l principal organismo legislativo iraní, el Consejo de Guardianes, dijo que
un recuento parcial realizado el lunes había refutado las quejas de
irregularidades presentadas por opositores reformistas, que decían que el
recuento era inadecuado y que sólo podía corregirse la situación anulando la
votación.
La policía antidisturbios reforzó su presencia en Teherán pero no había
señales de agitación importante el lunes por la noche, en contraste con las
manifestaciones de decenas de miles de personas registradas cuando Ahmadineyad
fue declarado vencedor en las elecciones.
Medios estatales han dicho que 20 personas murieron durante las violentas
manifestaciones, de las que el Gobierno y la oposición se responsabilizan
mutuamente. La milicia progubernamental Basij y efectivos antidisturbios
reprimieron las protestas.
"La secretaría del Consejo de Guardianes, en una carta al ministro del
Interior, anunció la decisión final del Consejo (...) y aprueba la exactitud de
los resultados de (...) la elección presidencial", informó la cadena estatal
IRIB.
Las elecciones y sus turbulentas secuelas han expuesto divisiones en el
sistema político iraní y han sumido al país en su crisis más profunda desde la
Revolución Islámica de 1979.
Pero las opciones para la oposición parecen limitadas ahora que se ha
ratificado el resultado electoral, tras el recuento de lo que el Consejo dijo
representaba un 10 por ciento aleatorio de la votación.
El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, indicó el 19 de junio que no
se tolerarían las protestas masivas. Hay poco espacio para continuar el desafío
legal, y cientos de opositores han sido detenidos, lo que ha dejado a los
manifestantes sin líderes.
Al caer la noche, la gente aún sigue coreando "Allahu Akbar (Dios es
grande)", desde sus azoteas, imitando tácticas usadas durante la revolución de
1979, pero los gritos nocturnos se han ido debilitando.
Se han mencionado otras formas de desobediencia civil, incluídas huelgas,
pero aún no se han materializado.
"La declaración del Consejo de Guardianes se hizo pública cuando éste se
convenció de la exactitud de las elecciones", dijo un portavoz del organismo,
quien agregó que no se descubrieron irregularidades. "El expediente de las (...)
elecciones quedó cerrado hoy", agregó.
El sistema de recuento no quedó claro inmediatamente, pero medios estatales
dijeron que se había realizado al menos en varias provincias.
Partidarios de la oposición dicen que la votación fue amañada para favorecer
al mandatario de línea dura respecto a sus rivales reformistas, entre ellos
Mirhosein Musavi, un ex primer ministro que quedó en segundo lugar en las
elecciones.
Musavi había rechazado la idea de un recuento y no envió representantes a
verificarlo.
En una declaración publicada el martes en la página web de Musavi, su oficina
de prensa no hizo comentarios sobre la confirmación oficial del resultado
electoral, pero se refirió a su carta enviada el sábado al Consejo de
Guardianes, donde repetía su demanda de que se anularan los comicios.