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MEDIO ORIENTE |
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Parte de guerra I: De cacería en el guetto
Israel ingresó a Gaza, la dividió en tres, no puede terminar con
Hamás, sigue matando, y ahora tiene un problema: Salir |
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(IAR
Noticias)
06-Enero-09
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Un hombre lleva en brazos a un
niño palestino herido. (Foto: AFP) |
Informe especial
IAR Noticias/
El sábado Israel ingresó a Gaza, la dividió en tres el domingo, pero ahora
tiene un problema: Salir.
En Gaza, una franja territorial de 45Km de largo por
8 de ancho, hay un millón y medio de palestinos en estado de catástrofe
humanitaria, no hay comida, no hay electricidad, no hay combustible y el sistema
de salud está colapsado.
Israel ya está adentro, y ahora el reloj y los
muertos de Gaza van a ser los protagonistas fundamentales de su destino en las
próximas horas.
Gaza está asediada por dos tipos de muerte: Los misiles
israelíes y la catástrofe humanitaria. Para el millón y medio de palestinos del
campo de concentración la muerte llega del cielo, de la tierra y de las
fronteras criminalmente cerradas por el bloqueo judío.
La Franja es un
cementerio ignorado por el resto del mundo (incluido los países árabes) y
las tropas judías corren el riesgo de quedar sepultadas en él. Y morir en estos
momentos para el Estado judío y los líderes sionistas que lanzaron la operación
de exterminio no significa necesariamente la derrota militar o la baja de sus
soldados, sino quedarse entrampados en la ratonera sin cumplir con sus objetivos
de máxima: Destruir las lanzaderas de cohetes y misiles, apresar o matar a la
cúpula de Hamás, y luego operar (unilateralmente o con EEUU un "cese el fuego"
que le permita un retiro "honroso y victorioso del cementerio).
Desde el domingo
a la noche Gaza, se divide en tres escenarios de combate, por el sur, por
el centro y por el norte, y en ninguno, salvo tomar posiciones, las
fuerzas judías han logrado el objetivo de máxima de su misión: Destruir la
capacidad y la infraestructura operativa de Hamás y el resto de las
organizaciones de la resistencia palestina.
Según describen los corresponsales y
observadores internacionales, las fuerzas judías han tomado posición en la ciudad de Gaza, y
salvo ataques de "toco y salgo" esporádicos o de combates relámpagos feroces que
nacen y se apagan con la misma intensidad, Hamás y sus combatientes se "esfumaron de la
escena".
Amparados en el conocimiento de cada porción de terreno de su territorio
los comandos de la resistencia no
presentan blancos fijos sino que desde el sábado aparecen
, atacan con morteros y granadas a las tropas y blindados judíos y luego
desaparecen sin dejar rastros.
También son frecuentes, según los observadores, las "encerronas" con coches
bomba y fuego de francotiradores que complican el avance de los tanques y
equipos blindados.
Según medios árabes, los vericuetos y escondrijos de la superpoblada ciudad de
Gaza favorece este tipo de táctica combativa y ahorra bajas a los
comandos palestinos.
En consecuencia, y como señala un corresponsal de la BBC, los tanques y
soldados judíos permanecen la mayor parte del tiempo en en sus posiciones, limitados a bombardear supuestos
búnkeres o nidos de la resistencia, y a la espera de la aparición de un enemigo que se ha
convertido gradualmente en fantasma.
Si bien ni Israel ni la resistencia proporcionan cifras oficiales de las bajas,
el mando militar judío hablaba este lunes de "docenas" de combatientes
palestinos muertos mientras que las cadenas árabes también hablaban de decenas
de soldados israelíes muertos sin que se precise o confirme la
información.
En cambio, según la sanidad
palestina, tras el ingreso de las tropas y blindados a Gaza los civiles se
convirtieron en las víctimas principales del fuego cruzado de los tanques,
aviones y baterías misilísticas judías contra la infraestructura de Hamás.
Con un agravante: Las tropas en su avance disparan constantemente sobre
objetivos ubicados en un área superpoblada y las víctimas (entre ellas, niños y
mujeres)
ya superan a las de los combatientes de la resistencia.
En uno de esos operativos, durante la jornada un tanque israelí demolió una casa
y mató a trece civiles, según informaron varias agencias internacionales.
Este lunes la prensa
israelí coincidía en un título: "El objetivo de Tzáhal (el ejército judío) es la estructura del terror de Hamás". Según Haaretz, luego de ingresar el
sábado a la ciudad de Gaza las fuerzas del Ejército comenzaron a buscar en el área
a los escondites de armas, a la infraestructura
terrorista y a los terroristas.
Al mediodía del lunes, según el diario, los
operativos no habían arrojado ningún resultado. Como prueba del fracaso, los
grupos de la resistencia palestina de Gaza continuaban el con el
lanzamiento de cohetes contra el sur del Estado judío.
Siguiendo la tendencia de los
combatientes, las armas y la logística de Hamás se convirtieron en fantasmas
que, de tanto en tanto, le auguran a Israel desde sus escondites una "tumba en
Gaza".
En
este cuadro de situación, Ehud Barak, uno de los integrantes, junto a Olmert y a
Livni, del triunvirato criminal
de Tel Aviv, dijo que "la
ciudad de Gaza está parcialmente cercada" .
Obviamente se le olvidó decir que
está cercada con las tropas judías adentro, sometidas no solamente al fuego
sorpresivo
de la guerrilla palestina sino también a una presión psicológica que va a ir en
aumento con el correr de las horas y de los días.
¿Qué va a hacer Israel en medio del
cementerio (donde el hambre y la desesperación hacen más ruido que los misiles)
y con el enemigo convertido en fantasma?.
Ya se manejan opciones: A) Un acuerdo
de "unidad" Hamás-Abbas
(mediado por Egipto).
B) Un llamado urgente de
cese el fuego operado por Francia y EEUU en la ONU.
C) Un cese "unilateral" del
fuego por parte de Israel aduciendo la "emergencia humanitaria".
El punto A ya
fracasó en reiteradas oportunidades, el punto B es el más viable pero requiere
de tiempo que a Israel se le acaba, y el punto C no cumple con la
requisitoria del "retiro honroso" de las tropas israelíes.
En resumen, Israel ya
está ante el escenario más temido: Virtualmente se encuentra en control
de Gaza, y no solamente es el responsable de los muertos por la masacre militar
y por la catástrofe humanitaria sino que además ahora es el responsable
"administrativo" de Gaza con su gobierno "desaparecido" y la infraestructura del
Estado
destruida.
El invasor, por fin, sin intermediarios, se encuentra sólo frente a
su propia obra: La muerte masiva de palestinos, el caos y la ingobernabilidad.
Estratégicamente, y desde el plano de la acción psicológica, a Hamás ya ni
siquiera le hace falta combatir: Sólo le basta con seguir invisible y
extender lo más posible su desaparición de todos los lugares que solía
frecuentar.
Israel ya está en la ratonera: Ahora pelea más que nada contra la agujas del reloj.
Una ironía que sigue marcando su destino invasor en Gaza.
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