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las técnicas que consintieron estaba la conocida como "waterboarding" o
ahogamiento simulado, considerado tortura por las organizaciones defensoras de
Derechos Humanos y por el actual Gobierno de Barack Obama.
Nuevos documentos hechos públicos por el Comité de Inteligencia del
Senado, que investiga estas torturas, y desclasificados por el fiscal general,
Eric Holder, indican que al menos una docena de miembros de la Administración
Bush estaban presentes cuando el director de la CIA u otros responsables
explicaron exactamente qué técnicas podrían usarse y cómo usarlas, según informa
"The Washington Post".
Rice dio luz verde a estos métodos cuando, como consejera de Seguridad
Nacional, se reunió el 17 de julio de 2002 con el entonces director de la CIA, George J. Tenet, al que dijo que la agencia "podía proceder con estos
interrogatorios contra Abu Zubaida", uno de los presuntos terroristas que
sufrieron estas torturas, pero debía ser aprobado por el Departamento de
Justicia.
Abu Zubaida, palestino nacido en Arabia Saudí cuyo nombre real es Zayn al
Abidin Muhamed Husein, fue capturado en Pakistán en marzo de 2002. Fue el primer
detenido "de gran valor" bajo custodia de la CIA, como llamaban a los presos que
se creía podían tener una información relevante para evitar ataques terroristas.
Rice y otras cuatro autoridades del Gobierno de Bush
fueron informadas por primera vez de "métodos alternativos de interrogatorio,
incluido el "waterboarding""
en mayo de 2002, según revelan los nuevos documentos.
Reunión para informar de las
técnicas
Un año después, en julio de 2003, la CIA informó a Rice, al ex
vicepresidente Dick Cheney, al ex fiscal general John D. Ashcroft, al entonces
consejero de la Casa Blanca Alberto Gonzales, y al ex asesor legal del Consejo
de Seguridad Nacional John B. Bellinger III sobre el uso del "waterboarding" y
otros métodos calificados como torturas por los grupos defensores de Derechos
Humanos.
"No fue un diálogo abstracto. Fueron conversaciones detalladas y
específicas. Es una gran evidencia del papel que tuvieron altos responsables de
la Administración", denunció Jameel Jaffer, director del Proyecto de Seguridad
Nacional en la organización Unión de Libertades Civiles de América.
En aquel momento, julio de 2003, Estados Unidos ya había capturado a Jalid
Sheij Mohamed, el supuesto "cerebro" de los atentados del 11-S y contra el que
los agentes de la CIA utilizaron el "waterboarding" hasta en 183 ocasiones en
marzo de ese año, según destacan los documentos sobre los interrogatorios que ha
desclasificado el Departamento de Justicia en los últimos días.
Powell y Rumsfeld lo supieron más
tarde
En los informes no consta que los entonces secretarios de Estado y
Defensa, Colin Powell y Donald Rumsfeld, respectivamente, supieran de las nuevas
tácticas antes de septiembre de 2003. "A no ser que haya otra historia que no
nos hayan enseñado, el secretario de Estado y el secretario de Defensa no
estuvieron implicados en el proceso de toma de decisiones", explicó el senador
John Rockefeller IV, miembro del Comité que investiga las torturas.
Todos los nuevos ex altos cargos que
han aparecido en los últimos documentos desclasificados han evitado hacer
comentarios al respecto, informa "The
Washington Post".
En otoño de 2002, cuatro congresistas, incluida la demócrata Nancy Pelosi,
actualmente presidenta de la Cámara de Representantes, fueron informados, de
forma secreta, de las nuevas técnicas de tortura que aplicaba la CIA, incluido
el "waterboarding".
La propia Pelosi ha confirmado, sin embargo, que en esa fecha fue
informada "sobre técnicas de interrogatorio que la Administración estaba
considerando utilizar en el futuro" y que el Gobierno "notificó que el asesor
legal de la CIA y el Departamento de Justicia habían concluido que las técnicas
eran legales".