La permanencia en el poder del
presidente venezolano, Hugo Chávez, y de su proyecto político será sometida el
domingo a prueba mediante un referéndum en el que cerca de 17 millones de
personas decidirán si están de acuerdo o no con que se establezca en el país
la reelección indefinida del mandato presidencial, de los gobernadores,
alcaldes y legisladores.
El domingo los venezolanos tendrán
que responder nuevamente "Si" o "No" a la pregunta de si está de acuerdo con
aprobar la reforma de cinco artículos de la Constitución, para que todos los
cargos de elección popular puedan ser de postulación indefinida.
En términos de la realidad inmediata,
Chávez se juega la posibilidad de acceder a un tercer mandado en el año 2012 y prolongar, sin límite de períodos, su estancia en el poder. Él mismo ha dicho en
repetidas ocasiones que está dispuesto a gobernar "50 años más" o, en el
peor de los casos, "hasta que Dios quiera".
La mayoría de las encuestadoras
vaticinaron un ligero triunfo a favor del "Si", sin embargo, los especialistas
no descartan que esta situación se pueda modificar a favor de la oposición por
una decisión de último momento de los indecisos, también llamados "ni-ni".
El director de Datanalisis, Luis Vicente León, quien el pasado viernes descartó
la existencia de un empate técnico a pocas horas de la consulta, dando una
ventaja al "Si", señaló que hay un 16% de "ni-ni" que tendrán la última
palabra.
"Estadísticamente el "Sí" está por arriba, ya no hay una situación de empate
técnico, se ha abierto una diferencia, pero esa diferencia es muy inferior al
número de indecisos, lo que indica que todavía no es una situación estable sobre
la cual podamos proyectar un resultado", dijo en entrevista a la emisora
colombiana RCN.
De cualquier manera, Chávez y su
tropa aprendieron de los fracasos y se guardan una carta en la manga para
el caso de perder el referendo.
Según lo que se dejó trascender en la
prensa local e internacional el chavismo tiene preparado un "plan B" para
el caso en que el resultado en las urnas le sea nuevamente desfavorable.
Varios diputados de la Asamblea
Nacional, explicaron a la prensa cuál será la estrategia a aplicar ante una
derrota electoral.
El presidente de la Comisión de
Política Exterior del Parlamento, Roy Daza, señaló que la ley venezolana
establece tres vías para aprobar una enmienda. La primera fue agotada en el
2007 cuando el propio Chávez propuso la reforma constitucional que fue rechazada
en el referéndum de diciembre.
Pero hay -según el parlamentario- un
tercer mecanismo restante que aún no se ha agotado que es el de la
"iniciativa popular", por medio de la cual un grupo de ciudadanos puede
recoger al menos el 15% de las firmas correspondientes al padrón electoral y
llevarlas ante el Parlamento, que deberá someterlo a consideración y aprobar una
solicitud ante el CNE para que autorice otra vez el proyecto de un
referendo.
El parlamento cuenta con mayoría
chavista por lo cual la habilitación de un tercer referéndum estaría
garantizado.
Pero, para el caso de que no se
resuelva habilitar una nueva vía de consulta, y en caso de perder el referendo
del domingo, el Plan B contemplaría una variante alternativa con un candidato
oficialista para el 2012 que contara con la bendición expresa y el apoyo de
Chávez.
Sería la instrumentación de un
"efecto Putin" en Venezuela, con Chávez manejando todos los hilos del poder
detrás del presidente electo en las urnas.
El propio Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV), señaló que el chavismo podría barajar otra alternativa, la de
presentar otro candidato del PSUV para las elecciones presidenciales de 2012,
que esté respaldado por Chávez. "Es importante recordar que ya contamos con un
partido fuerte", precisó.
Hay expertos que opinan que esta alternativa es
más viable, incluso, que habilitar un tercer referéndum para el caso de que el
oficialismo chavista pierda la consulta del domingo.