El presidente iraní, Mahmud
Ahmadineyad, ha defendido de nuevo reexaminar lo acontecido el 11 de septiembre
de 2001, cuando se produjeron los atentados contra las Torres Gemelas y el
Pentágono, y volver a examinar los datos de las cajas negras de los aviones
empleados por los suicidas para que se conozca lo que ocurrió realmente.
IAR
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Europa Press
Ahmadineyad
reiteró a su llegada a Teherán sus polémicos argumentos expuestos el pasado
jueves durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU sobre la posible
vinculación del Gobierno con los atentados y dijo que los acontecimientos del
11-S han provocado que todos los países, especialmente los de Oriente Próximo,
estén sometidos a amenazas y opresión.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, condenó el viernes el discurso de
Ahmadineyad y lamentó que se utilice este foro como plataforma para expresar un
"lenguaje de odio". "Es inaceptable que la plataforma de la Asamblea General de
Naciones Unidas sea mal utilizada", explicó, y se mostró contrario a "la
política de la polarización". "Rechazo el lenguaje del odio", agregó.
Sin embargo, Ahmadineyad defendió su postura desde el aeropuerto internacional
de Mehrabad, cerca de Teherán. "El secretario general estaba informado por
escrito y en profundidad sobre el hecho", dijo, según recoge la agencia de
noticias iraní IRNA.
La República Islámica de Irán está en contra de la gestión injusta y unilateral
del mundo y considera que las decisiones deben adoptarse mediante una estructura
de gobierno global, añadió, según IRNA.