as predicciones contradictorias indican lo difícil que es estimar el curso
de un declive que ha golpeado de igual manera a países ricos y pobres por
primera vez desde la Gran Depresión. Mientras el FMI reconoce el rol de los
estímulos estatales en impulsar en algo el crecimiento económico, el presidente
del Banco Mundial, Robert Zoellick, dijo que los países ahora deben concentrase
en reparar a los sistemas financieros.
Los dos cálculos se presentan en momentos en que los ministros del Grupo de
los Siete, EE.UU., Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Italia y Japón, se preparan
para reunirse en Italia para preparar los siguientes pasos para enfrentar el
declive económico. Una reunión de los líderes del G-8, que incluye a Rusia, se
llevará a cabo en julio.
La predicción del FMI proviene de un documento informativo para los ministros
del G7, dicen fuentes al tanto. El FMI calcula el crecimiento dial en 2010 en
2,4% frente a su predicción de abril de 1,9%. El FMI presentará un cálculo
formal a tiempo para la reunión del G-8
Por su parte, el Banco Mundial presentó públicamente una predicción, pero se
limitó a 2009, asegurando que calcula que la economía global se contraiga en
"cerca de 3%". Eso es marcadamente peor que la predicción de marzo de una
contracción de 1,75%. Zoellick dijo que aunque hay señales de un alivio de la
recesión en los países ricos, los países en desarrollo sufren de una caída en
las exportaciones, remesas e inversión extranjera.
En abril, el FMI calculó que la economía global se contraería en 1,3% en
2009. Las predicciones del FMI y del Banco Mundial no son comparables
directamente ya que miden el crecimiento de manera diferente.
El Banco Mundial dijo que los países en desarrollo probablemente necesitarán
entre US$350.000 millones y UD$635.000 millones en financiación en 2009 para
reducir su deuda, además de las inversiones privadas que ya anticipan. Zoellick
elevó la posibilidad de "cesaciones de pagos a gran escala" a menos que los
países puedan tomar prestado dinero de instituciones como el FMI, el Banco
Mundial y los bancos regionales de desarrollo.
Zoellick describió el declive global como uno que ocurre en "olas". En la
primera ola, la crisis financiera golpeó a EE.UU. y Europa. A medida que los
mercados en los países acaudalados se secaron, una segunda ola golpeó a los
países en desarrollo. Ahora una tercera ola está debilitando a las instituciones
financieras en estos países, lo cual podría producir una cuarta ola que podría
vapulear aún más a las instituciones financieras en EE.UU. y Europa.