l presidente Barack Obama pedirá
más de US$ 200.000 millones para hacer frente a los gastos de guerra que
tiene EEUU en el próximo año y medio, según un informe difundido este jueves
por la televisión norteamericana CNN, que cita fuentes de defensa.
La petición de Obama incluye US$75.500 millones en 2009 para
poder enviar más tropas estadounidenses a Afganistán.
Los gastos bélicos en Irak y
Afganistán para el año fiscal 2010, el cual comienza en octubre, serán incluidos
en el presupuesto general que Obama destinará al Pentágono, que se espera
sea anunciado este jueves, agregó CNN.
El presupuesto militar para el año fiscal 2009 (excluyendo las guerras en Irak y
Afganistán) alcanza los US$ 515.000 millones, informó el Pentágono.
El presidente Barack Obama pedirá
más de US$ 200.000 millones para hacer frente a los gastos de guerra de
ocupación que tiene EEUU en Irak y Afganistán en el próximo año y medio.
Cuando se agrega el costo estimado
de ambas guerras de ocupación, los gastos totales de defensa rondan los
715.000 millones para el año fiscal 2009.
Para tener una idea aproximada de
la cifra total destinada a la Defensa USA en 2009, la misma equivale a más de
dos veces el PBI (producción anual) de un país petrolero como Venezuela, a más
de tres veces el PBI de Chile, y a casi 20 veces el de Bolivia.
Pero hay una comparación aún más
pesadillesca: Lo que solicita la ONU para "combatir el hambre" en el
mundo (US$ 700 millones) equivale a solo el 1% del presupuesto para la
Defensa USA.
El Pentágono se llevará la parte del león en ese estimado de presupuesto
destinado a solventar la gigantesca estructura operativa militar de la primera
potencia imperial a escala global.
Según un informe de la
llamada Commissión on Review of Overseas Military Facility Structure Of
The USA, EEUU dispone
de más de 450.000 efectivos militares en el mundo, casi la mitad en
"situaciones de combate", cuenta con una red de 825 instalaciones militares en diversos
lugares del planeta (15 grandes, 19 medios y 826 de menor volumen), 5
comandos funcionales aéreos, terrestres y navales (entre ellos el Comando Sur
y la IV Flota) y 5 comandos geográficos, a los cuales se agregó el
recientemente creado AFRICOM.
El presupuesto destinado a Defensa es 15 veces mayor
que el destinado al Departamento de Estado, y el Pentágono dispone de 200
veces la cantidad de personal destinado al área de la política exterior.
Los militares supervisan
más del 20% de la asistencia externa destinada a fondos para el desarrollo y
disponen de grandes sumas para financiar centros de investigación para
implementar las políticas que imponen y / o para corromper funcionarios.
Además, el sideral presupuesto de
la Defensa engorda la expansión geométrica de las ganancias de los consorcios
armamentistas del Complejo Industrial Militar estadounidense, y es la prueba más
irrefutable de la relación simbiótica de supervivencia establecida entre el
sistema capitalista sionista con los conflictos armados y las ocupaciones
militares.
Uno se retroalimenta de los otros, y ambos términos de la ecuación conforman la
piedra angular de la existencia misma del sistema que hoy controla el mundo.
El gasto mundial en armamento,
liderado por Estados Unidos y su "guerra contra el terrorismo", ya supera
los US$ 1,3 billones, según el informe publicado
por el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo
(SIPRI, por sus siglas en inglés).
Considerando esa cifra el
actual presupuesto de Defensa de EEUU ya estaría superando el 50% del total
del gasto armamentista en el mundo.
Según el
SIPRI, 15 de las 25 principales empresas productoras de armas son estadounidenses.
Desde el
sector de Defensa (y posibilitado por la relación comercial
Pentágono-contratistas del Complejo Militar Industrial, se desprenden todas las
líneas de decisión y ejecución del macro-negocio con el armamentismo y la
infraestructura operativa de las ocupaciones (como Irak y Afganistán) y
bases militares norteamericanas (se calculan en casi 1000) diseminadas por el
planeta.
Las
líneas directrices de este monumental negocio con las guerras de ocupación y
el sistema financiero imperial, nacen y se proyectan desde la Casa Blanca
hacia el resto de los estamentos del Estado norteamericano.
Sobre la
base de un presupuesto de US$ 700.000 millones (destinado al sector de
Defensa) este macronegocio hoy hegemonizado por el lobby sionista demócrata
abarca desde la venta de armas y de tecnología de punta, hasta construcción de
infraestructura y de prestación de servicios privados a las bases militares y
fuerzas de ocupación.
Las
contratistas del complejo militar industrial no solo proveen armas y servicios
de seguridad privada, sino que también proveen la logística completa (ropa.
comida, alojamiento, etc) a los soldados, no solamente en las áreas de ocupación
sino también en la red de bases distribuidas por todo el planeta y dentro de
EEUU.
En este
escenario -y como se puede apreciar en la magnitud del presupuesto de Defensa-
los primeros pasos del "sueño americano" de Obama ya se empezaron a dar.