amos dispuestos a absolver las dudas sobre el
acuerdo" pero "Colombia no va con la intención de sentarse en la silla de los
acusados" dijo una fuente del entorno más cercano a Uribe, que pidió el
anonimato.
La fuente, con amplía experiencia en políticas de Defensa, dijo que Colombia
pedirá "reflexiones profundas sobre temas de su entera preocupación" como las
compras de armas por parte de otras naciones.
Una de las preguntas que Colombia se hace es "¿con qué objetivo se está
armando (Venezuela)?", señaló la fuente, que agregó que para el gobierno
colombiano no es consecuente que países que rechazan el narcotráfico y el
terrorismo se preocupen por un acuerdo que busca combatir esos males.
La versión es coincidente con recientes declaraciones del ministro de
Relaciones Exteriores colombiano, Jaime Bermúdez, en el sentido de que su país
"no va a consultar nada" con los mandatarios de la UNASUR sobre el acuerdo de
cooperación con Estados Unidos. "Eso ya está hecho. La negociación se cerró.
Pero queremos discutir allí otros temas de interés regional", dijo.
Bermúdez pidió que la reunión sea pública y "se transmita en directo por
televisión" para que "la opinión pública conozca directamente la posición de los
presidentes".
Poco antes de partir hacia Bariloche, Uribe dijo que la construcción de la
integración regional en UNASUR debe hacerse "dentro de la diversidad", pero
respetando la democracia y las libertades.
Por su parte el líder cubano, Fidel Castro,
afirmó el jueves que con el acuerdo Estados Unidos busca "liquidar" al proceso
revolucionario que encarna el presidente venezolano, Hugo Chávez, y tener a
América Latina a su alcance "en cuestión de horas".
Analistas consultados por la AFP estimaron que Uribe hace uso de una
estrategia de contraataque para repeler las intenciones de Hugo Chávez de
promover su aislamiento en la región. "Uribe no tiene alternativa: no puede
dejarse poner en el banquillo de los acusados y le apuesta a neutralizar una
condena de UNASUR, pero se equivoca al pretender que los países de ese bloque,
vayan a condenar a Chávez. Quien está aislado en la región es él", señaló el
internacionalista Fernando Giraldo.
Giraldo, decano de ciencia política de la privada Escuela de Administración
de Negocios EAN, recordó que Chávez compró las deudas externas de varios países
miembros de UNASUR y que por ello éstos no van a pronunciarse en contra de
Chávez. "Esto es de realismo político", enfatizó.
"Uribe está pagando el error de haber firmado en secreto el acuerdo con
Estados Unidos. Ahora, debe saber manejar con tacto la situación porque si se
rompe la unidad en Unasur, gobiernos como los de Lula, en Brasil, o
Michelle Bachelet, en Chile, lo culparán a él y no a Chávez y tomarán
represalias", enfatizó.
A su turno, el analista Fernando Cano, de la privada Universidad del Rosario,
opinó que "con su posición, Uribe dice a sus colegas suramericanos: '¿quieren
criticarme por hacer un acuerdo antidrogas con Estados Unidos? Bueno, y ¿dónde
están sus críticas al apoyo de Chávez a las FARC, a su
injerencia en otros países o a su desmedido apetito bélico?'".
La sesión de UNASUR en la ciudad argentina de Bariloche (sur) ha estado
antecedida de una fuerte tensión entre Colombia y sus vecinos, en particular
Venezuela, que anunció prepara la ruptura de relaciones diplomáticas.