ieciséis militares murieron y 50 resultaron heridos
cuando un kamikaze hizo estallar su cinturón de explosivos en una fila delante
del bar de la base militar de Habaniya", explicó a la AFP una fuente del
Ministerio de Defensa iraquí. "El kamikaze llevaba un uniforme del ejército, lo
que le permitió acceder a la base", añadió.
La base de Habaniya, construida en los años 20 por los británicos, es uno de
los más antiguos del país. Antiguamente reservada para la Fuerza Aérea, ahora
también acoge al Ejército de Tierra. El Ejército de EEUU también está presente,
pero en una posición alejada.
La base está situada en la provincia de Al-Anbar, una de las más violentas de Irak antes de la
creación en 2006 de las milicias Sahwa, integradas por ex insurgentes que dieron
la espalda a Al
Qaeda. Considerados traidores por sus antiguos compañeros de armas, los
Sahwa (despertar en árabe) son blanco de atentados y asesinatos desde hace
varios meses.
Financiados por el Ejército de EEUU, contribuyeron considerablemente a
reducir la violencia a partir del segundo semestre de 2007. El 2 de abril
pasado, las fuerzas norteamericanas entregaron a las autoridades iraquíes el
control de los 92.000 miembros de los Sahwa.
En las últimas semanas, tras varios meses de baja progresiva del número de
atentados, Irak registra un recrudecimiento de la violencia, sobre todo
atentados suicidas con coche bomba. El miércoles, otro atentado con coche bomba
causó la muerte de al menos diez policías y otros 22 resultaron heridos, cerca
de Kirkuk (255 km al norte de Bagdad), una provincia rica en petróleo por la
cual pelean kurdos, turcomanos y árabes.
El general Torhane Yusef, el número dos de la policía en la provincia de
Kirkuk, señaló que "este atentado presentaba todos los rasgos de Al Qaeda".
El 11 de abril, un ataque suicida contra los Sahwa dejó al menos nueve muertos y
33 heridos en el sur de Bagdad.
El día anterior, cinco soldados estadounidenses murieron en un atentado
suicida con camión bomba en Mosul, el último refugio urbano de Al Qaida en Irak.
Este ataque fue el más sangriento que haya sufrido el ejército norteamericano
desde marzo de 2008. Estos dos atentados fueron reivindicados por la rama iraquí
de Al Qaida.
Este recrudecimiento de la violencia se produce en momentos en que los
140.000 soldados estadounidenses comienzan a retirarse paulatinamente de Irak,
más de seis años después de la invasión del país en marzo de 2003. Conforme a
las órdenes del presidente
Barack Obama, el Ejército estadounidense retirará a 12.000 soldados de Irak
antes de septiembre. La retirada total de las tropas está prevista para antes de
agosto de 2010.