La tensión política cada vez
más intensa entre Estados Unidos y China estaría por adquirir un componente
económico más pronunciado, ya que se prevé que en los próximos meses Washington
presione a China por lo que los funcionarios consideran un yuan subvaluado.
Por Kathy Chen y Jason Dean - The Wall Street Journal
Esta
semana, China se enfrenta a EE.UU. sobre la reunión que planea sostener el
jueves el presidente estadounidense Barack Obama con el Dalai Lama, a quien
acusa de haber impulsado la independencia del Tíbet de China. El miércoles, el
Departamento de Estado de EE.UU. afirmó que la secretaria de Estado Hillary
Clinton también se reuniría el jueves con el líder espiritual tibetano exiliado.
Esas tensiones se suman al anuncio de enero de que EE.UU. vendería US$6.400
millones en armas a Taiwán, que Beijing reclama como parte de su territorio, y a
un enfrentamiento que sigue abierto respecto a un ciberataque a Google Inc. que
se cree que fue originado en China. Los dos lados también han tenido visiones
diferentes sobre si sancionar o no a Irán por su programa nuclear.
Pero para los funcionarios de EE.UU., la tasa cambiaria de China se ha
convertido en una preocupación clave. Obama y otros funcionarios del gobierno
sostienen que la moneda china está subvaluada. Eso hace que las exportaciones
chinas sean artificialmente baratas en términos de otras monedas extranjeras, lo
que contribuye al gran déficit comercial de EE.UU. con China y, afirman, les
quita empleos a los estadounidenses.
También en el frente económico, funcionarios de EE.UU. se han hecho eco de
inquietudes en aumento entre las multinacionales estadounidenses sobre lo que
estas empresas consideran crecientes tendencias proteccionistas en China.
Durante años, estas compañías actuaron como una fuente de estabilidad para lazos
bilaterales estables.
"Prevemos acciones por parte de China" para ayudar a reequilibrar los flujos del
comercio global, indicó un funcionario de la Casa Blanca. Si Beijing no toma
cartas en el asunto, eso "pondrá una presión cada vez mayor sobre EE.UU. para
responder".
"Tenemos un desempleo de 10% y China acumula grandes excedentes comerciales con
una moneda subvaluada", señaló Kenneth Lieberthal, un ex funcionario del
gobierno de Bill Clinton que ahora dirige el Centro John L. Thornton sobre
China, de la Brookings Institution, con sede en Washington.
Durante una reunión con senadores demócratas este mes, Obama exhortó una actitud
más dura con China respecto a reglas comerciales, incluidas las tasas
cambiarias, para asegurar que los bienes estadounidenses no sufran una
desventaja competitiva. EE.UU. afirma que su déficit comercial con China
ascendió a un total de US$226.830 millones en 2009, menor que los déficits
anuales de 2006 a 2006, pero aún el mayor de EE.UU. con cualquier otro país.