Las fuerzas armadas de Corea del Sur y EEUU iniciaron este lunes sus
maniobras militares anuales en medio de un clima de tensión con Corea del
Norte y la preocupación de China.
IAR
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Agencias
Los ejercicios durarán once días al sur de la Península de Corea y en ellos
participarán 56.000 soldados surcoreanos y 30.000 efectivos
estadounidenses, según informó la agencia Yonhap de Corea del Sur.
Pyongyang ha amenazado con responder con armamento nuclear desatando una
"guerra sagrada".
Las tensiones en la Península de Corea se reavivaron tras el hundimiento en
marzo del buque surcoreano Cheonan, en el que murieron 46 marineros y cuya
responsabilidad fue atribuida por Seúl a un torpedo norcoreano.
EEUU y Corea del Sur habían iniciado maniobras militares el mes pasado. La
que empiezan este lunes ocurren todos los años, consisten en simulaciones
hechas por computadora y tienen lugar en Corea del Sur y en otros países.
Los funcionarios involucrados aseguran que las maniobras -llamadas "Ulchi
Freedom Guardian" ("Guardián de la Libertad Ulchi")- son defensivas e
incluyen pocos movimientos de tropas.
Pero Pyongyang ha advertido que se trata de ejercicios "explícitos y
beligerantes" dirigidos hacia el Norte.
Corea del Sur llamó el domingoa
Corea del Norte a poner fin a sus provocaciones , mientras Pyongyang
amenazaba a Seúl con “el más severo de los castigos” por los masivos
ejercicios militares conjuntos con EEE que se inician este lunes.
Los dos rivales intercambiaron advertencias en un momento en que Seúl
develó una hoja de ruta para una eventual reunificación de la península y un
día antes de que comiencen unas maniobras de gran escala.
“Es hora de que Pyongyang se
enfrente a la realidad, haga un cambio valeroso y tome una decisión
drástica”, señaló el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak.
Las dos Coreas “deben sobreponerse al actual estado de división y avanzar
hacia el objetivo de una reunificación pacífica”, agregó, durante un
discurso en conmemoración de los 65 años de la liberación de la península
del régimen colonial japonés. Lee advirtió que Seúl no toleraría
provocaciones militares de su vecino.
En tanto, Pyongyang advirtió que el ejército y el pueblo del Norte
infligirían “el más severo castigo” a Seúl por las maniobras militares
conjuntas “como ya lo había resuelto y anunciado en el país y el exterior”,
dijo a la prensa oficial un portavoz del ejército norcoreano.
La relaciones entre los dos
países son tensas desde el hundimiento en marzo de un buque de guerra
surcoreano, que dejó 46 muertos. Seúl y Washington responsabilizaron al
régimen comunista de Pyongyang del ataque, que habría sido con torpedos,
según una investigación internacional.
Norcorea negó las acusaciones
y rompió sus relaciones con Seúl.
Según el corresponsal de la BBC
en Seúl, John Sudworth, la creciente tensión preocupa a los gobiernos de la
región, entre ellos a China, que ha pedido contención a las partes.
El gobierno de Pekín ha evitado condenar a Corea del Norte por el
hundimiento del Chenoan y también se opone a la decisión de realizar
ejercicios militares que puedan aumentar todavía más la tensión
regional.