Un total de 1.433 rusos, la mayoría de ellos ebrios, se han ahogado en los
dos últimos meses cuando se bañaban intentado escapar de las altas temperaturas
del verano, según un informe del Ministerio de Emergencias citado por agencias
rusas.
IAR
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Agencias
Grupos de bebedores de vodka, algunos con niños pequeños, se reúnen cada día en
lagos y lagunas a lo largo de la capital rusa donde la actual ola de calor ha
provocado que se superen los 37 grados centígrados.
"El ministerio de Emergencias ruso está muy preocupado sobre la situación
actual. Solamente en el último día contabilizado, 49 personas se han ahogado (en
Rusia), incluidos dos niños", explicaron fuentes ministeriales.
Más de 1.200 personas se ahogaron en Rusia durante el pasado mes de junio, y
sólo en este mes han muerto 233 más.
"La mayoría de esas personas estaban ebrias. Los niños fallecieron
simplemente porque los adultos no los cuidaron", añadieron fuentes
ministeriales. Los meteorólogos han anunciado que la ola de calor durará otra
semana más.
La semana pasada, seis menores de edad murieron ahogados en el mar de Azov, al
sur de Rusia, debido a que los empleados del campamento de verano que los tenían
a su cuidado se encontraban borrachos.
El presidente de Rusia, Dimitry Medvedev, explicó el pasado martes que el calor
era un gran problema para la agricultura rusa, y que el país se encontraba
atravesando la peor sequía en 130 años de estudios meteorológicas.
Verano con vodka
Según el Ministerio de Emergencias, cada día se ahogan en Rusia decenas de
personas, muchas de ellas bajo los efectos del alcohol, cuando se sumergen en
lagos, estanques y playas para intentar escapar de la ola de calor que está
experimentando el país.
A menudo
se ven grupos de personas que han estado bebiendo vodka, algunos con niños
pequeños, que van a refrescarse a lagos y estanques de Moscú y sus alrededores,
donde la ola de calor, que ya dura tres semanas, podría llegar a generar una
temperatura récord de 37 grados centígrados este fin de semana.
Casi 50 ahogados
Vadim
Seryogin, director de un departamento del Ministerio de Emergencias, dijo en una
rueda de prensa que las autoridades están "muy preocupadas por la situación
actual".
Seryogin
indicó que el caso más "escandaloso" que demuestra esa incompetencia
ocurrió el pasado fin de semana en el mar de Azov, en el sur del país, donde
seis niños se ahogaron porque los monitores del campamento de verano donde se
encontraban estaban borrachos.
Como
reacción a las protestas de la opinión pública por la tragedia, el presidente
ruso, Dimitri Medvedev, ha asegurado que lo ocurrido podría constituir un
"delito" y ha pedido que se castigue a los responsables y que se refuerce la
protección de los menores en los campamentos de verano.
Los
pronósticos de los servicios meteorológicos dicen que la ola de calor --la peor
registrada en Rusia desde hace varias décadas-- durará una semana más y que lo
más probable es que después no bajen drásticamente las temperaturas.