l incremento del "terror militar"
con matanza indiscriminada de civiles en las últimas 48 horas se orienta a
presionar un plan en la ONU que le posibilite conseguir por vía
diplomática lo que su aparato de destrucción militar no pudo conseguir hasta
ahora por vía del asesinato masivo en Gaza.
Para
los halcones judíos, obligados a matar más cada día para conseguir sus objetivos
en Gaza, comenzó a correr el tiempo del desgaste y de los vientos en contra,
en un escenario internacional y social donde asoma cada vez más una hostilidad
abierta hacia la impunidad de la masacre militar.
Ahora ya no buscan el objetivo de
máxima, sino una victoria mediática- diplomática que les garantice un repliegue
honroso de sus tropas.
En consonancia con esa estrategia de
presión por medio del "terror militar", el mando militar israelí
advirtió este jueves con gacetillas a los habitantes del sur y del norte de Gaza que dejen sus
casas, porque corren riesgo de convertirse en blanco de su ofensiva militar.
"Lean este folleto cuidadosamente para que sigan las instrucciones", empiezan
los folletos lanzados por los aviones sobre las poblaciones que vienen siendo
blanco de los ataques desde hace trece días.
"Las Fuerzas de Defensa de Israel aumentarán sus operaciones terrestres contra
los terroristas de Hamás. Ellos los usan como escudos humanos disparando cohetes desde
sus casas", señala el aviso.
Para los expertos militares, no se trata de
un sadismo circunstancial de la cúpula sionista de Tel Aviv, sino de una operación de acción
psicológica estudiada para crear el "caos y el terror social" como
complemento agravatorio del exterminio militar.
Con un objetivo encubierto de quebrar el consenso social de
Hamás entre
la mayoría de la población de Gaza sometida diariamente a los bombardeos de la aviación
israelí.
Avisar que se va a matar, antes de matar, es una técnica
de acción psicológica destinada a quebrar la
moral de la población invadida y a distanciarla cada vez más de la resistencia.
La acción psicológica israelí busca que el "miedo a morir" sea más fuerte que la
muerte misma, con la finalidad de que el invadido acepte y apoye la
"paz del invasor" que EEUU está preparando con la Unión Europea y
sus socios árabes en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Este jueves, y como producto de trece
días consecutivos de bombardeos, la Franja de Gaza atravesaba una
situación humanitaria cada vez más alarmante tras la suspensión de las
operaciones de la principal agencia de la ONU que trabaja en el territorio y
mientras el balance de muertos de la ofensiva israelí alcanzaba los 763 muertos
y más de 3200 heridos.
En las últimas horas, la aviación y
las baterías israelíes incrementaron en grado notable sus ataques contra
blancos civiles, incluidos hospitales, escuelas y transportes de ayuda
humanitaria en un intento -según analistas árabes- de profundizar el caos y el
terror entre los pobladores de la Franja.
"Al no haber logrado sus objetivos
prosiguiendo la guerra contra la población de Gaza, el régimen sionista ha
ampliado el conflicto hasta el sur del Líbano y quiere adecuar las condiciones
para que se produzca un alto el fuego para así poder huir del pantanal de Gaza”,
ha manifestado hoy jueves, en una entrevista con la agencia IRNA,
Husein Alai, profesor
universitario experto en cuestiones de Oriente Medio.
Los resultantes de la masacre parecen
corroborar ese objetivo:
Según las últimas
cifras provistas por las autoridades sanitarias palestinas, más de la
mitad de los 763 palestinos asesinados son mujeres, niños y adolescentes.
203 del total de la cifra son niños.
Llamativamente, la potencia judía
invasora masacró a la mayor cantidad de civiles en las últimas 48 horas,
cuando en el Consejo de Seguridad de la ONU se discutía una tregua y un "plan de
paz" presentado por Egipto y que contaba con el apoyo explícito de Washington,
la Unión Europea y Tel Aviv.
Sobre el plan propuesto por los
egipcios, el experto Alai opinó que dicho plan ha sido presentado porque Israel
y EEUU están interesados en que Egipto desempeñe su papel por ser este país
“un factor de control sobre el comportamiento de los palestinos, en especial, de
Hamás”.
“Tenemos que tener en cuenta de que los Hermanos Musulmanes de Egipto tienen
mucho poder -explicó-, y que esta organización sigue el mismo ideario político
que Hamás; por tanto, el gobierno de El Cairo necesita mostrar a quienes están
de parte de los palestinos que se obra a favor de éstos, y es por esta razón por
la que han propuesto un alto el fuego.”
“Habida cuenta de que Egipto tiene
frontera con la Franja de Gaza a través del paso de Rafah, Israel está
interesado en mantener el control sobre la población palestina a través de
Egipto”, concluyó.
Los últimos anuncios de que el mando judío había decidido ampliar la
invasión "sin plazo" (simultáneos a las negociaciones de una tregua en la ONU)
para terminar con Hamás, sólo buscan crear las condiciones para la viabilidad de otro "plan
diplomático" que rescate a Israel de otra derrota militar en Gaza.
La falta de avances en los objetivos
militares de destruir la capacidad operativa de Hamás y de las organizaciones de
la resistencia ya ha desatado una crisis en el gabinete de Olmert dividido entre
los que quieren continuar la masacre militar para terminar con la
infraestructura de lanzamiento de cohetes, y los que quieren pararla antes de
que el mundo estalle en protestas y boicots contra Israel a lo largo y ancho del
planeta.
La decisión de profundizar el
exterminio militar (como estrategia de repliegue "victorioso) es apoyada por
los mandos del ejército y de la fuerza aérea y está impulsada por el triunvirato
Olmert-Livni-Barak cuyo partido disputará elecciones presidenciales con el Likud
de Benjamín Netanyahu en febrero.
Los cohetes
de la resistencia palestina, aunque produzcan daños mínimos respecto al
genocidio masivo de los bombardeos israelíes a civiles palestinos, conforman el
flanco débil, el "talón de Aquiles", que desgasta políticamente a los halcones
de Tel Aviv y los confrontan con los políticos más "moderados" y los intendentes
del norte, que los culpan por las acciones de Hamás.
En este escenario, y ante el rechazo
por parte de Hamás este jueves de la "tregua" propuesta por Egipto y el eje
USA-UE en la ONU, se estima que Israel va a seguir incrementando en las próximas
horas
el "terror militar" como modo de presión para forzar otro plan que le posibilite
una retirada "victoriosa" del pantano de Gaza.
Esta estrategia de huida
"victoriosa" sólo tiene un impedimento: Hamás, cuyos comandos (luego
de dejarlas entrar a la ratonera) ya comienzan a infligirles bajas considerables
a las fuerzas judías, como Hezbolá en Líbano 2006.
Y como ya lo advertimos en otro
informe: Israel ya pelea contra el reloj.