Un dirigente sindical dijo que el Fondo Monetario Internacional había solicitado
que Grecia elevara el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), termine con los
bonos equivalentes a dos meses de sueldo en el sector público y acepte
congelar los salarios estatales durante tres años.
"Es un acuerdo hecho", afirmó Ilias Iliopoulos, secretario general del
sindicato del sector público ADEDY tras reunirse con el primer ministro,
Georgios Papandreu.
Fuentes cercanas a las negociaciones dijeron que se esperaba que las autoridades
anuncien el lunes los detalles del acuerdo a tres años. Eso fue suficiente para
generar una ola de alivio en los mercados, que temen un contagio a lo
largo de la zona euro.
"Las conversaciones son duras", dijo el portavoz del Gobierno griego Georgios
Petalotis respecto a las negociaciones de responsables del FMI, el Banco Central
Europeo y la Unión Europea con el Gobierno de Atenas.
"Nadie puede garantizar nada. Sabemos lo difícil que es la situación del
país", agregó.
Los sindicatos han dejado claro que se opondrán a las medidas de austeridad y
han convocado una serie de huelgas que podrían complicar los esfuerzos del
Gobierno para aplicar nuevos recortes presupuestarios. El martes, una protesta
reunió a unas 2.000 personas.
"¡Es un desastre! El Gobierno ha cruzado la línea. No podemos vivir así",
comentó Despina Spanou, que integra la directiva del sindicato ADEDY.
"Combatiremos estas medidas con todas nuestras fuerzas, porque esta es una
batalla por la supervivencia", agregó.
Según las encuestas, una mayoría de los griegos rechaza la participación de la
UE y el FMI, y dos tercios creen que habrá descontento social.
La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país desempeña un papel central en
cualquier programa de ayuda, dejó claro que Alemania demandará un estricto
cumplimiento del acuerdo.
"Alemania colaborará tan pronto - y pongo énfasis en el tan pronto - las
condiciones se cumplan", agregó.
Grecia está en negociaciones para un paquete de ayuda de hasta 135.000 millones
de euros.
En Bruselas, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión
Europea, Olli Rehn, dijo que la UE debiera poner fin "en unos días" a las
conversaciones con Grecia, pero no dio detalles del paquete de asistencia.
Los mercados permanecían más tranquilos que en los días anteriores.
El euro repuntaba desde un mínimo de un año y los costos de la deuda griega
retrocedían. La prima que los inversores exigen para comprar bonos del Gobierno
griego a 10 años por encima de las notas de referencia alemanas se ajustaba a
750 puntos básicos, desde 800 puntos al cierre del miércoles.
El euro subía un 0,3 por ciento, a 1,3254 dólares, aunque había recortado sus
ganancias tras las declaraciones de Olli Rehn.
En otra señal del alivio para el mercado, las acciones de los bancos griegos
subían un 5,6 por ciento, más que el índice general de la bolsa ateniense, que
ganaba un 3,2 por ciento.
"Los inversores anticipan que Grecia conseguirá un paquete de ayuda mucho mayor
que el previsto inicialmente y a tiempo", comentó Takis Zamanis, operador de
Beta Securities.
La agencia Standard & Poor's rebajó la calificación crediticia de España
el jueves, al día siguiente que hiciera lo mismo con Portugal y con Grecia, esta
última a terreno basura.
Una exitosa colocación de bonos de Italia, la primera de un emisor de la
periferia de la zona euro que prueba el mercado tras los recortes de notas de
S&P, podría aliviar algo de los temores a un contagio acelerado.
"Este es un gran voto de confianza del mercado", dijo Peter Chatwell, estratega
de tasas de Credit Agricole.