El primer ministro de Israel,
Benjamín Netanyahu, se reúne este martes en Estados Unidos con el presidente
Barack Obama tras confirmar que su gobierno ampliará la gama de productos de
consumo que permitirá entrar a la Franja de Gaza, el territorio palestino sobre
el que su país ejerce un bloqueo desde 2007.
IAR
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BBC
El
encuentro intentará restablecer la relación entre ambos mandatarios tras la
tensión generada por el asalto israelí a la flotilla humanitaria internacional
que intentaba llegar a Gaza y la polémica expansión de los asentamientos judíos
en territorios ocupados.
Washington recibió con beneplácito el anuncio del relajamiento del bloqueo,
mientras que los gobiernos europeos también consideraron positiva la medida. No
obstante, el grupo islámico Hamas -que controla la Franja de Gaza- desestimó las
concesiones diciendo que eran inútiles.
La última vez que Netanyahu pisó la Casa Blanca, Obama estaba tan disgustado con
el plan de expansión de los asentamientos que ni siquiera permitió la
publicación de una fotografía oficial de la reunión.
Según el corresponsal de la BBC en Jerusalén, Wyra Davies, antes de que se
sienten a discutir detalles de cómo reiniciar las conversaciones de paz entre
israelíes y palestinos, ambos mandatarios querrán mostrar al mundo que su
relación personal es estrecha y que la alianza entre las dos naciones es sólida.
Netanyahu dice haber prestado atención a las exigencias palestinas cediendo,
según él, hasta más no poder con gestos como el congelamiento de nuevas
construcciones en Cisjordania.
Pero las autoridades palestinas consideran vacías esas medidas y sus líderes
subrayan el hecho de que las obras ya en marcha continúan sin interrupción.
Manos atadas
Davies afirma que no se pueden esperar muchas concesiones de parte de Netanyahu,
pues tiene poco margen de maniobra debido a la presión de políticos de derecha
-que forman parte de la coalición de gobieerno- con el fin de que complete la
construcción de asentamientos para septiembre.
No obstante, el gobierno israelí anunció el lunes que permitirá la entrada de
bienes de consumo como alimentos y computadoras a la Franja de Gaza, como parte
de su plan para suavizar el bloqueo al territorio.
Determinados cargamentos de materiales de construcción también tenrán el visto
bueno, pero sólo bajo estricta supervisión de Israel. Además, deberán estar
destinados a organizaciones como Naciones Unidas.
El bloqueo marítimo sigue en pie, al igual que las prohibiciones sobre la salida
del territorio de los palestinos.
Israel insiste en que su política es necesaria para evitar la introducción de
armas que pueden caer en manos de Hamas.
El enviado especial a Medio Oriente de llamado Cuarteto para la Paz (ONU,
Estados Unidos, Unión Europea y Rusia), Tony Blair, dijo que el alivio del
bloqueo tendrá un gran impacto tanto en la vida cotidiana de los palestinos como
en el sector privado en el territorio.
Blair le comentó a la BBC que las denuncias internacionales que surgieron a raíz
del asalto israelí a la flotilla humanitaria en mayo, en el que nueve activistas
turcos murieron, persuadieron al gobierno de Netanyahu a suavizar las
restricciones.
Presión de Obama
El corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, informa que, aunque
la Casa Blanca ha recibido bien la medida, insiste en que el bloqueo es
insostenible y pide que sea replanteado.
En Washington dicen reconocer la necesidad de Israel de evitar que Hamas reciba
armas y otros materiales con los que -sospechan- podría atentar contra los
israelíes.
Sin embargo, estiman que el bloqueo es contraproducente para las perspectivas de
paz en Medio Oriente en el largo plazo.
Obama tuvo éxito en lograr que palestinos e israelíes se sentaran en lo que se
ha definido como diálogos de aproximación, pero no ha conseguido de parte del
gobierno de Netanyahu compromisos que logren destrabar los contactos.
Uno de los puntos ha sido la imposibilidad de que Israel acepte congelar la
expansión de asentamientos en territorios ocupados. Se espera que el presidente
estadounidense insista en ello este lunes, aunque teniendo en cuenta las
limitaciones de su homólogo israelí dentro de su coalición de gobierno.