(IAR
Noticias) 28-Agosto-09
La hipótesis coincidente que proyectan la mayoría de los medios y
analistas del sistema es la del "crecimiento débil" (salida lenta de la
recesión), con una recuperación leve de las variables económicas que no
alcanzará para reactivar los dos pilares básicos del crecimiento económico
mundial: El empleo y el consumo.
Informe
IAR Noticias/
L os números oficiales, la proyección
de los datos de la economía real, revelan un fenómeno contrapuesto: Hay señales
leves, los países imperialistas centrales comienzan a salir suavemente del
proceso recesivo, pero no hay datos ni señales que revelen una recuperación
inmediata del empleo y de los niveles de consumo.
La economía global comienza a "tocar fondo" (salir de la desaceleración),
después de pasar por la peor recesión y crisis financiera desde la Gran
Depresión, señala el Financial Times, el otro gran vocero emblemático del
sionismo financiero angloestadounidense.
Para el diario, en el cuarto
trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009, el ritmo de contracción de las
economías más avanzadas era similar a la caída libre del PIB en los comienzos
de la crisis de 1929.
Ante la actual situación -señala el
Financial -, cabe plantearse tres cuestiones. ¿Cuándo terminará la recesión
global? ¿Cómo será la recuperación económica? ¿Hay riesgos de que
se produzca una recaída?
En cuanto a la primera pregunta, todo indicaría que la economía global tocará
fondo en la segunda mitad de 2009. En muchos países desarrollados, (EEUU, Reino
Unido, España, Italia y otros miembros de la zona euro) y en algunas economías
emergentes (casi todas europeas) "los brotes verdes siguen estando
rodeados de malas hierbas".
En otras economías avanzadas, como Australia, Alemania, Francia y Japón, y en la
mayor parte de mercados emergentes, como China, India, Brasil y otras zonas de
Asia y América Latina, la recuperación ya ha comenzado a percibirse levemente,
lo que es indicativo -según el diario- de que hay una salida suave de la
desaceleración económica.
Como será la
recuperación
Con respecto a como será la
recuperación, el Financial dice que vendrá en forma U (recesión
larga y salida lenta), con crecimiento débil y por debajo de la media durante al
menos un par de años.
Para el diario, en la hipótesis de una recuperación en forma de U, el empleo
seguirá cayendo drásticamente en EEUU y en otros países: en las economías
avanzadas, el índice de desempleo superará el 10% en 2010.
"Ésta es una mala noticia para la
demanda y las pérdidas bancarias, pero también para los trabajadores
cualificados, un factor fundamental para el crecimiento de la productividad
laboral a largo plazo".
La salida en U se afianza por la contracción crediticia de los bancos,
que limita la capacidad de gastar de los hogares y de invertir de las
empresas, los endeudados consumidores se enfrentan a la caída del precio de la
vivienda y de los mercados de valores, de sus ingresos y del empleo.
El sistema financiero -continúa Financial Times-, a pesar de las medidas
adoptadas, sigue estando sumamente deteriorado. "Las entidades bancarias
tradicionales se enfrentan a unas pérdidas potenciales derivadas de préstamos y
activos de billones de dólares, además de sufrir una grave falta de
capitalización".
La baja rentabilidad, debido al alto endeudamiento y a los riesgos de
impago, al bajo crecimiento y a las constantes presiones deflacionistas sobre
los márgenes corporativos limitarán la disposición de las empresas a
producir, contratar personal e invertir, señala el diario.
El endeudamiento del sector público a través del aumento de los grandes
déficit fiscales amenaza con desplazar la recuperación del gasto del sector
privado. Además, los efectos de los paquetes de estímulos, se dejarán de notar a
principios del próximo año, lo que "aumenta la necesidad de un incremento de la
demanda privada para sostener el crecimiento continuo".
La reducción de los desequilibrios globales implica que los déficit por
cuenta corriente de las economías más pródigas como EEUU, reducirán los
excedentes de países que tienden al exceso de ahorro, como China y otros
mercados emergentes, Alemania y Japón. No obstante, si la demanda interna no
crece a un ritmo suficientemente rápido en países excedentarios, la
recuperación del crecimiento global será más débil.
La recesión de "doble fondo"
Según el Financial Times, este
escenario de "crecimiento débil" aumenta el riesgo de que se produzca una
recesión de doble fondo, en forma de W (alza temporal cuando la
economía siente el impulso del estímulo fiscal que luego se desvanece).
Hay riesgos -señala- asociados
a estrategias de salida de la relajación monetaria y fiscal: hagan lo que hagan
la autoridades, saldrán mal paradas. Si se toman en serio los grandes déficit
fiscales y aumentan los impuestos, recortan el gasto y acaban con el exceso de
liquidez en poco tiempo, frenarán la recuperación, haciendo que la economía
vuelva a un estado de estagflación (recesión más deflación).
