os testimonios recogidos por la ONG israelí y difundidos este lunes en
Ginebra "indican un aumento en el número de pacientes palestinos
interrogados y
forzados a proveer información como precondición
para salir de Gaza y recibir cuidado médico", indica el informe
de la organización, que ya el año pasado advirtió de que el Shin Bet
(Inteligencia Interna) "opera sistemáticamente para reclutar pacientes
como colaboradores".
Pero, si en el primer trimestre del año pasado, el 1,45% de los
palestinos que trataron de salir de Gaza para recibir asistencia sufrieron
interrogatorios o intentos de extorsión, en el mismo periodo de este año
-que coincidió con la ofensiva israelí que se cobró más de 1.400 vidas en
Gaza, la
'operación Plomo Sólido'- la cifra aumentó hasta el 17%, según ha
documentado la citada ONG en un informe
del que se ha hecho eco la prensa israelí.
Entre enero de 2009 y marzo de 2009, MDHI ha confirmado 438
interrogatorios de enfermos, entre ellos menores de edad. El Shin
Bet habría fotografiado pacientes en contra de su voluntad, emprendido
interrogatorios sin previo aviso, detenido por periodos indeterminados de
tiempo a los afectados y "acosado, acusado, insultado e intimidado a los
pacientes durante los interrogarios", según la denuncia de la ONG.
Estos métodos violan el Derecho Internacional y la Cuarta Convención de
Ginebra, que prohíbe presionar a civiles para recabar información, aunque
los palestinos parecen ajenos a los beneficios de las convenciones.
Muchos de los que se negaron a colaborar vieron rechazada su solicitud de
salir de Gaza para recibir tratamiento y fueron obligados a volver a la
franja mediterránea.
Maraña burocrática
Del Shin Bet depende el último permiso de salida
dentro de la maraña burocrática que suele mantener a los enfermos de Gaza
enredados durante meses. Cuando un hospital de la franja –con graves
carencias en equipamiento y dotación de medicinas a causa del cierre de
Gaza- se ve incapaz de tratar a un enfermo por falta de medios, lo remite
a una institución médica de Israel, Cisjordania, Jerusalén o Egipto.
Israel suele permitir la recepción de 'casos humanitarios', aunque desde
la llegada del Movimiento de Resistencia Islámica al poder la salida de
enfermos se ha reducido notablemente.
Las dificultades para salir comienzan ya en la franja. Tras un lento
proceso de investigación, es la Autoridad Palestina
–apenas presente en Gaza después de que Hamas expulsara a Fatah por las
armas en 2008- la que debe autorizar la financiación del traslado.
Una vez que todo el procedimiento finaliza, el enfermo autorizado a
desplazarse a Israel, Cisjordania o Jerusalén tiene que lograr la
autorización de la Seguridad israelí para atravesar el cruce de Erez.
Algunas ONG palestinas denuncian que decenas de personas han
muerto en los últimos 18 meses a la espera de este último permiso.
Es entonces cuando se producen los intentos de extorsión denunciados en
su informe por el MDHI. Son casos como el de R, una joven palestina de
17 años enferma de cáncer que iba a ser transferida al Sheba Medical
Center, en Israel. Acompañada de su madre, llegó al cruce de Erez a las
9.00 horas. Dos horas y media de espera después, tres agentes del Shabak
de paisano se llevaron a la menor para ser interrogada, pese a las
lágrimas de su madre, que no fue autorizada a acompañarla. Durante una
hora en la que se le privó de su teléfono móvil, la chica fue cuestionada
acerca de su padre y su tio, sus lugares de trabajo y demás detalles.
Cinco horas y media después, R. pudo entrar en Israel.
Entre Israel y Hamas
En este conflicto, los enfermos de Gaza se encuentran atrapados entre
dos fuegos. Cuando no se trata de Israel, es
la lucha interna entre las facciones palestinas la que perjudica a sus
enfermos, como ya denunció la Organización Mundial para la Salud a
principios de año. El MDHI acusa a la policía de Hamas de impedir a
algunos pacientes llegar hasta el cruce de Erez. Por su parte, el Centro
Palestino para los Derechos Humanos instó el 7 de abril
a los dirigentes de Fatah y Hamas a que ayuden a salvar las vidas de
los pacientes de Gaza poniendo a un lado sus diferencias políticas.
"El CPDH considera a las autoridades ocupantes israelíes en primer
lugar, y a los ministerios de Salud de Gaza y Ramala en segundo,
responsables del deterioro [en la calidad de la salud de Gaza], dado que
ambos Ejecutivos han tomados medidas que han llevado a paralizar el
traslado de pacientes a hospitales israelíes, desde enero, y a hospitales
de Cisjordania, incluido Jerusalén, desde el pasado marzo", informaba el
Centro.
A causa de su conflicto político con Hamas, Fatah ha suspendido
la financiación de tratamientos médicos en hospitales israelíes
para los enfermos de Gaza desde el pasado enero, mientras que el
Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamas, ha desmontado por la
fuerza el departamento de la ANP ocupado de supervisar las evacuaciones de
pacientes.
Gracias a todo ello, denuncia la citada ONG palestina, "toda evacuación
de pacientes fuera de Gaza ha quedado paralizada, la coordinación con las
fuerzas de ocupación israelíes para asegurar el paso de los afectados
mediante Erez ha sido congelada y el cruce de Rafah [que conecta Gaza con
Egipto] continúa cerrado. Las vidas de cientos de pacientes están en
peligro dada la ausencia de tratamiento médico avanzado en los hospitales
de Gaza".