El
euro cayó durante un momento el martes a US$1,4505, su nivel más bajo desde
principios de octubre, reflejando los temores de que la recuperación económica
del bloque podría descarrilarse, señala este miércoles The Wall Street
Journal.
El euro,
que hasta hace apenas unas semanas mantuvo una escalada y desplazó al dólar,
bajó en los último 15 días y podría seguir cayendo con más fuerza ante la
huída masiva de los especuladores hacia la compra de activos más "seguros" en
moneda estadounidense.
Los
gobiernos centrales de la UE salieron hace un año al rescate de sus bancos con
masivas inyecciones de fondos públicos (provenientes de los impuestos pagados
por toda la población europea) que dispararon los déficits públicos y las
deudas. Ahora, presionados por los rumores de falta de respaldo, los
especuladores financieros en alta escala temen que algunos
Estados de la UE no pueda hacer frente a sus compromisos de pago.
La
incertidumbre que los analistas y las propias autoridades oficiales siembran
sobre la "recuperación económica", los bajos niveles de crecimiento que exhiben
algunas economías, la no reactivación del empleo y del consumo (los pilares
básicos de la economía real), impulsan la caída del euro y tornan cada vez
más difícil la colocación de deuda en los mercados financieros.
Para los
países europeos, castigados por la deuda, resulta cada vez más difícil colocarla
por la falta de confianza existente en su capacidad de pago. En cambio, EEUU colocó US$ 29.000 millones en bonos a 28 días a tasa de interés 0.
Los
déficits presupuestarios (consecuencia de la desaceleración económica y baja de
la recaudación) que se ensañan con las economías más débiles como Grecia,
Irlanda, Portugal y España han obligado a los países más fuertes, liderados por
Alemania, a pensar sobre un posible rescate de Grecia, si resulta necesario
para apuntalar a otros miembros de la zona euro.
La actual
calificación de la deuda griega hace que el gobierno encuentre serias
dificultades para refinanciar los pagos a punto de vencer. El déficit público
griego está en el 12%, su deuda pública es ya del 125% de su PBI -300.000
millones de euros, la mayor de la UE- y la bolsa de Atenas perdió esta semana un
13,5%.
Grecia es
sólo "la punta del iceberg" de los miembros de la zona euro con grandes
problemas fiscales, señaló Norbert Barthle, vocero de presupuesto de la
gobernante Unión Demócrata Cristiana de la canciller alemana Ángela Merkel.
Déficits
en ascenso como el de Grecia ponen a prueba la credibilidad del pacto de
estabilidad de la zona euro, bajo el cual los gobiernos prometen no gastar
de forma desmedida y cuentan con que los otros miembros del bloque monetario de
16 miembros los rescatarán.
"Grecia es vista en el mercado como un ejemplo de lo que podría pasarles a
otros países en la zona euro", afirma Diego Iscaro, economista de IHS Global
Insight en Londres. "Europa tiene muchos tratados pero no tiene un mecanismo
claro sobre cómo manejar estos casos", agrega.
La nacionalización de un banco austríaco el lunes, junto con rumores de
"insolvencia" en otro prestamista de ese país expuesto a Europa del Este, donde
la crisis tuvo un fuerte impacto, también alteró los mercados.
Por su
parte, el banco de inversión suizo UBS escenificó el miércoles un panorama
muy sombrío para la economía española en los próximos años con un elevado
nivel de desempleo, crecimiento limitado y rebajas en la calificación de la deuda de
las principales agencias de medición.
En una conferencia de prensa, el director de estrategia para España de la
entidad suiza, Roberto Ruiz, afirmó que esperan una caída del 0,8 por ciento
en el Producto Interior Bruto español en 2010.
"El desempleo y la crisis inmobiliaria lastran la recuperación, que será débil y
frágil (...) Tras contraerse un 3,7 por ciento en 2009, el PIB medio todavía
podría registrar una caída en 2010", señaló UBS en su informe.
La economía española, que para los expertos del banco ha reducido su potencial
de crecimiento en dos puntos porcentuales hasta el 2,2 por ciento, va a producir
un elevado nivel de desempleo, que se situará en los 4,8 millones en 2010 con
una tasa de desocupación del 20 por ciento.
