hávez,
comenzó el 2010 con dos problemas
centrales a resolver:
La creciente crisis económica venezolana (cuyo estallido
se potenció con la devaluación del Bolívar) y las elecciones
parlamentarias en el 2010.
Ambos acontecimientos son claves para la permanencia
del líder bolivariano en el poder. Pero un tercer factor (no descartable por
nadie) se
agregó con una predicción en diciembre de la influyente revista estadounidenses
Newsweek pronosticando
que Chávez será derrocado por un segundo golpe militar en en el curso de este
año.
¿Una tesis demasiada conspirativa?
Si nos atenemos a la "información
objetiva" y los "análisis" que nos regalan habitualmente The New York Times, The
Wall Street Journal, The Economist, The Financial Times y el Nuevo Herald
(poleas trasmisoras principales de la prensa imperial), y sus versiones
"repetidoras" en español, El Mundo y El País, de España, llegaremos a una sola
conclusión: Chávez se termina antes de tiempo.
¿Y cómo se termina Chávez, según
la lógica gusano-comunicacional en boga?
Oposición y "analistas objetivos"
coinciden: Chávez y su revolución bolivariana van a ser devorados por la
crisis económica. Estiman que el líder bolivariano va a perder las
elecciones parlamentarias de este año, y su gobierno va ser rebalsado y
obligado a dimitir por la protesta "popular" de la oposición en
las calles.
Un coloso de la prensa imperial,
The Washington Post, acaba de vaticinar que "El socialismo del siglo XXI de
Hugo Chávez ha sido derrotado y va rumbo al colapso".
En ese escenario, de pronósticos
(apocalípticos) anunciados de su derrocamiento difundidos por el aparato de la prensa imperial, las
nuevas tesis de Chávez
sobre un golpe y una conspiración en su
contra ya no lucen tan "conspirativas".
La "conspiración triangulada"
El presidente venezolano Hugo
Chávez denunció el domingo pasado que EEUU pretende gestar una "triangulación
fatal" con sus intervenciones militares en Colombia, Honduras y Haití, con
el fin de emprender un contraataque imperial sobre América Latina y El Caribe.
"Estamos ante una manifestación del contraataque imperial sobre América Latina y
El Caribe. Una triangulación fatal se gesta entre Colombia, Honduras y la
ocupada Haití. Tres versiones de la nueva estrategia de intervención yanqui en
suelo nuestroamericano", manifestó el mandatario en sus acostumbradas
"Líneas de Chávez" que se publican los domingos.
El presidente reiteró su rechazo al control que ejercen las tropas de EEUU en
Haití, nación afectada por un sismo de magnitud 7,3 que dejó más de 150 mil
muertos, y criticó la manera de como la nación norteamericana trata de vender
una imagen humanitaria al mundo cuando lo que está emprendiendo es una
estrategia intervencionista.
"Como parte integral de la estrategia intervencionista, tratan de vendernos la
imagen de una muy 'humanitaria' misión estadounidense. Tan 'humanitaria' es que
lleva un muy pesado cargamento de marines, no precisamente preparados en
operaciones de rescate. ¡Son tropas entrenadas para invadir, para matar!",
señala el presidente en el texto.
"La realidad es que las tropas
gringas controlan hoy el territorio haitiano. Han tomado el Palacio de Gobierno,
el Palacio Legislativo y controlan el aeropuerto internacional a su antojo",
agrega en sus líneas Chávez.
En declaraciones anteriores Chávez había advertido que "Si la
contrarrevolución regresara a Venezuela la persecución sería salvaje".
El presidente venezolano alertó
que los contrarrevolucionarios, de regresar al poder, instalarían bases militares
norteamericanas en Venezuela, privatizarían a Petróleos de Venezuela y acabarían
con todos los logros alcanzados durante 11 años de su gobierno.
Los programas gubernamentales llamados misiones y las ayudas a otros
países entre ellos Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y algunas islas del Caribe
serían eliminadas, según el líder bolivariano.
Pese a que la prensa internacional
minimiza (o intenta ridiculizar como "conspirativas") las advertencias de
Chávez, en las antípodas, diarios y cadenas imperiales saturan a su vez
con un final catastrófico para el líder venezolano.
En diciembre pasado Newsweek dedicó
parte de su "predicción mundial número cuatro" a Venezuela y, especialmente, a
su presidente Chávez, a quien pronosticó "otro golpe" de Estado por el empeoramiento de
las condiciones económicas y sociales del país.
Según el semanario imperial, la recesión mundial "le quitó viento al
huracán Hugo" y ahora los intentos de Chávez de convertir a toda América
Latina al "Socialismo del Siglo XXI" se están "desbaratando".
¿Deseos imaginarios o verdadero
complot en marcha?.
En un plano más realista, y fuera del
contexto de la predicción conspirativa, analistas (dentro y fuera de Venezuela)
sostienen que el éxito del golpe hondureño contra Zelaya está alentando a los
sectores más extremos del Pentágono y de la oposición interna a realizar una
asonada militar para sacarlo a Chávez del poder.
Para muchos expertos, el
escenario hondureño, además de
los objetivos coyunturales con la destitución de Zelaya, conformó un laboratorio
de ensayo experimental de "cambio de régimen regional" que tiene a Chávez
y a los presidentes izquierdistas como objetivo central.
Y la clave de
estas tesis se resume en un axioma: Chávez es la principal espada del "eje del mal" en
América Latina. Venezuela es la cabecera de playa, la plataforma de
lanzamiento regional, de la estrategia del eje Rusia-Irán-China-Venezuela, del
cual Chávez conforma una pieza clave.
En este
contexto, todas las teorías y tesis anticipatorias de un intento de
derrocamiento del presidente venezolano, parecen cerrar. Incluidas las del
propio Chávez. Que coinciden sorprendentemente con las de sus enemigos.
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