Song Hobing, autor de "La
guerra de las divisas", identifica a un grupo de "banqueros israelíes (¡extrasupersic!)"
como controladores de los países occidentales, en general, y de EU, en
particular, quienes usan "la manipulación de las divisas" al otorgar créditos a
los países en vías de desarrollo para luego apabullar sus divisas mediante el
concurso de los "derivados financieros", como sucedió con la década perdida de
Japón, la crisis financiera asiática de 1997 y la crisis latinoamericana, es
decir, el pionero efecto tequila (ejecutado por Goldman Sachs y tolerado por el
salinista Pedro Aspe Armella y el cordobista Zedillo), el efecto dragón, el
efecto vodka, el efecto samba, el efecto tango sin tanga, etcétera, a los que,
por cierto, hemos consagrado 14 años de investigación.
Por Alfredo Jalife-Rahme - La Jornada, México
Antecedentes: China ha pasado a una contraofensiva literaria de
carácter doméstico con un género de libros de corte financierista que exponen
aspectos relevantes de sus investigadores que no puede expresar la cúpula del
Partido Comunista, entre los cuales se encuentran La conspiración Goldman
Sachs (ver Bajo la Lupa, 29/8/10) y La guerra de las divisas, de
hace tres años, del economista Song Hobing –con venta de más de 200 mil
ejemplares– quien predijo la crisis global de 2008.
Las tormentosas relaciones de las dos principales superpotencias
geoeconómicas del planeta –EU y China– se reflejan en su reciente "literatura
económica nacionalista" –de la que, por cierto, está sobresaturado EU que se
pasa viendo la paja en las retinas ajenas.
China aún no cuenta con la sofisticación y la sincronización de los
multimedia de EU, especializados en la mendacidad instantánea y en la
desinformación permanente gracias a su control del cibernético "dominio"
(en el doble sentido posmoderno de la palabra) de Internet, mediante el cual
ejerce tanto la agenda global como la "guerra sicológica" contra sus
pletóricos adversarios, a los que ha agregado su fobia religiosa al Islam como
su abominación racial a los mexicanos.
El concepto de La guerra de las divisas nos atrajo desde nuestro
libro de hace 14 años, censurado por la fauna zedillista, que resultó
exageradamente premonitorio –Guerras geoeconómicas y financieras: el
petróleo del golfo Pérsico al Golfo de México (que, junto a otros libros
agotados, pronto estará en nuestra página alfredojalife.com)–, porque
aplica los conceptos bélicos y geopolíticos al "dominio" de las finanzas
globales, que abrazamos con el término de "geofinanzas".
Hechos: La guerra de las divisas, de Song Hobing, devino en el
obligado libro de cabecera de la elite gobernante china, cuya teoría fundamental
sentencia que los países "occidentales" del G-7 –ya no se diga sus colonias
tropicales sojuzgadas como México– están controlados por un grupo de "
banqueros privados" que gobiernan sus bancos centrales, lo cual no tiene nada
de original y hemos expuesto desde hace mucho como la desregulada globalización
monetarista centralbanquista.
Song, vilipendiado por los palafreneros y blogueros del sionismo financiero
global como adicto a las "teorías conspirativas", aduce que el principal "
banco central" del planeta, la Reserva Federal (Fed), un banco insólitamente
propiedad de la misma banca de Wall Street, es quien ejerce el mayúsculo control
financiero global.
¿Cuál es la novedad? Song identifica a un grupo de "banqueros israelíes (¡extrasupersic!)"
como controladores de los países occidentales, en general, y de EU, en
particular, quienes usan "la manipulación de las divisas" al otorgar
créditos a los países en vías de desarrollo para luego apabullar sus divisas
mediante el concurso de los "derivados financieros", como sucedió con la
década perdida de Japón, la crisis financiera asiática de 1997 y la crisis
latinoamericana, es decir, el pionero efecto tequila (ejecutado por
Goldman Sachs y tolerado por el salinista Pedro Aspe Armella y el cordobista
Zedillo), el efecto dragón, el efecto vodka, el efecto
samba, el efecto tango sin tanga, etcétera, a los que, por cierto,
hemos consagrado 14 años de investigación.
