(IAR
Noticias) 10-Julio-09
La estrategia es sencilla: El Pentágono se corrió del frente (la línea del fuego
rebelde) y colocó en su lugar al ejército de cipayos del gobierno títere iraquí
para que mueran como moscas y asuman el costo político de la derrota en Irak. El
mando militar de EEUU, en tanto, controla a Irak por aire y por tierra por medio
de sus bases militares y tropas acantonadas en las periferias de las ciudades
iraquíes. El plan ni siquiera fue diseñado por la administración Obama, sino por
el Pentágono de Bush, y hoy continúa en la figura del actual secretario de
Defensa Robert Gates. De esta manera, EEUU cumple con su "palabra" de
"retirarse" de Irak sin romper el esquema cerrado de la dominación militar. En
suma, Washington sigue controlando militarmente a Irak, sin soldados muertos o
heridos, sin costos políticos, sin manifestaciones "pacifistas" pidiendo el
retorno de las tropas en las ciudades estadounidenses, mientras los iraquíes se
despedazan los unos a los otros en una carnicería sin fin. La máxima obra de Maquiavelo (en versión corregida imperial) ya comenzó a escribirse en Irak.
IAR Noticias/
Agencias EFE
y AFP
Al
menos 42 personas murieron y más de 80 resultaron heridas este jueves en una
serie de atentados en el norte de Irak y en Bagdad, los peores desde el
repliegue de las tropas estadounidenses de las ciudades iraquíes, a finales de
junio.
E n Tal Afar, 80 kilómetros al
oeste de Mosul (al norte, a 350 km de Bagdad), 35 personas murieron y más de 60
resultaron heridas en un doble atentado suicida en un barrio residencial
de la ciudad, indicaron fuentes hospitalarias y policiales.
Un primer kamikaze se hizo estallar cerca de la casa de dos policías que
trabajan en una unidad antiterrorista de la ciudad, matando e hiriendo a varios
transeúntes, indicó el coronel Jaled Omar, oficial en Tal Afar.
En un 'modus operandi' frecuente en Irak, el segundo kamikaze se introdujo entre
la multitud que estaba tratando de socorrer a las primeras víctimas y también se
hizo estallar. Los dos policías salieron ilesos del ataque.
Ese ataque fue el peor desde la retirada de las tropas estadounidenses de las
ciudades iraquíes, el 30 de junio pasado. Desde entonces, el ejército y la
policía iraquíes tienen a su cargo la seguridad en las localidades, mientras que
las tropas estadounidenses, que mantienen un bajo perfil, se limitan a patrullas
fuera de las aglomeraciones.
Este
jueves, el populoso barrio chiita de Ciudad Sadr, al noreste de Bagdad, donde
viven dos millones de personas, fue escenario de un doble atentado en el que
murieron seis personas y 24 quedaron heridas, entre éstas mujeres y niños,
indicaron fuentes policiales y médicas.
El atentado se produjo hacia las 07H30 locales (04H30 GMT), según esas fuentes,
igual que los de Tal Afar.
Como ocurrió cerca de Mosul, una primera bomba estalló en el mercado Al Ula de
Ciudad Sadr y minutos después estalló el segundo artefacto, precisó una fuente
policial.
En el barrio central de Karrada, el convoy de Sinan al Chbibi, gobernador del
Banco Central iraquí, fue blanco de una bomba. El responsable salió ileso, pero
cinco personas resultaron heridas, entre éstas dos guardaespaldas de Chbibi.
Las dos explosiones se produjeron en Baawiza y en Al Quba alrededor de las 19H00
locales (16H00 GMT), cerca de mezquitas chiitas y poco antes de la plegaria,
según la policía de Mosul.
Cientos de responsables
gubernamentales y de diputados han sido asesinados en los últimos seis años
en Irak, desde el derrocamiento del régimen del difunto dictador Saddam
Hussein en abril de 2003.
La violencia de este jueves se
suma a una serie de atentados que se registraron en la tarde y la noche del
miércoles, que causaron más de veinte muertos y medio centenar de
heridos, según fuentes policiales.
El atentado más grave del miércoles se produjo cerca de una mezquita chií de la ciudad
de Mosul, unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, donde perecieron 19 personas y
más de 40 resultaron heridas al estallar un coche-bomba, según un saldo de
víctimas actualizado hoy.
También hubo otros atentados en
Mosul, en la población de Zammar, cercana al anterior, y en la localidad de
Musayib, unos 50 kilómetros la sur de Bagdad, en este último lugar cuando se
celebraba una boda.
La cadena de hechos violentos se
registra pocos días después de que los soldados de Estados Unidos completaran
su retirada de las ciudades de Irak, de acuerdo con los compromisos de
seguridad firmados por Bagdad y Washington el 13 de diciembre pasado.
La región de Mosul es uno de los últimos bastiones activos de Al Qaeda y de los
insurgentes en el país. Estos ataques recuerdan que pese a haber sido derrotados
ampliamente por las operaciones militares estadounidenses lanzadas a mediados de
2007, siguen siendo capaces de llevar a cabo sangrientos ataques bien
coordinados.
"Creo que habrá atentados esporádicos, aprovechando" la retirada de las
tropas estadounidenses, había advertido el 30 de junio pasado el secretario
estadounidense de Defensa, Robert Gates.
Durante una reciente visita a Bagdad, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe
Biden, lanzó una advertencia sin precedentes a los dirigentes iraquíes, al
afirmar que su país podría desentenderse políticamente si Irak vuelve a
hundirse en la violencia confesional o étnica.
Estados Unidos, que se ha congratulado de la baja considerable de la violencia
en Irak, expresó en cambio su exasperación frente a la falta de avances en las
reformas constitucionales necesarias para poner fin a la profunda división entre
chiitas, sunitas y kurdos.
Esa advertencia molestó al Gobierno iraquí, que pidió a Estados Unidos que "no
se inmiscuya en su política interna".
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