La decisión será aprobada, salvo sorpresas, el próximo 17 de marzo en la
Asamblea Nacional. Sarkozy la comunicará entonces a sus aliados y será luego
ratificada el 3 de abril durante la cumbre de la OTAN que tendrá lugar en
Estrasburgo y Kehl (Alemania) con motivo del 60 Aniversario de la organización
atlántica.
El mandatario galo justificó la plena integración en la Alianza en el
contexto de las consecuencias de la construcción europea y las nuevas amenazas a
la seguridad que obligan no obstante a mantener los mismos objetivos históricos:
garantizar la seguridad y la influencia de Francia respetando la independencia
del país y su autonomía estratégica.
"¿Qué sería una política de defensa aislada y replegada sobre sí misma?:
Una nueva línea Maginot en contra de los desafíos del mundo moderno", planteó
Sarkozy, que situó los dos pilares de la defensa en la Unión Europea y la
Alianza Atlántica y rechazó como fruto de un "antiamericanismo estéril" la
percepción de que Francia busca debilitar el lazo transatlántico al potenciar la
Europa de la defensa.
Sin dejar en ningún momento de vincular la decisión de regresar a la OTAN
con el refuerzo de la defensa europea, Sarkozy salió también al paso de quienes
--incluso en sus propias filas-- temen quee Francia vea rebajada su
independencia.
Al contrario, Sarkozy cree que la aproximación a la Alianza "ratifica" la
independencia nacional y el alejamiento de la misma, la "limita". Es más, acusó
a quienes argumentan que está en juego la independencia de Francia de "engañar"
a los franceses.
E incluso echó mano de las palabras pronunciadas por el ex presidente
Felipe González el pasado 28 de febrero en la Asamblea Nacional francesa
apoyando la vuelta de Francia a la OTAN. "Felipe González, un gran europeo que
ha llevado a España a la OTAN, lo ha dicho con fuerza hace unos días", recordó.
Para reforzar sus tesis, puso también de relieve los inconvenientes de lo
que calificó de "exclusión voluntaria" de Francia de la estructura atlántica y
mencionó, en primer lugar, que la posición no es entendida por los aliados y
arroja dudas sobre los objetivos del país.
A ello hay que añadir que París no tiene "ningún puesto militar de
responsabilidad", compromete la vida de sus soldados y no participa en el comité
que define objetivos y estrategias. "La OTAN es la única organización
internacional del mundo en la que Francia no busca estar presente e influyente a
pesar de ser miembros fundadores", se lamentó.
Elogios del Secretario General
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, se
felicitó de las declaraciones de Sarkozy y de su opción, un gesto que para el
máximo responsable de la Alianza supone la "culminación" de un constante proceso
de acercamiento de Francia hacia la OTAN desde hace 15 años.
Es también a su juicio un "nuevo impulso" en las relaciones entre Francia
y la Alianza a escasas semanas de la cumbre de la OTAN en la que se tomarán
"decisiones estratégicas" sobre el futuro de la organización. "Francia siempre
ha sido un aliado importante en el seno de la OTAN, su contribución actual a las
operaciones y misiones es crucial", destacó en un comunicado.
Además, su plena participación en todos los procesos de decisión y
planificación civil y militar no puede más que reforzar a la Alianza "todavía
más". "Creo que abrirá nuevas perspectivas para una relación OTAN-UE más sólida,
de más confianza y más complementaria", dijo.
También el alto representante de la Unión Europea para la Política
Exterior y la Seguridad Común (PESC), Javier Solana, cree que la vuelta de
Francia a la OTAN ayudará a superar los nuevos desafíos en materia de seguridad
y contribuirá a dar a la cooperación entre la OTAN y la UE la "eficacia
necesaria" para prevenir y solucionar las crisis del "mundo moderno".
Defensores y detractores
Los defensores de que Francia vuelva a ocupar todo su espacio en el seno
de la Alianza Atlántica esgrimen que se trata de una evolución puramente técnica
gestada desde hace años, pero los detractores hablan, al contrario, de una
decisión política de gran calado que debilita la posición de Francia en el
mundo.
No obstante, la opinión pública francesa parece estar de acuerdo con el
regreso del país al comando integrado de la OTAN, según un sondeo de IFOP-Paris
Match que se publicará mañana, en el que el 58% de los franceses se pronuncia a
favor de volver a la estructura militar tras 43 años de ausencia. El apoyo es
más claro en los simpatizantes de la derecha (el 76% lo apoya) que en los de la
izquierda (52%) y centro (59%).
Guerra Fría
El 4 de marzo de 1966, en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la
Unión Soviética, el general de Gaulle decide abandonar una estructura militar
que considera demasiado vinculada a Washington.
Francia se convierte en una potencia militar y sigue siendo miembro de la
Alianza pero fuera de los comandos militares integrados. No obstante, desde
mediados de los noventa, va regresando poco a poco y Sarkozy confirmó hoy esa
reintegración.