Según
datos oficiales difundidos el martes, los costos laborales de la zona euro
crecieron en el tercer trimestre apoyados en unos mayores salarios en
industria, aunque la expansión general se ralentizó (desaceleró) respecto a los
tres meses anteriores, según datos difundidos el martes.
Los costos laborales totales por hora en el área de los 16 países del euro
subieron un 3,2 por ciento interanual en el trimestre entre julio y septiembre
tras una revisión al alza a una subida del 4,3 por ciento en los tres meses
anteriores, según informó la oficina de estadísticas europea.
Los salarios subieron un 3,1 por ciento, una desaceleración notable frente
al aumento del 4,2 por ciento del trimestre anterior.
Los mayores aumentos en los costos laborales se registraron en
Finlandia y
Alemania -6,2 y 4,8 por ciento, respectivamente- seguidos de España y Portugal
con un 4,7 por ciento en ambos.
En este
escenario, que tira abajo la euforia oficial sobre la "recuperación", el
Banco Central Europeo (BCE) prevé que la economía de la zona euro experimente
un crecimiento "moderado" en 2010, y advierte de que esas perspectivas están
sujetas a un elevado grado de incertidumbre. Además subraya que algunos de
los factores que contribuyen a la recuperación moderada en algunos países son de
naturaleza "temporal".
El boletín de diciembre de la institución emisora de la eurozona recoge las
expectativas del Consejo de Gobierno del BCE, que en su reunión del pasado 3 de
diciembre mantuvo estables los tipos de interés en el 1%, respecto a un
"crecimiento moderado en 2010", aunque señala que el ritmo de la recuperación
probablemente será "irregular".
"En este momento, la zona del euro está beneficiándose del ciclo de existencias
y de la recuperación de las exportaciones, así como de las importantes
medidas de estímulo macroeconómico que se están aplicando y de las adoptadas
para normalizar el funcionamiento del sistema financiero", afirma el BCE en su
boletín.
No obstante, la entidad advierte que "algunos de los factores de estímulo son
de naturaleza temporal y es probable que la actividad se vea afectada durante
algún tiempo por el proceso de ajuste de los balances que está teniendo lugar en
los sectores financiero y no financiero, tanto dentro como fuera de la zona del
euro.
Mientras
tanto, nuevas señales de crisis en el sector bancario de Europa causaron
preocupación sobre la periferia de la zona euro.
Viena
reaccionó para calmar temores sobre su sistema bancario el martes cuando
el banco central austriaco negó informes de prensa locales de que un gran
prestamista cooperativo, Österreichische Volksbanken AG, estaba en una lista de
alerta de bancos en problemas.
El
informe, publicado en el diario Die Presse, fue suficiente para afectar
las acciones de los bancos austriacos y poner más presión sobre el euro,
un día después de que Austria sorprendiera a los mercados al nacionalizar un
prestamista regional clave, Hypo Group Alpe Adria.
En este
escenario, las potencias centrales de la Unión Europea, los mercados financieros
y las agencias de calificación de crédito están ejerciendo presión sobre Grecia
para que ponga en marcha sus promesas con un plan de acción concreto antes de
enero.
El
ministro de Finanzas griego, George Papaconstantinou, visitó Berlín y París el
martes, escalas de una gira que busca tranquilizar a los gobiernos de la UE en
Londres y Fráncfort.
Ángela
Merkel, canciller de Alemania (una de las economías europeas que crece
débilmente junto a
la de Francia), antes de volar a Bruselas para la cumbre europea, pidió que la
UE esté preparada para rescatar a cualquier miembro de la zona euro por la
"responsabilidad común" en la eurozona y exigió a Grecia que controle su deriva
económica, echando más leña al fuego del clima económico griego.
Horas
después, su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, fue más claro: Grecia
deberá arreglar sus problemas "sola" y la ayuda europea serán "consejos".
Funcionarios de la Unión Europea han advertido , tanto pública como
privadamente, que es probable que Grecia no necesite un rescate, siempre y
cuando cumpla sus promesas. Pero si los mercados se niegan a financiar el
déficit del país en algún momento, tendría que acudir a un préstamo de los
países de la UE, el FMI o una combinación de los dos.
En
general, la sombra de una insolvencia de pago generalizada (producida por los
déficit y la baja de recaudación fiscal) hace temer un rebrote de la crisis
financiera, no ya a nivel de los bancos y entidades privadas, sino a nivel de
los propios Estados de la Unión Europea.