Su impactante revelación versa sobre el papel cupular en la pirámide del
poder financiero global por los Rothschild, los legendarios banqueros "
esclavistas" (The Financial Times dixit), quienes detentan una
impresionante fortuna dinástica de 5 millones de millones de dólares (trillones
en anglosajón) "frente a la fortuna de 40 mil millones de Bill Gates", 125
veces menor. ¡Aquí el miserable Carlos Slim y sus triviales 60 mil millones de
dólares ni pintan!
Los 5 millones de millones de dólares de los "esclavistas" banqueros
Rothschild equivalen prácticamente al PIB nominal de China, el tercer lugar
global (detrás de la Unión Europea y EU).
Destacan tres postulados de Song, quien trabajó 14 años en EU en las
delicadas áreas de las telecomunicaciones y las finanzas: 1. "Quien controla
la emisión de moneda controla al país entero", lo cual coincide con la
filosofía sanguinaria de Mayer Amschel Rothschild, fundador de la dinastía
bancaria global del siglo XVIII: "Dame el control de la moneda de un país y no
me importa quien haga las leyes". ¡Pues sí!; 2. El "sistema (sic) de la Fed"
de 12 bancos centrales regionales en EU está dominado en realidad por su
principal filial, la Reserva Federal de Nueva York que, a su vez, está
controlada por "cinco bancos privados" de Wall Street: "Citigroup, JP
Morgan Chase, Morgan Trust, Hanover y Chemical Bank", curiosamente, los
principales apostadores de los ominosos "derivados financieros". Aquí
podemos discutir levemente y agregar, de acuerdo con nuestras investigaciones, a
Goldman Sachs, Bank of America, Wachovia y la rama estadounidense de la banca
británica HSBC, entre otros, lo cual no transforma mucho la infraestructura
aludida de control "privado", y 3. La "asociación de George Soros con el
circuito de los Rothschild" lo convirtió en el "líder del grupo financiero
más poderoso y secreto (sic) del mundo". Pues ni tan "secreto": hace
mucho que lo expusimos en Bajo la Lupa, lo cual nos valió el hilarante cuan
delirante anatema del sionismo financiero global y sus palafreneros locales y
regionales muy bien lubricados.
¿Dónde queda el Inter-Alpha Group of Banks que controlan también y tan bien
los esclavistas banqueros Rothschild?
Por extrañas "coincidencias" resulta y resalta que la Fed, el banco
central literalmente controlado por la banca "privada" de Wall Street, haya
sido gobernada durante 19 años por el israelí-estadunidense Alan Greenspan,
malhadado y malvado inventor de los "derivados financieros" y timonel de la
desregulada globalización monetarista centralbanquista, quien fue sustituido por
Ben Shalom Bernake, también israelí-estadounidense, como los cuatro restantes del
total de siete miembros de su consejo de administración: el vicegobernador
Donald L. Kohn (quien acaba de renunciar seis años antes de tiempo); Randall S.
Kroszner; Frederic S. Mishkin, y el mismo Greenspan: es decir, cinco de los
siete miembros del consejo son israelí-estadounidenses. ¡Se les pasó la mano!
Song proclama persuasivamente que la "camarilla (sic) de los banqueros"
le ha ganado la batalla a los gobiernos occidentales, por lo que aconseja al
gobierno chino mantener la alerta ante una guerra financiera contra el yuan/renminbi
por la banca de Wall Street y la City.
Conclusión: resulta muy extraña, para decir lo menos, la sucesión intercomunitaria en la cúpula de la Fed con una probable duración total e
ininterrumpida de 33 años (la sumatoria de Greenspan y Bernanke), así como la
integración aplastantemente sectaria de su consejo de administración.
Pero también puede reflejar una simple casualidad sin causalidad, si no
existiesen otros datos apabullante y simbólicamente significativos que iremos
desmenuzando sabrosamente para sustentar nuestra hipótesis operativa, de
carácter weberiano y geopolítico financiero, sobre las redes y la omnipotencia
del sionismo financiero global que controla también y tan bien a la cúpula del
FMI y el Banco Mundial.