redujo el margen de ganancias de las empresas
multinacionales que operan y hacen negocios en el país.
"El huracán Hugo arrasó con las
ganancias de las multinacionales, una de las tendencias más inusuales, pero
extensas, que han emergido en este período", señala el diario.
Según el Journal, en un esfuerzo por frenar la inflación y apuntalar las finanzas del país, el
gobierno venezolano devaluó el bolívar en enero, instalando una estructura de
dos indicadores para la moneda, una tasa oficial y otra paralela para competir
con los precios del mercado negro.
Posteriormente, agrega, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) declaró a
Venezuela una economía hiperinflacionaria, lo que significa que las compañías
que realizan negocios allí deben contabilizar el cambio como un cargo contra sus
ganancias.
El cambio -según el diario financiero
USA- está golpeando a las empresas grandes y pequeñas. Unisys
Corp. asumió un cargo de US$20 millones. Revlon Inc. registró una pérdida de
US$2,8 millones en moneda extranjera y Halliburton asumió un cargo de US$31
millones.
Empresas como Goodyear Tire & Rubber Co., Colgate-Palmolive Co. y Halliburton Co.
han sentido el impacto y muchos lo atribuyen al costo de hacer negocios en esa
parte del mundo, prosigue el Journal.
Colgate está modificando sus precios en Venezuela para ajustarlos al nuevo
sistema cambiario. "Este es un asunto que hemos encontrado varias veces a lo
largo de muchos años en varios países latinoamericanos", dijo el presidente
ejecutivo de Colgate, Ian Cook.
"Discutiremos nuestros resultados y perspectivas, excluyendo un cargo
extraordinario de US$271 millones relacionado a la transición a la contabilidad
hiperinflacionaria en Venezuela a partir del primero de enero de 2010", dijo
secamente Bina Thompson, vicepresidenta de relaciones con los inversionistas de
Colgate, la semana pasada.
La devaluación del bolívar hizo que Kimberly-Clark Corp asumiera un cargo
después de impuestos de US$96 millones. El presidente ejecutivo de la empresa,
Thomas Falk, le dijo a los analistas la semana pasada que "hemos absorbido la
mayor parte del golpe, por mucho" en términos del impacto de la devaluación en
la compañía, pero "tendremos que ver a ver que sucede".
Se desploma el comercio bilateral
El comercio entre EEUU y Venezuela
registró durante el 2009 una caída superior al 50 por ciento en comparación
con el mismo período del año anterior, con una aguda reducción de las ventas
desde la Florida al país sudamericano, de acuerdo con estadísticas oficiales.
Según cifras de la Cámara Venezolana
Americana de Industria y Comercio (Venamcham), las exportaciones de Venezuela a
EEUU, principalmente petróleo y derivados, se desplomaron 52 por ciento,
pasando de $51,400 millones entre enero y septiembre del 2008, a $20,349
millones en el mismo período del año 2009.
Por su parte, el flujo comercial que va desde EEUU a Venezuela, cayó en 20.65
por ciento durante los primeros nueve meses del 2009, en comparación al
mismo período anterior, con un descenso de $1,834 millones en exportaciones
norteamericanas al país petrolero.
Sólo entre junio y septiembre de 2009, las ventas estadounidenses a Venezuela
cayeron casi en un 40 por ciento, al pasar de $3,400 millones en el 2008 a
$2,080 millones, una reducción superior a los $1,300 millones en comparación con
el mismo trimestre del 2008, indicó el informe de Venamcham.
En el tercer trimestre de 2009 las exportaciones venezolanas a EEUU sumaron
$8,237 millones en el tercer trimestre de 2009 (julio-septiembre), un
descenso de casi 51 por ciento en comparación con los $16,807 millones
registrados en el trimestre anterior, y $1,781 millones menos de lo transado en
el 2008, de acuerdo con el informe de la cámara.
El economista José Guerra, académico
de la Universidad Central de Venezuela y ex economista jefe del Banco Central de
Venezuela (BCV), señaló que la disminución en las importaciones y
exportaciones se explica por una serie de factores, entre los que destacó la
recesión económica mundial, la caída en los precios petroleros, y una política
deliberada del gobierno de Hugo Chávez por reducir las compras a proveedores
norteamericanos.
El nuevo socio
A fines de
noviembre pasado Chávez recibió en Caracas al presidente ruso, Dimitri Medvédev,
en carácter de "gran aliado estratégico" mientras la flota rusa realizaba
su primer ejercicio militar con la armada de Venezuela.
A principios de abril, Rusia y Venezuela alcanzaron un
nuevo nivel de acuerdo estratégico con el encuentro de Chávez y el "hombre
fuerte" de Rusia, el primer ministro Wladimir Putin.
En la reunión en Caracas se selló una
"profundización de los acuerdos
militares y comerciales", que incluiría un aumento de la cooperación entre
las fuerzas armadas de ambos países. Y un proyecto de desarrollo de energía
nuclear con "fines pacíficos". Washington, preocupado, mira los acontecimientos
haciendo "silencio de radio".
La agenda rusa
en el continente incluye desde acuerdos comerciales y ventas de armas hasta
planes de instalación de programas y usinas nucleares. Las operaciones rusas
en América Latina todavía no han recibido una respuesta concreta de Washington,
que permanece en "silencio de radio".
El presidente venezolano
mantiene una alianza estratégica (de orden comercial y militar) tanto con Irán
como con Rusia y China, potencias capitalistas emergentes que compiten con el
eje USA-UE por el control de las redes energéticas y las reservas petroleras del
triángulo Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente, en una versión aggiornada de la
"guerra fría" por áreas de influencia, esta vez protagonizada a niveles
intercapitalistas.
No obstante,
para un conjunto de expertos, lo comercial juega un papel de primer orden
en la relación de Rusia con Venezuela, y en general con el resto de América
Latina.