Como
fenómeno político-mediático, Chávez tiene claramente tres significantes: 1) Su
discurso, 2) lo que hace como presidente, y 3) su rol funcional
dentro de la estructura de dominación regional e internacional del sistema
capitalista hegemonizado por EEUU y nivelado como "mundo único"
El
fenómeno Chávez no obedece a un solo parámetro y tiene varias aristas. El
mediático, el político, el económico y el social. Tomar
al líder bolivariano como un fenómeno exclusivamente "ideológico", como
hacen la izquierda y los "gusanos" antichavistas desde ángulos enfrentados, es
un error.
Tender un
manto de "misticismo revolucionario" sobre Chávez, sin analizar sus
significantes políticos, económicos y sociales y el rol que desempeña en
el diseño y la ejecución de la estrategia de dominio regional del sistema
capitalista, es un error que impide la comprensión del fenómeno totalizado.
Analizar a
Chávez solo como una expresión de proyecto político de "ambición
personal", desgajado del movimiento social y de conciencia anticapitalista
que moviliza y lo acompaña, no es un error sino una estrategia que desarrollan
Washington y sus usinas mediáticas para convertir a Chávez en un
"demonio".
Chávez,
claramente, dentro de Venezuela, del sistema del capitalismo regional, y del
tablero internacional, asume un papel contradictorio, que, como todos los
procesos dinámicos y totalizados, tiene su parte positiva y su parte
negativa.
Lo que dice Chávez
Analizado
desde una perspectiva global, lo más impactante y "polarizante" que tiene Chávez
es su discurso contrainformativo del sistema capitalista masificado y
nivelado planetariamente desde las mismas cadenas imperialistas que siempre lo
proyectaron como un producto "marketinero" y rentable.
Chávez
vende. Y vende, porque su histrionismo y habilidad comunicativa conforman un
"espectáculo" en si mismo. Y gracias a esa situación, las mayorías mundiales
pudieron acceder a un discurso contrainformativo que solo puede encontrarse en
el mundo reducido de la prensa alternativa o de izquierda.
Como
contenido, el discurso mediático de Chávez, moviliza una descripción
correcta del sistema capitalista en su funcionamiento político,
tanto como sistema de dominio regional como planetario. Es muy preciso en sus
descripciones del funcionamiento de las estructuras políticas y militares del
sistema capitalista imperial.
Cuando el
presidente venezolano resume a Colombia como una "base" de EEUU y a Uribe
como un títere USA, precisa con claridad el rol de ese país y sus
gerentes de turno en la estructura del control regional de Washington.
La
precisión en lo político, se convierte en imprecisión, cuando Chávez aborda el
funcionamiento económico del capitalismo, dado que su gobierno juega un
papel contradictorio, de "doble timón" (negocia y se acomoda), en el dispositivo
regional controlado por los bancos y las multinacionales capitalistas.
Tampoco el
discurso de Chávez (como el de la izquierda en general), cuenta con una
metodología descriptiva y analítica totalizada del rol clave de los medios de
comunicación y de la sociedad de consumo en la formación y orientación
de conducta colectiva con fines del control político y social.
O sea, el
carácter represivo y manipulador de las estructuras mediáticas dentro del
sistema capitalista globalizado y nivelado como "mundo único".
El
"chavismo", si bien es el único movimiento de izquierda que intenta
incursionar en la comprensión de la Guerra de Cuarta Generación en el plano
mediático, solo aborda el papel de los medios desde un limitado juego interno
de "oficialismo" y "oposición".
En cuanto
al "perfil ideológico" del discurso de Chávez, su caracterización de una
Venezuela "revolucionaria" o "socialista", y aunque se lo trate
sin prejuicios destructivos y con objetividad, es insostenible desde la realidad
estadística y verificable.
En todo
caso, el discurso contrainformativo de Chávez es un punto de referencia
aglutinante y motivador para las organizaciones y militantes populares que
todavía resisten como pueden el avance de las estructuras de dominio capitalista trasnacionalizado.
Pero fuera
de ese fenómeno, de Chávez como despertador de conciencias, el chavismo
no aporta ningún marco doctrinario, organizativo o estratégico para conformar
una alternativa revolucionaria al sistema.
Lo que hace
Chávez
Venezuela,
claramente es un país capitalista, con una estructura gubernamental de ejecución
capitalista, y con una dinámica económica productiva y comercial controlada,
en su mayor parte, por los los bancos y multinacionales capitalistas.
Las
reformas nacionalizadoras de Chávez, sus políticas sociales orientadas a los que
menos tienen, no alcanzan a desnivelar una realidad todavía dominada por la
dinámica de la propiedad privada y la concentración de riqueza y activos
empresariales en pocas manos.
Socialmente, la administración de Chávez se orienta hacia los sectores más
desposeídos que conforman su base social y electoral. Pero el avance de las
políticas sociales de Chávez no se da en el plano transformador (cambio de
estructuras de injusticia social) , sino en el plano "asistencialista",
siguiendo una tendencia regional.
Las
políticas asistencialistas del chavismo, como lo sostiene la CEPAL, ha bajado
en un alto grado los niveles del hambre en Venezuela, y en un menor grado la
pobreza, pero no ha modificado las estructuras capitalistas arcaicas del
desempleo, la falta de seguridad social, vivienda y salud que aqueja a la
mayoría de la población venezolana.
