o obstante, se prevé menos masiva que las precedentes
citas del 29 de enero, el 19 de febrero y el 1 de mayo, y los paros no serán
generalizados sino puntuales. El punto negro será, como siempre, el transporte,
especialmente el ferroviario. También los sectores de la función pública se
sumarán a los actos de protesta.
Las reivindicaciones siguen estando centradas en un aumento del Salario
Mínimo Interprofesional, el fin de la supresión prevista de puestos en la
Administración, limitar los despidos y el rechazo al trabajo dominical.
Convocada tras la unidad mostrada por los sindicatos el pasado 1 de mayo,
algo insólito en Francia, con la jornada de mañana y la anunciada para el
próximo 13 de junio, las centrales quieren mantener la presión sobre el Gobierno
y el Elíseo.
En todo caso, las protestas serán menos espectaculares que en anteriores
convocatorias, conscientes de la dificultad que supone movilizar a los
trabajadores para que salgan a la calle todos los meses.
Por sectores, los sindicatos de la empresa estatal de ferrocarril (SNCF) han
apelado a la huelga desde las 20.00 horas de hoy martes y la compañía prevé para
mañana el 75% del tráfico de los trenes de alta velocidad (TGV), el 50% de los
regionales (TER) y el 60% de los suburbanos de la región parisina (Transilien).
En la red de transporte de París, el tráfico será casi normal en las líneas
de trenes de cercanías. Mientras, en la función pública, el paro podría notarse
en la Educación y en el servicio de Correos (Poste).