Y aunque quede la posibilidad de una operación de prensa sionista a alta escala, y
de no existir un desmentido oficial, la conclusión es obvia: Fidel Castro se
confesó pro-sionista.
No por la defensa de los judíos y del
Holocausto, sino por la reivindicación del "derecho a la existencia" del
Estado de Israel. Que, y como objetivamente está probado, es un estado
construido sobre un territorio robado al pueblo palestino que permanece
prisionero en un campo de concentración a cielo abierto.
Un pueblo bloqueado
por mar, por tierra, y por aire, y con Gaza convertida en una réplica
(verificable y estadística) de un Holocausto gigantesco de un millón y
medio de palestinos.
Pero no solamente eso: Si Fidel
Castro no desmiente explícitamente lo que la revista y el periodista sionista
dijeron que dijo, el líder cubano, y por extensión natural el gobierno de Cuba,
se alinean con la tesis de la defensa de las políticas colonizadoras y
represivas del Estado de Israel.
O sea, y para ser más claros, de no
mediar un desmentido contundente, el Comandante cubano, últimamente convertido
en un cruzado de la "antiguerra" nuclear, queda (por añadidura) pegado a las
hipótesis judeo-estadounidenses de la guerra contra el "terrorismo" de Hamás
y de la resistencia palestina, que, como la palabra lo indica, resisten a las
políticas represivas del "no existir" que le impone la maquinaria militar
del Estado invasor.
Y, también por añadidura, y de
no existir un desmentido tajante, al defender como legítima la existencia del
Estado de Israel, el Comandante octogenario, hace causa común con las
sucesivas operaciones de exterminio que asesinaron a más mujeres y niños que a
combatientes en Líbano y en Gaza.
Y un detalle llamativo. Al cuestionar
y criticar el supuesto "antisemitismo" de Ahmadineyad, Fidel castro se
sitúa en las antípodas de lo que venía sosteniendo hasta ahora sobre el rol
"atacante" de Israel y sobre el papel de "atacado" de Irán.
Sin no hay desmentido, Fidel Castro
se suma, también por añadidura, al argumento justificatorio de un ataque
judeo-norteamericano a Irán sostenido sobre el eslogan de terminar con la
amenaza "terrorista islámica" al Estado de Israel.
¿Y que pasa con Cuba integrante del
eje Rusia-Irán-mundo islámico situado en las antípodas del eje sionista EEUU-UE-Israel?
¿Como combinan Fidel pro-sionista con Cuba anti-sionista en los papeles de su
alineamiento internacional?
Grosso, muy grosso lo del Comandante, si no media un desmentido.
Demasiado alevoso. Incluso interpretado como estrategia de supervivencia,
no cierra por ningún lado. Ningún principio estratégico concibe pasarse, en una
vuelta de campana, a las filas del enemigo.
En Cuba, silencio de radio. La procesión va por dentro.
¿Y como cierra Fidel Castro legitimador y defensor confeso del Estado de Israel,
con Hugo Chávez que condena a Israel como un Estado sionista "invasor y
criminal"?
Por ahora en Venezuela, también silencio de radio. Chávez, luego de publicarse
lo de Fidel, anunció una reunión con la comunidad judía, y dijo "No soy
antijudío". ¿Frase para salir del paso, o estrategia convenida con Fidel?
Con un adosado: Chávez y Venezuela tienen mucho más que perder que Fidel y Cuba,
pasándose a la trinchera sionista. Los acuerdos estratégicos (militares,
energéticos y comerciales) de Chávez con Irán y el mundo islámico tornaría
imposible su alineamiento con Israel y el sionismo.
Pero el doble discurso marketinero del presidente bolivariano puede seguir
deparando sorpresas, y, de hecho, ya aclaró que no es "antijudío", y omitió
decir si es antisionista. Chávez sigue siendo un maestro de decir con el
discurso, y negar con los hechos.
Y la "sensación" internacional que dejaron las (todavía no desmentidas)
confesiones del Comandante, tiene el mismo silencio de radio.
La comunidad gusana de EEUU, tomó con pinzas los dichos de Fidel. Las
principales usinas anticubanas consideran que el Comandante está gagá y que
solo se trata de un divague más.
Aunque en verdad, y miradas en
perspectiva, las declaraciones pro-israelíes del Comandante no desentonan
con los elogios y muestras de "confianza" que periódicamente le dispensa a la
"estrella negra" del lobby sionista "progresista" de Wall Street,
el presidente Barack Obama.
La prensa internacional, en general, toma las declaraciones del líder cubano con cautela y habla de una
estrategia convenida con Chávez. Aunque nadie sepa desarrollar ni explicar
con claridad
los objetivos que la justificarían.
La izquierda latinoamericana y mundial, azorada, permanece en silencio de radio,
ni mus, y con
todos los tapones saltados. Sus medios y analistas todavía no se enteraron, o
hacen que no se enteraron.
En Irán, silencio de radio. Los ayatolas ya están curtidos con el doble discurso
de Putin y los rusos. Y a lo de Fidel parecen tomarlo como gajes del oficio. Una
mancha más al tigre.
El resumen, el octogenario Comandante pateó el tablero, y si no desmiente, algo
puede
estallar.
Y no precisamente una bomba nuclear.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en
Google y en
IAR Noticias