Otro motivo para temer en una recesión de doble fondo es que "los precios del
petróleo, la energía y la alimentación crecen ahora mismo por encima de los
fundamentales económicos y podrían subir más, por la liquidez excesiva y la
demanda especulativa. Los 145 dólares el barril registrados el año pasado
afectaron seriamente a la economía mundial y, más en concreto, a la actividad
comercial. La economía mundial no podría resistir otro golpe, si la
especulación hace que el petróleo supere rápidamente los 100 dólares el barril".
En resumen, para el Financial Times lo probable es que la recuperación
sea débil (recesión larga y salida lenta) y se sitúe por debajo de la media en
las economías avanzadas, y hay un gran riesgo de que se produzca (cuando se
desvanezca el efecto de los salvatajes de empresas y bancos por parte del
Estado) una recesión de doble fondo, o sea una recaída de la crisis
impulsada por la falta de reactivación del crédito, el consumo y el empleo.
En líneas generales, la hipótesis del
financiero angloestadounidense está en línea con la proyecciones que realizan
los expertos y economistas alineados en una visión "pesimista" respecto
de la salida de la crisis.
La clave alfabética
Según una encuesta de The Wall
Street Journal realizada a fines de abril entre economistas, las
posibilidades de una recuperación atraviesa un complicado escenario cuya
salida está marcada por letras del alfabeto.
La letra "V", señala el tipo
de recuperación rápida que suele llegar después de una profunda recesión.
La letra "U", marca una
recesión más larga y una recuperación más lenta.
La letra "L", señala años de
crecimiento lento y doloroso.
En la la "W", se
produce un alza temporal cuando la economía siente el impulso del
estímulo fiscal que luego se desvanece.
Finalmente está la "D"
mayúscula, no por su forma sino por otra Gran Depresión.
¿ Qué letra del alfabeto marcará
finalmente el desenlace de la crisis?
Pese a que los reportes son
complicados y detallados, su esencia es fácil de resumir.
Los optimistas creen que la
recuperación tendrá forma de V. Los escépticos sostienen que se verá más como
una W (alza temporal) , o incluso como una sucesión de letras W,
concluye.
O sea que, en la visión los
pesimistas, la recuperación es solo un espejismo transitorio que tiende a
desvanecerse.
Hay que puntualizar que en Wall
Street y en los principales centros financieros de Europa y EEUU se impone -en
general, entre los expertos- la visión "pesimista" encabezada claramente
por el Financial Times y el Wall Street Journal, que representan
la tendencia masiva del pensamiento económico-financiero imperial.
Los que pagan la crisis
Pero, más allá de la visión de
los analistas del sistema, la llamada "salida de la crisis" tiene
claramente dos lecturas paralelas:
Por un lado, los pulpos
financieros de Wall Street y las bolsas mundiales, reciclan una nueva
"burbuja" ganancial, no ya con dinero especulativo proveniente del sector
privado, sino con fondos públicos (de los impuestos pagados por toda la
sociedad), puestos compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de rentabilidad
capitalista con la crisis.
Y por otro, mientras el
proceso inflacionario-recesivo desatado desde las economías centrales (EEUU
y Europa) ya genera hambre, pobreza y devaluación acentuada del poder
adquisitivo de las mayorías a escala planetaria, un selecto grupo de
mega-empresas y multimillonarios multiplican a escala sideral sus activos
empresariales y sus fortunas personales.
Simultáneamente, la economía
real del Imperio y de las potencias centrales colapsa en todas sus variables,
y los sectores más desprotegidos ya sufren los "ajustes" mientras una
crisis social, todavía de efectos imprevisibles, asoma de la mano de los
despidos masivos en Europa y EEUU.
Está claro entonces que lo que
es "crisis" para unos (los despedidos y los sectores más desprotegidos de
la sociedad), resulta "burbuja ganancial" para otros (el capitalismo
financiero que desató la crisis con la economía del apalancamiento
especulativo).
Y también está claro que los
masa asalariada (mayoritaria y peor paga) y los pobres, son a su vez los mayores
perjudicados por la utilización fraudulenta (estafa con el Estado capitalista)
de fondos de impuestos públicos para salvar a empresas privadas, ya que
no cuentan con los recursos (ahorros y medios capitalistas de supervivencia) de
las clases altas o medias altas.
Y que serán esos mismos sectores
quienes absorberán y cargarán
-nuevamente- sobre sus hombros todo el peso de la nueva etapa de "ajustes"
fiscales y despidos que se avecina con la "recaída" de la crisis,
pronosticada por los propios voceros del poder económico sionista que desató el
colapso recesivo con la especulación financiera.
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