n una rueda de prensa ofrecida junto al ministro de Asuntos Exteriores
ruso, Sergei Lavrov, Clinton trató de minimizar las tensiones entre Rusia y
Georgia, que últimamente han estado ligadas a la oposición de Rusia a las
maniobras militares de la OTAN en Georgia, diciendo que "la gente en las
familias discrepa".
"Es anticuado decir que tenemos desacuerdos en un área y que, por lo
tanto, no podemos trabajar en otra cosa que sea de una importancia
insoslayable", dijo Clinton. "Nosotros no pensamos de esa forma", prosiguió.
"Nosotros queremos normalizar la relación y elevarla a un nuevo nivel",
afirmó.
Clinton y Lavov debatieron sobre Georgia en su reunión, que tenía el
objetivo de sentar las bases para la reunión entre el presidente estadounidense,
Barack Obama, y el ruso, Dimitri Medvedev, prevista para el próximo julio.
Lavrov se reunirá también con Obama este mismo día.
"Hemos manifestado en varias ocasiones nuestra preocupación sobre
Georgia", recordó Clinton. "Creo que el ministro Lavrov, así como el Gobierno
ruso, reconoce que la estabilidad y una solución pacífica a las tensiones en
Georgia responde al interés de todos", declaró.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso dijo que los dos países tienen
diferencias evidentes sobre Georgia, pero que sus desacuerdos no van secuestrar
los progresos en áreas fundamentales como el control de armas.
"No vamos a pasar por alto las diferencias que existen, pero tenemos que
discutir con sinceridad y abiertamente esas diferencias e intentar hallar
soluciones", declaró. "Tenemos que librarnos de la herencia negativa del
pasado", destacó.
La cuestión del control de armas estratégicas es una de las áreas en las
que ambos países pueden avanzar, concretamente buscando un acuerdo que sustituya
al START 1, un tratado para la reducción de los arsenales nucleares de ambos
países firmado en tiempo de la Guerra Fría, el cual expira en diciembre.
A este respecto, Clinton indicó que los negociadores se han reunido esta
semana y que están logrando avances. Las conversaciones formales darán comienzo
el próximo 18 de mayo en Moscú, con la meta de tener perfilado un acuerdo de
cara a la reunión entre Obama y Medvedev en julio.
Por otro lado, en el seno de la OTAN, Rusia y la Alianza tendrán que
cerrar la disputa abierta con la expulsión de dos diplomáticos rusos de la sede
del organismo en Bruselas la semana pasada, implicados en un caso de espionaje.
Lavrov respondió a esa decisión boicoteando la reunión de ministros de Asuntos
Exteriores del Consejo OTAN-Rusia.
"Esperamos que en el futuro cercano desaparezcan los obstáculos para
retomar el trabajo del Consejo OTAN-Rusia, esos obstáculos son totalmente
artificiales, esperamos que sean retirados muy pronto", manifestó Lavrov.