ste puesto crucial en el gobierno de Netanyahu será
ocupado por Avigdor Lieberman, quien en octubre pasado declaró que el presidente
de Egipto, Hosni Mubarak, podía "irse al diablo" si continuaba negándose a
visitar el Estado hebreo.
"Asesores de Netanyahu y de Lieberman se reunieron con altos funcionarios
egipcios para explicarles que la llegada de Lieberman al Ministerio de
Exteriores no sería un motivo de tensión entre los dos países", señaló un
comunicado de la oficina de Netanyahu.
Esta semana, Israel y Egipto conmemorarán los 30 años de la firma de su
tratado de paz, y la elección de Lieberman para la cartera de Relaciones
Exteriores, de acuerdo con la prensa israelí, fue recibida con malestar en El
Cairo.
Al pronunciar un discurso ante el parlamento israelí en octubre pasado,
durante un servicio especial en memoria de un ministro de extrema derecha
asesinado por militantes palestinos en 2001, Lieberman dijo de Mubarak: "¿Quiere
venir a hablar con nosotros? Que venga. ¿No quiere hablar con nosotros? Que se
vaya al diablo."
Cuando el primer ministro saliente, Ehud Olmert, y el presidente israelí,
Shimon Peres, pidieron disculpas a Mubarak por estos comentarios, afirmando que
eran "desafortunados", "inútiles y perniciosos", Lieberman los criticó,
afirmando que se habían comportado como "una esposa golpeada" con Egipto.
El partido de Lieberman, Israel Beitenu, obtuvo 15 bancas en las elecciones
legislativas de febrero pasado, convirtiéndose en la tercera fuerza de la
Knesset (Parlamento unicameral israelí).
Egipto fue el primer país árabe que concluyó la paz con Israel. Es un
intermediario entre el Estado hebreo y el Hamas en las cuestiones de una tregua
en Gaza y la liberación del soldado israelí Gilad Shalit. Por el momento, sus
esfuerzos han sido infructuosos.