l plan que habían acordado esta semana los
legisladores con el gobernador Arnold Schwarzenegger preveía el ahorro de unos
15.000 millones dólares cortando fondos a la educación y salud públicas, además
de reducir salarios de los empleados públicos obligándolos a tomarse dos o tres
días de licencia al mes.
Sin embargo, la Asamblea votó contra de uno de los puntos más controversiales
que apoyaba sobre todo el ala republicana del Congreso dominado por demócratas:
la perforación para extraer petróleo en las aguas del exclusivo balneario de
Santa Barbara, al noroeste de Los Angeles, una actividad abandonada en el Estado
hace 40 años.
Gracias al cabildeo de grupos ecologista muy influyentes, la medida "que nos
daría unos cuantos dólares hoy pero muchos más gastos mañana, intentando
descontaminar nuestros mares" murió en el intento por pasar a ser ley, como dijo
la legisladora demócrata Noreen Evans.
Con esta votación, el Congreso de California empezó un receso hasta el 17 de
agosto y se espera ahora la aprobación final del gobernador republicano Arnold
Schwarzenegger quien se enfrentó a los legisladores a lo largo de este año hasta
que el lunes lograron un acuerdo bipartidista que reserva los peores recortes
para estudiantes, pobres y funcionarios públicos.
"Son tiempos económicos difíciles que demandan valor de los políticos,
incluyendo a quienes están en el Congreso", dijo en un comunicado Schwarzenegger
al agradecer que congresistas republicanos y demócratas "asumieran el desafío"
de aprobar un plan poco popular.
Aunque todavía no se ha revelado oficialmente el paquete de medidas que
conllevará el presupuesto, varias autoridades de ciudades californianas, entre
ellas Los Angeles, han declarado su intención de pelear legalmente los fondos
que recorten a los programas comunitarios. El líder de la minoría republicana
Sam Blakeslee dijo que "este es uno de los presupuestos más duros que ha
enfrentado California".
"En medio de la recesión más profunda en una generación, este compromiso
reinó en el gasto, instituyó reformas y cerró la brecha de presupuesto sin
aumentar impuestos. Esta es una victoria para California", dijo el republicano
en un tono mucho más triunfalista que los líderes demócratas.
"A nadie le gusta el presupuesto porque no hay mucho que pueda gustar",
indicó el viernes al amanecer el presidente del Senado, el demócrata Darrell
Steinberg, visiblemente cansado después de que el plan obtuviera en esa fase los
dos tercios (27-13) necesarios para su aprobación.
Varios legisladores admitieron que este plan presupuestario es imperfecto
pero vital para superar la crisis
económica. "Hay toda una serie de decisiones sobre los recortes que me
duelen mucho, cortes profundos a la educación, a la salud y servicios humanos y
de los gobiernos locales", agregó Steinberg.
Entre los recortes previstos destacan unos 9.000 millones menos para las
escuelas, institutos universitarios y programas universitarios, unos 1.300
millones de dólares menos para el programa de salud para las familias pobres así
como unos 124 millones menos para el seguro de salud de más de 900.000 niños de
hogares con bajos ingresos.
Además prevé ahorrar 1.200 millones de dólares en el sistema carcelario, que
cuenta con una población de 170.000 presos. Un plan para liberar a acusados en
la etapa final de su condena o detenidos por delitos menores enfureció de tal
forma a los republicanos que tuvieron que borrarlo para evitar el veto del
presupuesto.
Los problemas fiscales de California, que detenta un desempleo del 11,6%, se
profundizaron este año debido a los efectos de la recesión que golpea a Estados
Unidos y dejó al borde de la quiebra a un estado que por sí solo sería la
séptima economía del mundo.