El Producto Interno Bruto de la segunda economía del mundo se contrajo a una
tasa anualizada de 12,7% durante los últimos tres meses del año pasado, informó
el lunes el gobierno, una caída mucho más profunda que la contracción de 3,8%
reportada en Estados Unidos y de 5,9% de la zona euro en el mismo período. La
economía japonesa se vio afectada por un declive sin precedentes de 14% en sus
exportaciones y una marcada caída en los gastos de capital por parte de las
empresas.
La economía de Japón enfrenta "sin duda alguna, la peor crisis desde la
Segunda Guerra Mundial", afirmó el ministro de Economía, Kaoru Yosano.
Los economistas proyectan que la contracción continuará. Exportadores como
Toyota Motor Corp., Nissan Motor Co., Sony Corp. y NEC Corp. han advertido que
sufrirán grandes pérdidas en el actual año fiscal que termina en marzo y han
presentado planes de reestructuración que en su conjunto eliminarán decenas de
miles de empleos de manufactura en los próximos meses. Esto podría limitar aún
más el consumo.
Las cifras ya apuntan a un mayor deterioro en la economía. Se calcula que la
producción industrial caerá cerca de 20% durante el primer trimestre, según una
encuesta del gobierno. Después de desplomarse 35% en diciembre, las
exportaciones se hundieron otro 46% durante los primeros 20 días de enero frente
al mismo período del año anterior. En este entorno, la tasa de desempleo podría
alcanzar un récord de 6% o más en los próximos meses, frente al 4,4% de
diciembre, dicen los economistas. "Es muy probable que veamos otro declive de
dos dígitos (del PIB) en el actual trimestre", dice Yoshiki Shinke, economista
de Dai-Ichi Life Research Institute.
Algunos economistas, no obstante, creen que el ritmo de contracción podría
empezar a desacelerarse en el segundo trimestre, reflejando un aumento de la
demanda por parte de EE.UU. como resultado de los paquetes de estímulo del
gobierno de Barack Obama. El Fondo Monetario Internacional proyectó a fines de
enero que la economía de Japón se contraerá 2,6% este año, frente a una
reducción de 1,6% para EE.UU. y de 2% para la zona euro.
Reacción del gobierno
El ministro Yosano dijo que el gobierno prepararía un nuevo paquete de
estímulo económico, el cual, según los medios japoneses, podría alcanzar entre
20 billones (millones de millones) y 30 billones de yenes (o entre US$218.000
millones y US$327.000 millones). Su comentario se produjo después de la reunión
del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo celebrada en Roma
el pasado fin de semana, en donde los ministros de finanzas y los banqueros
centrales afirmaron su compromiso de "actuar juntos usando toda la gama de
herramientas a su disposición" para sostener la economía.
A Japón, en todo caso, no le queda mucho margen para más estímulos fiscales.
El país tiene la mayor deuda del mundo, equivalente al 157,5% de su PIB anual en
el año fiscal que empieza en abril.
Las cifras más recientes del PIB resaltan la vulnerabilidad de un país que
por muchos años ha dependido del comercio global para estimular su crecimiento.
Pese a que Japón se ha librado de una burbuja inmobiliaria y de las pérdidas
crediticias que han golpeado a EE.UU. y Europa, su economía está cediendo
terreno más rápidamente debido a que está demasiado expuesta a los vaivenes en
la demanda de los consumidores en otros países.
Antes de que la economía comenzara a contraerse en el segundo trimestre de
2008, Japón había disfrutado de seis años de crecimiento constante gracias a las
alzas en las exportaciones a EE.UU. y economías de rápido crecimiento como
China. La demanda interna, mientras tanto, se mantuvo congelada ya que los
sueldos de los trabajadores siguieron siendo bajos.
Otro factor que exacerbó la caída en el último trimestre fue el veloz
enfriamiento de las exportaciones a China y otros países asiáticos, que
previamente habían sostenido la economía japonesa cuando la demanda de autos y
electrónicos de Japón comenzó a disminuir en EE.UU. y Europa.
Después de crecer 12% durante el primer semestre de 2008, las exportaciones
de Japón a China empezaron a caer en octubre y se desplomaron 36% en diciembre.
Japón era uno de los pocos países desarrollados que tenía un superávit comercial
con China. Ahora que la demanda se está reduciendo tanto dentro de China como
para las exportaciones japonesas, el comercio entre ambos países está acusando
el impacto.