echos: ni duda cabe que Baxter sea una eficiente trasnacional muy
visionaria. Desde hace casi dos años, cuando los omniscientes Fondo Monetario
Internacional y Foro Económico Mundial de Davos (ver Bajo la Lupa, 3/5/09)
habían previsto la convergencia de la crisis financiera global y una pandemia
viral que podría desembocar en la desglobalización, Baxter fue obsequiada con un
suculento contrato para fabricar una vacuna contra la influenza en caso de una
pandemia.
Su muy cuestionada subsidiaria europea fue contratada por el Departamento de
Salud de Gran Bretaña para "suplir en avance (sic), con opción de compra, la
vacuna contra la pandemia (¡súper sic!) de influenza en caso de que la
Organización Mundial de Salud (OMS) declarase una pandemia (¡súper-sic!)".
Ante la eventualidad de una pandemia de influenza, desde hace tres años el
gobierno británico había anunciado sus planes para inocular a todas las personas
del país (más de 61 millones) con las milagrosas vacunas de Baxter.
La filantrópica Baxter trabajaba ya "en estrecha cooperación con gobiernos
en el mundo para prepararse a la pandemia" por lo que "repartió varios
millones de dosis de H5N1 de vacuna pre pandémica". ¿Cuales serán tales
países? ¿Se encontraría el gobierno neoliberal calderonista entre ellos? ¿Por
qué existe tanta sinergia empresarial entre Baxter y la silenciosamente
privatizada OMS?
En medio de la pre pandemia viral híbrida en curso –donde llama la atención
que se mueran primordialmente mexicanas jóvenes con preponderancia a la obesidad
y con residencia en el norte de la ciudad de México (sin alcanzar ni cruzar
Ciudad Satélite: ver Voces del Periodista, 15/5/09)–, Baxter, ni tarda
ni perezosa, ayudará a la silenciosamente privatizada OMS para desarrollar una
nueva vacuna.
Las muestras del virus híbrido han sido presunta y generosamente
proporcionadas (directa o directamente) por el inepto gobierno calderonista tan
dependiente de la tecnología y la sapiencia médica trasnacional, lo que exhibe
el lastimoso subdesarrollo de la salud pública local.
La venta de fármacos y vacunas constituye un óptimo negocio en el seno del
G-7 ("Big Pharma: el poder farmacológico de Estados Unidos"; ver Bajo la
Lupa, 10/5/09), que empieza a ser velozmente alcanzado por el asombroso
crecimiento (¡81 por ciento al año!) de los países emergentes como China, México
(¡pues sí!), Rusia y Sudcorea (Time, 2/2/04).
Con tanta sinergia anticipada con la OMS no es de extrañar que Baxter ocupe
el ranking 17 entre las 20 primeras "líderes de mercado en términos
de ingresos" (datos de 2008).
Más allá de la ultrajante contaminación de heparina (un anticoagulante) que
provocó la muerte de 19 estadounidenses, el problema de la adjudicación a Baxter
de las vacunas de la influenza híbrida radica en sus escándalos globales
recientes con el manejo viral que, por lo visto, pasan por alto en forma
irresponsable tanto la displicente OMS como las insalubres "autoridades
sanitarias" del "México neoliberal" calderonista, si hacemos caso a las
desgarradoras revelaciones de The Times of India (6/3/09).
Pareciera que Baxter coquetea(ba) con la pandemia mediante la hibridación "
accidental" de la influenza: "el virulento H5N1 de la fiebre aviar fue
enviado por accidente (¡súper sic!) de un laboratorio austriaco e inoculado
a los hurones en la República Checa". Según el rotativo indio, "además
del riesgo de su diseminación al exterior, el H5N1 se mezcló con una cepa
humana que pudo haber creado un híbrido que pudo desencadenar una pandemia".
Resulta que "el pasado diciembre, la filial austriaca de Baxter, la
empresa de vacunas de Estados Unidos, envió un lote de ordinaria influenza
humana (¡extra súper sic!) H3N2, alterada (¡súper sic!) con el fin de que se
pudiera replicar, a Avir Green Hills Biotechnology, también en Austria".
Dos meses más tarde "un laboratorio de la República Checa que trabaja
para Avir alertó a Baxter de que los hurones inoculados fallecieron
inexplicablemente (sic). Sucedió que la muestra contenía H5N1 vivo (sic),
que Baxter usa para fabricar vacunas". Muy pulcro y decente el rotativo
indio comenta que "ambos pudieron haberse mezclado por error (sic)".
Concluye que "el escape accidental de la mezcla de virus H5N1 y H3N2
vivos pudio haber resultado en terribles consecuencias". ¿Puede una
empresa como Baxter, tan negligente en la seguridad del manejo de los virus,
ser gratificada por la OMS y el exageradamente laxo gobierno panista
neoliberal de Calderón?
Cabe destacar que Baxter se negó obcecadamente a revelar qué sucedió con
la contaminación viral en Austria y la República Checa, cobijada en sus "
secretos comerciales", hasta que la presión de la opinión pública europea
la orilló a confesar un "accidente".
No faltan quienes aducen que el "accidente" de Baxter (empresa
controlada por militares) en Austria y la República Checa sirva para
fabricar una nueva arma biológica con el letal H5N1. ¿Será?
La composición del consejo de administración de Baxter arroja mucha luz.
Su "líder director", Walter E. Boomer, es un general retirado de cuatro
estrellas y anterior comandante adjunto de los marines, quien
condujo las operaciones Escudo en el Desierto y Tormenta en el
Desierto de los marines durante la guerra contra Saddam
Hussein en 1991. ¡Vaya salto cuántico: de las matanzas de árabes iraquíes a
las vacunas globales!
Más allá de su aparatoso salario, su presidente Robert L. Parkinson
(anterior mandamás de Abbott, la décima potencia farmacológica global) es un
superpeso pesado: "vinculado con 42 miembros de otros consejos de
administración en cinco organizaciones distintas de tres diferentes
industrias", según Business Week. El mapeo del organigrama de
los vínculos ejecutivos de Parkinson con otras entidades es impactante y
solamente citaremos al celebérrimo Hospital (¡súper sic!) Northwestern
Memorial (de Chicago) y al Club de Ejecutivos de Chicago.
Peter S. Hellman, otro prominente miembro, está vinculado con el
siniestro Grupo Carlyle (controlado por el nepotismo bushiano) a través de
una de sus empresas Qwest Communications International Inc. So beautiful!...
Mejor aquí le paramos para no mancillar a la elite académica de Estados
Unidos con la anatomía patológica de los otros distinguidos miembros de
Baxter.