Si bien el
gobierno reformista de Chávez bajó los niveles del hambre y la pobreza, no ha
mostrado hasta ahora, pese a las nacionalizaciones y amenazas de expropiación,
una estrategia transformadora efectiva para convertir las estructuras
socioeconómicas de Venezuela donde arriba de un 40% de la población laboral se
encuentra en "negro" y sin seguridad social.
Desde el
punto de vista del comercio exterior, allí es donde se encuentra el
flanco más vulnerable del líder bolivariano. Venezuela vende su petróleo, su
principal recurso estratégico, a EEUU. Además es su principal socio comercial en
la región.
Los datos oficiales demuestran que:
A) EEUU es el principal cliente para las exportaciones venezolanas,
particularmente las petroleras, B) Venezuela envía más de un millón de
barriles de crudo diarios al mercado estadounidense, en gran parte a
refinerías de su propiedad que alimentan el sistema de estaciones de servicio
Citgo, también de propiedad venezolana, C) De EEUU proviene cerca de un
tercio de las importaciones venezolanas, D)"EEUU representa el 50% de las
relaciones comerciales de Venezuela con todo el mundo", según lo destacó el
anterior presidente de Venancham, Edmond Saade.
Pero este punto, de integración
comercial de Chávez con la primera potencia imperial, se contrabalancea
contradictoriamente con otra realidad que sitúa al presidente
venezolano como un aliado estratégico del eje Rusia-China-Irán, que disputa una
"guerra fría" por áreas de influencia comercial y militar con el eje EEUU-UE.
El rol internacional de Chávez

Aliado comercial de EEUU, en el orden
regional, y aliado estratégico de los enemigos de Washington en el plano
internacional.
El presidente venezolano
mantiene una alianza estratégica (de orden comercial y militar) tanto con Irán
como con Rusia y China, potencias capitalistas emergentes que compiten con el
eje USA-UE por el control de las redes energéticas y las reservas petroleras del
triángulo Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente, en una versión aggiornada de la
"guerra fría" por áreas de influencia, esta vez protagonizada a niveles
intercapitalistas.
Además de los convenios trazados con
Irán y China, Venezuela y Rusia alcanzaron en abril pasado un
nuevo nivel de acuerdo estratégico con el encuentro de Chávez y el "hombre
fuerte" de Rusia, el primer ministro Wladimir Putin.
En la reunión en Caracas se
selló una "profundización de los acuerdos militares", que incluiría
un aumento de la cooperación entre las fuerzas armadas de ambos países. Y un
proyecto de desarrollo de energía nuclear con "fines pacíficos". Washington,
preocupado, mira los acontecimientos haciendo "silencio de radio".
La "cumbre"
Medvedev-Chávez, a fines del año pasado, formó parte del decorado de una
estrategia para integrar a Chávez como nuevo jugador en el tablero de la
"guerra fría" Washington-Moscú, donde América Latina y la región petrolera
del Caribe se convierten en un nuevo posible escenario de la guerra por el
control de la energía entre Rusia y EEUU.
Los nuevos acercamientos de Chávez a
Moscú se visualizan como una ampliación de su alianza estratégica con el eje
Moscú-Teherán que además podría incluir (así lo perciben en Washington)
nuevas relaciones de cooperación militar como la instalación de bases militares
rusas en Venezuela y nuevos ejercicios militares conjuntos en aguas del Mar
Caribe.
Es aquí, donde Chávez, se despoja del "doble discurso" regional y se convierte
en un "enemigo real" para EEUU y la potencias capitalistas aliadas.
No obstante de que Chávez es el
principal socio comercial y le vende casi todo el petróleo venezolano a EEUU,
los halcones del Pentágono y del Departamento de Estado
(que manejan las políticas militares y las hipótesis de conflicto externo de
Washington) no miran ni analizan a Chávez desde una perspectiva
exclusivamente latinoamericana.
Enmarcado en estos hechos,
el Pentágono y el Departamento de Estado ven como "potencial peligro"
(con posibles ramificaciones en otros países) el desembarco comercial-militar
del eje Rusia-Irán en América Latina utilizando a Venezuela como plataforma.
En resumen:
Hay un Chávez revolucionario y anticapitalista que se expresa a través
del discurso mediático y de la contrainformación, y hay un Chávez presidente
que ejecuta políticas de Estado que profundizan la estructura capitalista de
Venezuela.
Hay un Chávez "socialista" que desarrolla programas asistencialistas para los
sectores que menos tienen, que nacionaliza y expropia feudos empresariales y
mediáticos capitalistas, y hay un Chávez presidente que favorece la
concentración de riqueza en pocas manos.
Hay un Chávez bolivariano que alimenta a los pobres, y un Chávez
presidente que mantiene la sociedad de consumo capitalista y las profundas
desigualdades entre pobres y ricos.
Hay un Chávez "socio comercial" de EEUU, y hay un Chávez "enemigo
estratégico" de EEUU a través de sus acuerdos globales con el eje
Rusia-China-Irán.
Esos roles contrapuestos, solo se explican y adquieren sentido en la inserción
de Chávez en una realidad estratégica de "doble comando": Negociar con el
Imperio y guerrear con el Imperio.
Hasta que a Chávez le llegue la hora del desenlace.
Y tenga que elegir entre quedarse en el sistema o pagar el costo de una
revolución de verdad.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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