ontradiciendo el pronostico "positivo" de Obama al lanzar el lunes el plan de
estímulo económico, la Reserva Federal (el banco central de EEUU) revisó
marcadamente a la baja su pronóstico para la primera economía imperial,
prediciendo una mayor contracción con una tasa de desempleo cercana al 9% para
fines de año.
"Éste es el principio de lo que
necesitamos para crear empleo, para aliviar a las familias estadounidenses
angustiadas por no poder llegar a fin de mes y para poner a nuestra economía en
un camino firme hacia el crecimiento y la prosperidad", había asegurado esta
semana el presidente de EEUU en el acto de firma de la ley de estímulo
económico, un instrumento crucial con el que ha prometido resolver la crisis
financiera recesiva que estrangula al Imperio locomotora del sistema
capitalista.
En cálculos dados a conocer el miércoles, los reguladores de la Reserva Federal
indicaron que no esperan que el desempleo vuelva a su tasa usual de cerca de
5% antes de 2012.
La Fed culpó de la revisión a la baja
a "la intensificación de la crisis financiera y su efecto sobre el crédito y
la riqueza, el debilitamiento de la confianza del consumidor y el sector
empresarial, la desaceleración de la actividad económica global y la debilidad
de los nuevos datos sobre gasto y empleo", según un resumen de los
pronósticos hecho público junto con las minutas de la reunión regulatoria del 27
y 28 de enero.
El crecimiento del año entrante se
calculó en entre 2,5% y 3,3%. Eso no sería suficiente para reducir la tasa de
desempleo por debajo de su nivel más reciente -7,6% en enero- antes de 2011.
Ahora se calcula que la tasa de desempleo se mantendrá en entre 8,5% y 8,8%
en el trimestre final de 2009, y al menos un funcionario la situó en 9,2%
este año y hasta fines de 2010.
Tras un discurso en el Club Nacional de Prensa el miércoles, el presidente de la
Fed, Ben Bernanke, dijo que es "muy probable" que la tasa de desempleo supere el
8% pero dijo que la cifra final "depende de manera crítica de las decisiones
regulatorias y de política".
En su reunión a fines de enero,
reguladores de la Fed dijeron que la economía se contraería entre 0,5% y 1,3%
este año, un estimado mucho peor que el realizado en octubre, cuando el
rango de la proyección iba de una contracción de 0,2% a una expansión de 1,1%.
FMI pronostica segundo "shock" bancario
Según adelantó el director general
del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, en una
entrevista que el miércoles publicó el diario galo Les Echos, la próxima
previsión del organismo sobre el crecimiento mundial, que se dará a conocer
dentro de tres meses, podría "aproximarse a cero".
"La situación es bastante clara. El
año 2009 ya se ha jugado en buena medida y será muy malo", advierte Strauss-Kahn
tras recordar que la última previsión del FMI hablaba de un 0,5% de crecimiento,
con una recesión del orden del 2% en los países avanzados, y que las cifras que
han llegado después "no son buenas".
"La próxima previsión del FMI, en tres meses, bien podría aproximarse a cero",
añade el responsable del organismo financiero internacional.
Strauss-Kahn teme igualmente un
segundo "shock" bancario debido a una degradación de la coyuntura. "Sí, es
posible un efecto de segunda vuelta", admite.
En su opinión, "la chispa de las 'subprimes'
ha incendiado un polvorín" y, como consecuencia, los créditos que no eran
malos al principio acabaron siéndolo debido al deterioro de la situación de los
prestatarios.
Tampoco oculta su inquietud ante el
regreso del proteccionismo, aunque cree que el de hoy no se manifiesta como el
de los años 1930 a través de un aumento de los aranceles.
"Cuando un país incita a sus banqueros, como contrapartida a una ayuda en forma
de recapitalización o de garantía de depósito, a dedicar exclusivamente sus
actividades de crédito a nivel nacional, es una forma de proteccionismo",
explica.
Por otro lado, se dice partidario de
revisar el sistema económico mundial, subraya el "fracaso" del pensamiento
"ultraliberal" y apuesta por un mercado financiero mejor regulado, pero no
se trata de decir que es "el fin del capitalismo".
"Por ejemplo -argumenta- la polémica sobre la remuneración de los directivos
empresariales, que es legítima, no plantea el problema de la desaparición de la
economía de mercado, pero sus reglas de funcionamiento tienen que tener cierta
ética social".