bama viajará a México y asistirá a la Cumbre de las Américas en Trinidad y
Tobago para tratar cuestiones como la violencia relacionada al narcotráfico, la
crisis económica global y la política estadounidense hacia Cuba. La gran
pregunta, sin embargo, es si el presidente de EE.UU. podrá ofrecer algo más que
buena voluntad.
"Queremos corregir la percepción que llega del Sur de que en los últimos años
EE.UU. ha volcado su atención a otras partes", señaló Jeffrey Davidow, el asesor
especial de Obama para la cumbre de 34 países, que tendrá lugar este viernes y
sábado.
Esta semana, por ejemplo, el gobierno de Obama dio muestras de una nueva
postura hacia Cuba al relajar las restricciones para viajar a la isla para los
ciudadanos estadounidenses de origen cubano y permitir que las empresas de
telecomunicaciones de EE.UU. operen en el país. No obstante, Obama podría sentir
presión para que logre resultados concretos durante el viaje. Probablemente haga
hincapié, por ejemplo, en la necesidad de proteger a los más pobres de la región
de la crisis económica mundial, pero puede que no tenga mucho para ofrecer más
allá de la asistencia multinacional que ya se ha acordado en la reciente reunión
del Grupo de los 20 en Londres.
El simbolismo podría también prevalecer sobre la sustancia durante la visita
de Obama este jueves a México, donde busca respaldar al presidente Felipe
Calderón, quien está luchando contra los narcotraficantes para frenar una ola de
violencia que azota al país. La ofensiva del gobierno quizás haya intensificado
la violencia en el corto plazo, poniendo más presión sobre Calderón y
proyectando una imagen negativa de México en el exterior.
La decisión de visitar México es "un mensaje de admiración por las valientes
medidas que ha tomado el presidente Calderón", afirmó Denis McDonough, director
de comunicación estratégica del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. También
se espera que Obama diga que su país tiene algo de responsabilidad por la
violencia del narcotráfico en México, tanto porque la demanda de drogas viene
del norte de la frontera como porque muchas armas compradas en EE.UU. terminan
en manos de los carteles mexicanos. México está ejerciendo presión para que
EE.UU. restituya una prohibición sobre las armas de asalto que venció durante el
gobierno de George W. Bush, pero los funcionarios estadounidenses sugieren que
tal medida es poco probable y, en su lugar, enfatizan la necesidad de hacer
cumplir las leyes existentes.
Otra de las cuestiones será la disputa sobre los derechos de los camiones
mexicanos a usar las carreteras de EE.UU. En marzo, México impuso aranceles
sobre productos estadounidenses por un valor de US$2.400 millones luego de que
Obama firmara una ley que dio fin a un programa piloto que permitía a algunos
camiones mexicanos transportar cargas más allá de una zona comercial de 40
kilómetros pasando la frontera estadounidense. Obama llevará consigo una serie
de principios que podrían guiar una propuesta legislativa de EE.UU. para hablar
con Calderón, informó un funcionario de Washington.
Los analistas sostienen que es poco probable que Obama plantee el tema del
Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), el cual prometió revisar
cuando era candidato. En cambio, podría prometerle a Calderón progreso en los
esfuerzos para lograr una reforma de inmigración que allanaría el camino a la
ciudadanía para algunos inmigrantes ilegales en EE.UU.
"Todos los asuntos en la agenda son difíciles debido a los electores locales
que están en contra el cambio", dijo Ted Piccone, subdirector del Programa de
Política Exterior de la Institución Brookings y ex director de Relaciones
Interamericanas del Consejo Seguridad de Nacional durante la presidencia de Bill
Clinton.
Los funcionarios estadounidenses dicen que el tema más importante en la
Cumbre de las Américas será la crisis económica global y sus efectos sobre la
región. Se espera que Obama solicite más respaldo para el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) y para programas de microfinanciacion y educación. Los
asesores indicaron que Obama también les pedirá a los países que aprovechen los
créditos que ofrece el Fondo Monetario Internacional.