(IAR
Noticias)
07-Abril-09

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Zapatero, en una rueda de prensa durante la
Cumbre de la OTAN. (Foto EFE) |
El ministro de Economía es uno de los que se marchan. Los anuncios oficiales
se harían el martes.
Por
Juan Carlos Algañaraz -
corresponsal en Madrid, Clarín
J osé Luis Rodriguez Zapatero, jaqueado por una visible pérdida de prestigio
de su ejecutivo, ha decidido formalizar una crisis de gobierno que implica la
sustitución de su ministro de Economía, Pedro Solbes. Los cambios en el gabinete
se anunciarían oficialmente este martes, pero el vaivén de nombres
señalaba que la reemplazante de Solbes sería Elena Salgado, ministra de
Administraciones Públicas, quien también pasaría a ocupar la vicepresidencia
económica.
"Ahora vamos a pasar a la ofensiva", proclamó ante Clarín un alto dirigente del
PSOE convencido de que los cambios "eran absolutamente necesarios". Añadió: "Y
puede que haya otros. Hay que esperar al martes o miércoles próximo".
El nombre de Elena Salgado ha resultado toda una sorpresa ya que, aunque tiene
una muy sólida formación académica como ingeniera y economista, no se ha
desempeñado en la función pública con suficiente distinción como para reemplazar
a Pedro Solbes, que fue Comisario económico de la Unión Europea, donde adquirió
un gran prestigio. Salgado es ingeniera industrial por la Universidad
Politécnica de Madrid y licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad
Complutense de Madrid. Es Máster de Gestión por la Escuela de Organización
Industrial. Ocupó altas responsabilidades en el gobierno de Felipe González
desde 1982 hasta 1996 y fue designada Ministra de Sanidad por Rodríguez
Zapatero. En las últimas elecciones fue cabeza de lista de diputados.
Salgado es una personalidad muy respetada en el PSOE y cuenta con la confianza
de Rodríguez Zapatero, como lo demuestra su designación para hacerse cargo de la
gestión económica en medio de una situación gravísima.
Una encuesta del diario Público revela que el Partido Popular supera por 1,5% a
los socialistas en intención de voto mientras se anuncian 4,5 millones de
desocupados para el año que viene.
Abrumado por una muy deteriorada coyuntura económica, Pedro Solbes era el hombre
clave del gabinete de Zapatero cuando armó su gobierno después de ganar las
elecciones de marzo pasado, pero no dejaba de dar señales de que no quería
seguir en medio del torbellino de la crisis que destrozó todos sus planes.
Los últimos datos y augurios sobre la vapuleada coyuntura económica no dan
muchas esperanzas a gobierno. El viernes pasado, el Banco de España indicó que
el indicio de la recuperación se produciría en 2011 y que este año la recesión
alcanzará el 3%, el peor dato desde finales de la Guerra Civil. La consecuencia
más dramática es que el porcentaje de desempleo pasará del 13,9% actual al 19,4%
en 2010, una pesadilla de 4.5 millones de desocupados. Las necesidades de
financiar los crecientes gastos sociales y la caída de la recaudación impositiva
llevarán el déficit público al 8,7%. A mediados del 2008, España preveía un
superávit fiscal del 1,5%, un ejemplo para toda Europa.
Los medios próximos al jefe del ejecutivo han confirmado las noticias de la
reestructuración a varios medios, pero Rodríguez Zapatero -que se encuentra en
Estambul- rechazó comentar el tema. "Veremos si se acierta o no", dijo, lo que
sonó a una confirmación de los cambios.
Un dato importante es que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de
la Vega, permanecerá en su cargo. Zapatero nombraría un tercer vicepresidente,
que sería Manuel Chávez, presidente de Andalucía y quien reemplazaría a Salgado
en el ministerio de Administraciones Públicas que gestiona la política
territorial. José Blanco, número dos del PSOE después de Zapatero, ocuparía el
Ministerio de Fomento encargado de las infraestructuras. Reemplaza a la muy
desprestigiada ministra Magdalena Alvarez.
Horas antes de que se produjeran las versiones de la reestructuración del
gobierno, una encuesta del diario Público otorgaba 40,7% de intenciones de votos
al Partido Popular y 39,2% al PSOE, una diferencia de 1,5%. El sondeo también
demuestra que los escándalos de espionaje y corrupción que comprometen hace dos
meses a personalidades y cargos electos vinculados a los conservadores no han
hecho mella en su caudal electoral. Por primera vez desde que Zapatero llegó al
poder en marzo de 2004, Mariano Rajoy empata con el líder socialista en la
valoración de los dirigentes en 4,4 puntos. Pero la primera posición la gana
Rosa Diez, ex eurodiputada socialista y principal dirigente del partido Unión
Progreso y Democracia que consigue 4,8 puntos.
El estudio demoscópico recoge el importante triunfo que logró el PP, y sobre
todo su líder, Mariano Rajoy, al imponerse en las elecciones regionales gallegas
el pasado primero de marzo. Público, claramente alineado en una posición de
izquierda proclive a los socialistas, comenta que desde enero pasado Zapatero ha
perdido la confianza del 16% de sus votantes ya que el porcentaje ha caído del
73% favorable al líder socialista hasta el actual 57%. Zapatero obtiene un 38,8%
de aprobación a su gestión mientras que Rajoy sólo logra un 26,1%.
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