a declaración de los ministros del G-8, suscrita
también por la UE, fue realizada después de que un portavoz del Consejo de
Guardianes iraní asegurara que no hubo fraude en las elecciones presidenciales
del pasado 12 de junio.
La situación de Irán ha acaparado el protagonismo de la cumbre de Exteriores
del G-8 que ha celebrado una sesión de trabajo en la que también ha
participado una delegación de la UE, integrada, entre otros, por el alto
representante para la Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana.
"Nuestro llamamiento sigue igual, a no dar por cerrada la partida" de las
elecciones, afirmó el presidente de turno del G8, el ministro italiano de
Exteriores, Franco Frattini, tras la declaración del Consejo de Guardianes
iraní.
Frattini explicó que el G8 y la UE no tienen "instrumentos" para poder
verificar el recuento de las elecciones presidenciales iraníes, pero que
disponen de "elementos de facto" que les genera "preocupación", como es el hecho
de que en "muchas circunscripciones el número de votos emitidos sea superior al
de votantes inscritos".
Por eso, el Grupo de los Ocho (EEUU, Francia, Alemania, Italia, Canadá,
Rusia, Japón y Rusia) y la UE lanzan un "llamamiento" al Gobierno iraní "para
garantizar que la voluntad del pueblo iraní quede reflejada en el resultado" de
unas elecciones que han propiciado numerosas protestas y que han dejado, hasta
el momento, 20 víctimas.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Miliband,
afirmó que hay "una crisis de credibilidad" dentro de Irán sobre el recuento de
los votos de las elecciones presidenciales que dan como ganador a Mahmud
Ahmadineyad, algo que, según el político, queda reflejado en las
manifestaciones.
Por su parte, el subsecretario de Estado estadounidense, William Burns,
reiteró la preocupación de su Ejecutivo por la "violencia injusta" contra los
manifestantes pacíficos en Irán en un momento en el que "un significativo
porcentaje de iraníes siguen teniendo dudas sobre los resultados" de las
elecciones.
Tras su reunión de este viernes, la UE y el G8 invitan a las autoridades
iraníes a que encuentren una solución pacífica y expresan su "solidaridad" con
las víctimas de la violencia y su "preocupación" por la pérdida de vidas
humanas.
Según reconoció Frattini, la cuestión principal que ha centrado la reunión
entre el G8 y la UE sobre Irán ha sido el asunto sobre la proliferación de armas
nucleares.
En este sentido, los representantes de las siete potencias mundiales, más
Rusia y la UE expresaron que siguen apostando por el diálogo con las autoridades
iraníes sobre este asunto, aunque no de un modo "indefinido".
Frattini insistió en que la comunidad internacional ha tendido la mano a Irán
para llevar a cabo este diálogo, pero ahora debe ser Teherán quien recoja el
guante.