La cifra supone un aumento del 21 por ciento respecto al primer semestre de
2009 -cuando murieron 1.054 personas-, y del 55 por ciento respecto a ese
mismo período de 2008, según datos del Informe semestral sobre Protección de
Civiles en Conflicto Armado de la UNAMA presentado el martes.
Con la
suma de muertos y heridos, el primer semestre de 2010 dejó un total de 3.268
víctimas civiles, un aumento del 31 por ciento respecto al mismo período del
año anterior.
"La
tendencia creciente de (cometer) asesinatos y ejecuciones reforzó la percepción
de los civiles afganos de que están convirtiéndose cada vez más en un
objetivo principal en este período de conflicto", dijo en un comunicado el
enviado de la ONU en Afganistán, Staffan de Mistura.
Debido al
incrementos de estas cifras, los corresponsales en Afganistán afirman que los
afganos se siente menos seguros que nunca.
Según el reporte de Naciones Unidas, el número de niños asesinados o heridos
alcanzó el 55% en el primer semestre de 2010 respecto del mismo periodo del año
anterior: 176 menores murieron y 389 resultaron heridos.
Según el
corresponsal de la BBC en Kabul, Quentin Sommerville, se trata de las peores
cifras desde que Naciones Unidas empezó a documentar la muerte de civiles en
2006.
El nuevo reporte afirma que las personas atrapadas en el conflicto no tienen
protección y que "no hay rendición de cuentas cuando se producen las
muertes".
El presidente de Afganistán, Hami Karzai, ha advertido en varias ocasiones a las
fuerzas occidentales que las bajas de civiles causadas por ataques de la OTAN
ayudan a alimentar a la insurgencia.
En el mismo sentido, el comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en
el país, David Petraeus, expresó a principios de este mes: "Toda muerte de un
civil afgano va en contra de nuestra causa".
Poco después de las declaraciones de Petraeus, un ataque aéreo de la OTAN se
cobró la vida de 25 afganos que se dirigían a un funeral en la provincia de
Nangarhar, en el este del país.
En 2009,
el entonces comandante de la OTAN en Afganistán, Stanley McChrystal, dio
instrucciones para limitar seriamente las circunstancias en que las tropas
podrían realizar un ataque aéreo o abrir fuego contra edificios.
Su sucesor, Petraeus, ha prometido continuar con esta política.
En julio, el sitio Wikileaks filtró numerosos documentos sobre la ocupación
militar en Afganistán según los cuales numerosos fallecimientos de
civiles no se denuncian.
Un informe de la ONU difundido en enero mostró que el número de víctimas civiles
en el conflicto afgano se elevó un 14% en 2009 respecto de 2008.