El Banco Mundial señaló el miércoles que la economía mundial podría
enfrentar otro estancamiento serio si la deuda pública de cualquiera de los
países europeos en problemas sufre una cesación de pagos, o si se acelera la
crisis de confianza de los mercados. El BM se suma al FMI y al G-20 en el
reclamo de un mayor ajuste fiscal para superar los peligros de un contagio
global de la crisis de la eurozona.
IAR
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En su pronóstico económico más reciente, publicado en
The Wall Street Journal,
el BM afirma que la economía global está mostrando señales de una
"recuperación estable". Lo que ha permitido que la crisis europea todavía no
se haya expandido.
Según el Journal, funcionarios del
banco dijeron que la situación en Europa todavía es manejable y las
medidas tomadas hasta el momento son suficientes para que se mantenga bajo
control.
No obstante, y aunque el banco
pronostica que producto interno bruto global crecerá entre 2,9% y 3,3% entre
2010 y 2011, esas cifras podrían verse afectadas si el comercio y el crédito
no se reactivan y la crisis de la eurozona se sale de control.
El crecimiento del año pasado está
siendo boicoteado por la crisis con las deudas públicas, y como consecuencia
el Banco Mundial pronostica un crecimiento y una recuperación más débil.
El BM estima que si los
problemas de deuda se convirtieran en una crisis real en las principales
economías de Europa, el crecimiento mundial se reduciría a 0,7% en 2011.
La mayor parte de ese débil
crecimiento solo sería impulsado por países en desarrollo como China,
mientras que los países con altos ingresos probablemente experimentarían una
contracción de -0,6%.
Esta proyección incluye un
"secamiento" del crédito internacional y doméstico para las grandes
economías de la UE, además de un brutal ajuste fiscal y de una desaparición
del crédito.
Según el BM, el PBI de Francia,
Alemania, Italia, España y el Reino Unido podría caer en hasta 15% causando un
efecto dominó en las exportaciones al resto de la Unión Europea y el mundo.
Andrew Burns, el principal autor del informe, dijo que las estrategias de
consolidación fiscal y el paquete de US$1 billón (millones de millones)
convenido por la UE y el Fondo Monetario Internacional pueden superar el
nerviosismo actual del mercado.
Según el Journal, pese a esto, los mercados creen que la única forma de
restaurar la confianza es una "reestructuración gestionada" de la deuda
soberana.
O sea nuevos y más profundos
ajustes fiscales como están pidiendo el FMI y el G-8.
El banco de inversión Brown Brothers
señaló el lunes que continúan la duda y la desconfianza en los mercados
europeos, ya que los ajustes de los gobiernos del continente "no han logrado
cambiar las percepciones del mercado".
"Creemos que lo que cambiará la situación sigue siendo una reestructuración de
deuda sumadas a reformas estructurales respaldadas por el Banco Mundial, como
Latinoamérica bajo el Plan Brady", concluyó el banco de inversión.
En su
cumbre de la semana pasada, el Grupo de las 20 economías líderes propuso
aplicar rápidamente más ajustes presupuestarios para calmar a los mercados
financieros globales, atemorizados ante la crisis de deuda en Europa.
El G-20 dijo que la crisis europea y la
creciente volatilidad en los mercados financieros demuestran que persisten
los problemas pese a una recuperación débil de la economía global.