El primer ministro griego,
Georgios Papandreu dijo al Parlamento el viernes, tras una visita de un grupo de
inspectores de la Unión Europea, que los peores temores sobre la economía del
país se habían confirmado.
IAR
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/
Reuters
La
organización Grecia necesita recuperar con urgencia la confianza de los mercados
en sus estadísticas económicas y tranquilizar a los compradores de su deuda,
tras revelar que el Gobierno anterior ocultó las cifras reales sobre el déficit
fiscal.
"Todo lo que se conoció tras las elecciones demostró que Nueva Democracia (el
anterior Gobierno conservador) huyó de sus responsabilidades. La historia
confirmó nuestros peores miedos", dijo Papandreu.
"El daño es incalculable. No es sólo financiero o fiscal, sino que también
afecta la posición del estado", agregó.
La UE está presionando a Grecia para que tome medidas drásticas destinadas a
reducir su déficit y evitar un contagio a la moneda del área, el euro.
"Nuestra tarea hoy es olvidarnos del coste político y pensar sólo en la
supervivencia de nuestro país. Las políticas del pasado hacen necesario proceder
con cambios brutales y reducir los privilegios acumulados", declaró el primer
ministro.
Altos cargos del Gobierno griego dijeron que los inspectores de la UE, de visita
en Atenas junto con expertos del Fondo Monetario Internacional, han realizado
una evaluación algo negativa de la economía del país.
Su mensaje fue que Atenas incumplirá sus metas de reducción de déficit sin el
tipo de recortes de gastos que ya han generado protestas en Grecia.
"Sólo hay un dilema: ¿Caerá el país en la quiebra o reaccionará? ¿Dejaremos que
los especuladores nos ahoguen o tomaremos nuestro destino en nuestras propias
manos?", preguntó Papandreu.
"Debemos hacer todo lo posible ahora para enfrentar los peligros inmediatos hoy.
Mañana será demasiado tarde y las consecuencias serán mucho peores", advirtió.
Al mismo tiempo, el primer ministro insistió en que Grecia no buscará un rescate
del exterior. "Le pedimos a la UE solidaridad y ellos nos pidieron cumplir con
nuestras obligaciones. Las cumpliremos. Demandaremos a la comunidad europea
solidaridad y pienso que la recibiremos", afirmó.
"Ningún otro país pagará nuestras deudas. Es una cuestión de honor y orgullo
poner nuestra propia casa en orden", concluyó.