El
general Juan Domingo Perón, tres veces presidente constitucional de la
Argentina, solía decir que los imperios, como los peces, se "pudren por
la cabeza".
Las señales son múltiples: Elecciones
"libres y democráticas" en países ocupados militarmente, los supermillonarios
organizando fundaciones para "combatir la pobreza", las corporaciones y bancos
capitalistas liderando campañas mundiales de la "solidaridad", las
superpotencias imperiales (con EEUU a la cabeza) levantando las banderas de la
"democracia y los derechos humanos", presidentes de "izquierda" que gerencian
Estados capitalistas, potencias criminales (como EEUU e Israel) que masacran
militarmente a poblaciones civiles en nombre de la "paz", son apenas muestras de
una tendencia de desdoblamiento (entre el hacer y el decir) nivelada
y aceptada por todo el planeta.
Y la frutilla de la torta: "El
presidente estadounidense, Barack Obama, aceptó el Premio Nobel de la Paz en una
ceremonia en Oslo, capital de Noruega, cuando aún retumban en el mundo los
tambores de la guerra en Afganistán que hizo sonar hace sólo nueve días",
señala este jueves la cadena BBC.
"Pero el acto de defender la paz y justificar la guerra se presenta como
delicado para Obama, cuando distintas encuestas de opinión reflejan dudas
crecientes sobre sus méritos para recibir el mismo galardón que antes
tuvieron personas como Nelson Mandela o la Madre Teresa de Calcuta", subraya la
cadena.
El estilo "suave y mesurado" de la
BBC (una cadena imperial) omite decir abiertamente lo obvio: El sistema
capitalista y sus instituciones no tienen límites para el ejercicio del absurdo
y del doble discurso.
Si la ONU y el Banco Mundial
(instituciones bajo histórico control imperial) lideran la "guerra contra la
pobreza" ¿Porqué Obama no puede ser galardonado con el Premio Nóbel de la Paz?.
No por casualidad el gran
inventor e impulsor del modelo de "doble discurso" a escala global es
EEUU, la primera potencia del sistema capitalista dominante, que habla como
paladín mundial de la "democracia" y los "derechos humanos", pero
gerencia efectivamente su poder imperial con el ejército y el arsenal nuclear más poderoso del
planeta, cinco flotas con capacidad nuclear surcando las aguas del mundo y casi mil
bases militares distribuidas por todos los puntos estratégicos del planeta.
Debajo de este paraguas de
dominio hegemónico geopolítico-militar-nuclear, los gerentes de turno del Estado USA
edifican sus discursos públicos sobre la base de la imposición de los
"regimenes democráticos" y la "gobernabilidad en paz"
monitoreados desde Washington, como está claramente explicitado en los
documentos del Departamento de Estado.
EEUU, que tras el 11-S conquistó a
sangre y fuego Irak y Afganistán (donde las fuerzas ocupantes ya asesinaron a
centenares de miles de personas, principalmente civiles) impuso simultáneamente
en ambos países ocupados por sus fuerzas militares el "régimen democrático" con
elecciones periódicas donde los conquistados votan gobiernos controlados por
los invasores.
Debajo del
paraguas del Estado USA, la
"realidad internacional" se construye sobre los parámetros establecidos del
"doble discurso" capitalista, orientado a esconder la realidad del dominio
imperial y la depredación planetaria realizada por los bancos y las empresas del
sistema capitalista transnacionalizado.
Naciones imperiales como
las potencias centrales europeas (que han fundado sus imperios en base a la ocupación
militar, el sometimiento de pueblos y el esclavismo) se erigen como íconos
universales de la "democracia" y de los "derechos humanos" e imponen las
reglas de la virtud "civilizatoria" al resto de los países de la periferia
subdesarrollada.
De la misma manera, los bancos y
transnacionales capitalistas (que han acumulado sus activos empresariales sobre
la
base de la explotación histórica de países y de la depredación sistemática de los
recursos naturales y el medio ambiente) financian ONGs y
distintas organizaciones mundiales para "combatir la destrucción del medio
ambiente".
Organizaciones internacionales del
sistema capitalista, como el Banco Mundial o el FMI (recurrentemente utilizadas
como gendarmes y supervisores del macro-robo financiero a través del
endeudamiento de los países más débiles) son designadas a su vez como baluartes
internacionales de la "ética solidaria" y del combate estructural contra
la pobreza en el mundo.
¿Hay que sorprenderse del Premio
Nóbel a Obama?
Para nada: Obama sólo ejecuta lo que
su creador, el Imperio USA, impuso como norma de dominio aceptada por todo el
sistema: Hablar con la paz, ejecutar con los misiles.
En esa línea, Obama llegó a Oslo a
recibir el "Nobel de la Paz" custodiado por un impresionante aparato militar que
incluye fuerzas militares convencionales y unidades de despliegue nuclear.
¿Locura, estrategia o doble discurso?
Todo junto: El sistema capitalista es
una síntesis (como Obama). De día democracia y derechos humanos, de noche
exterminio masivo de población sobrante. En un momento las identidades se
confunden: El sistema compra su propia alienación, y el "doble discurso" (el
"Hombre y la Bestia") adquieren identidad de "normalidad aceptada" por las
mayorías mundiales.
Tengan cuidado: El "Hombre y la
Bestia" andan sueltos por el planeta, pero nadie los ve.
La humanidad, programada por el mismo
sistema, ya no sabe quién es quién.
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(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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