os países ricos, incluyendo EE.UU., deben evitar tomar medidas para
desalentar la inmigración, debido a que muchos de ellos necesitarán inmigrantes
a largo plazo, dijo el grupo, con sede en París en su reporte anual de
migración.
La OCDE encontró que las tasas de desempleo para los inmigrantes están
subiendo más rápido que las de los trabajadores nativos en muchos países
industrializados, en parte debido a que los inmigrantes tienden a gravitar hacia
industrias como la construcción, que han sido muy vapuleadas por el declive.
Los inmigrantes también son más aptos para ocupar posiciones temporales o de
medio tiempo que son fáciles de eliminar cuando la situación económica empeora.
En EE.UU., la tasa de desempleo para inmigrantes bordea el 10%, frente a 9,4%
para la población general, un cambio de dirección de tendencias anteriores.
Antes de la crisis económica, los niveles de desempleo para los inmigrantes
eran más bajos que para la población nativa, una situación que los economistas
dicen que es común debido a que los inmigrantes tienden a estar dispuestos a
tomar cualquier trabajo disponible. Otros países como España también han visto
grandes incrementos en el desempleo de inmigrantes.
Las cifras confirman lo que muchos economistas sospechaban durante meses, que
las economías desarrolladas se están volviendo menos atractivo para los
inmigrantes. Hasta 2008, los flujos globales de migración se incrementaron
constantemente a medida que las economías prósperas se quedaban cortas de
trabajadores y el costo de las comunicaciones y los viajes internacionales
decreció.
En el Reino Unido, por ejemplo, la OCDE halló que más del 70% de los trabajos
creados desde 1997 fueron ocupados por personas nacidas en el extranjero,
mientras que los inmigrantes representaron al menos el 40% del crecimiento total
del empleo en Austria, Dinamarca, Italia y España.
El auge de los trabajadores inmigrantes tuvo muchos críticos, incluyendo a
algunos políticos en EE.UU. y Europa a los que les preocupaba que los
inmigrantes estuvieran compitiendo con los locales por empleos e incrementando
el costo de los programas de salud y educación públicos. La OCDE dijo que es muy
prematuro para saber cuánto está desacelerando la inmigración, ya que toma mucho
tiempo para que los shocks económicos alteren los patrones de inmigración y
buena parte de los datos migratorios del mundo son recopilados con un retraso
significativo.
El informe dijo que algunos países ya han visto un declive en la llegada de
nuevos trabajadores, a medida que estos cancelan planes para mudarse y los
gobiernos reducen las cuotas de inmigrantes que permiten entrar. Los declives
podrían intensificarse a lo largo del año, dijo la OCDE
En EE.UU., el número de visas temporales H-1B para inmigrantes otorgadas en
el año fiscal 2008 cayó 15% frente al año anterior, mientras que en España, las
nuevas entradas bajo un esquema de nominación por parte de los empleadores
cayeron de 200.000 en 2007 a 137.000 en 2008. Australia, Irlanda e Islandia
también han visto declives en algunas categorías de trabajadores extranjeros,
informó el organismo.
"Podría ser bueno el reducir la inmigración por el momento", dijo Ángel
Gurría, secretario general de la OCDE en conversación con los periodistas. Esto
se debe a que los trabajadores que llegan durante tiempos de crisis económica a
menudo pasan apuros para conseguir el éxito en sus nuevos hogares, dijo. A largo
plazo, "necesitamos un discurso público balanceado sobre inmigración", que
incluya un reconocimiento de que los inmigrantes siguen siendo necesarios en
ciertos casos.
Muchos países ricos tienen poblaciones envejecidas y sectores clave,
incluyendo el sector salud, que pasarán apuros para encontrar trabajadores
suficientes en los próximos años, dijo la OCDE. Cuando las economías en
desarrollo comiencen a crecer de nuevo, un proceso que la OCDE cree que cobrará
fuerza a principios del próximo año, las preocupaciones por la escasez de
trabajadores "podrían reaparecer con una nueva urgencia", indicó el reporte.