(IAR
Noticias)
08-Mayo-09
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Barack Obama y Benjamín Netanyahu |
Por
Jerrold Kessel y
Pierre Klochendler
-
IPS |
Cuando falta una quincena para que el presidente
estadounidense Barack Obama reciba en la Casa Blanca al primer
ministro israelí Benjamín Netanyahu, los nervios ya están de punta.
¿Se avecina un enfrentamiento entre dos aliados tradicionales?
L os grandes medios de comunicación de Israel
parecen no tener dudas al respecto. "Rumbo de colisión" se ha
convertido en una muletilla habitual en la prensa, referida al modo
en que Estados Unidos e Israel delinean sus estrategias hacia Medio
Oriente.
Más específicamente, alude a las expectativas de Washington de que
Netanyahu ayude a convertir su estrategia en ciernes en una nueva
realidad para la región.
El primer ministro planeaba originalmente visitar Estados Unidos el
fin de semana pasado, para participar en la conferencia anual del
Comité Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC, por sus
siglas en inglés) y ser recibido en la Casa Blanca.
Cuando Obama fijó la audiencia para el día 18 de mayo, Netanyahu
canceló su aparición en la asamblea de AIPAC y envió allí al
presidente de Israel, el moderado Shimon Peres, con la intención de
mitigar el choque.
Peres sostuvo allí que, contrariamente a la impresión que da, el
nuevo gobierno conservador y nacionalista israelí está preparado
para avanzar hacia la paz con el mundo árabe.
"Netanyahu sabe de historia y quiere hacer historia. En nuestra
tradición, hacer historia es hacer la paz, y estoy seguro de que la
paz es su prioridad", dijo ante los delegados de AIPAC.
Al mismo tiempo, la experta en política exterior de la televisión
pública Ayala Hasson sostuvo que, "para consternación de Israel y,
en menor grado, de varios países europeos", el gobierno de Obama ya
da "su completo beneplácito" a la posibilidad de que Irán se
convierta en potencia nuclear.
Basándose sobre fuentes políticas a las que no identificó, Hasson
sostuvo que Washington ya se había hecho a la idea de no
involucrarse en un enfrentamiento militar con Irán si fracasa en el
intento de disuadirlo mediante la diplomacia de que interrumpa su
programa nuclear.
"Irán está muy abajo" en la agenda estadounidense, frente a
cuestiones más apremiantes, aseguró la periodista, de acuerdo con
sus fuentes.
Que se trate de una decisión inalterable es algo difícil de evaluar.
Pero dirigentes políticos israelíes ya abordan el vínculo entre los
conflictos de este país con el mundo árabe y con Irán de un modo
bastante diferente al de Netanyahu.
Colaboradores del primer ministro consideran que la prioridad es
lograr que Obama acepte que cualquier mediación entre Israel y
Palestina debe impedir, al mismo tiempo, que Irán adquiera capacidad
nuclear.
Pero en los últimos días, Estados Unidos ha emitido la señal
contraria. En la conferencia de AIPAC, el jefe del equipo de la Casa
Blanca, Rahm Emmanuel, dijo que "Irán es la principal amenaza en
Medio Oriente", pero acotó que la cooperación entre Israel y
Palestina es fundamental para contrarrestarla.
"Este es el momento de la verdad para israelíes y palestinos",
advirtió.
Eso deja al belicoso público israelí fluctuando entre sus dos
preocupaciones: la "principal amenaza" y el "momento de la verdad".
El diario Haaretz ilustró la ansiedad nacional el martes, con el
título "Obama se endurece con Israel".
Según el periódico, Estados Unidos ya comenzó a emitir mensajes
fuertes sobre la necesidad de constituir un estado palestino y de
frenar la actividad en los asentamientos judíos en territorio árabe
ocupado.
Haaretz se refería específicamente a un telegrama clasificado
diplomático recibido por funcionarios en Jerusalén, sobre una
reunión de la semana pasada entre el consejero de Seguridad Nacional
de la Casa Blanca, general James Jones, y un canciller europeo.
"El nuevo gobierno convencerá a Israel de hacer concesiones sobre la
cuestión palestina. No empujaremos a Israel debajo de las ruedas de
un autobús, pero debemos ser más firmes de lo que hemos sido durante
el gobierno de (George W.) Bush" (2001-2009), dijo Jones, según el
diario.
La única solución con la que Washington está comprometido es la de
"dos estados para los dos pueblos", según dijo Emanuel a AIPAC. Y el
gobierno de Netanyahu se resiste a aceptar la creación de un estadoi
palestino.
El ultranacionalista ministro israelí Avigdor Liberman manifestó en
Roma, en su primer viaje al exterior como canciller, su confianza en
que Netanyahu "alcanzará una paz segura y definitiva con los
palestinos y con las naciones árabes vecinas".
"La meta de este gobierno no es producir eslóganes o declaraciones
pomposas, sino alcanzar resultados concretos", agregó, cuando la
prensa le preguntó si apoyaría la creación de un estado palestino.
Entrevistado por el derechista diario Jerusalem Post, Liberman se
quejó de que "la gente trata de simplificar la situación con esas
fórmulas: tierras a cambio de paz, solución de dos estados… Esto es
mucho más complicado", se lamentó.
La razón verdadera del bloqueo en el camino hacia la paz "no es la
ocupación, no son los asentamientos, no son los colonos… el
obstáculo más grande son los iraníes".
"La preocupación de Israel es genuina y comprensible", dijo un
diplomático europeo que trabajó mucho tiempo en este país y en otros
de Medio Oriente. "De todos modos, resulta frustrante ver cómo
sucesivos gobiernos encuentran maneras de escaparse de la necesidad
de poner fin a la ocupación y resolver el problema palestino."
La reunión del día 18 en la Casa Blanca podría ser o no el momento
de la verdad para Israel respecto de Palestina, pero lo indiscutible
es que sí será el momento de la verdad para la relación entre este
país y Estados Unidos.
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