El gobernador de Padang dijo que cuerpos en descomposición se están convirtiendo en un
gran peligro para la salud y los expertos temen que empiecen a surgir casos de
cólera y tétanos. "Hemos enviado de una gran cantidad de desinfectante", dijo.
IAR
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Reuters
Los equipos de rescate y ayuda humanitaria en Padang centran su actividad en
"rociar" la ciudad con desinfectante ante el temor de que se extiendan las
enfermedades, seis días después de que el terremoto hiciese temblar Sumatra. El
control sanitario es ahora una prioridad, después de que el lunes se decidiese
interrumpir la búsqueda de supervivientes ante la poca probabilidad de encontrar
alguno con vida.
Padang, donde se ubicó el epicentro del terremoto que sacudió a Indonesia, es la capital de la provincia de Sumatra.
El objetivo en esta ciudad portuaria de 900.000 habitantes y sus alrededores,
completamente destrozada por el seísmo, es asistir a las miles de personas que
han perdido sus hogares. Aunque la ayuda internacional se ha volcado con la
zona, la escala del desastre, las fuertes lluvias y el deterioro de las
carreteras ha hecho que los materiales enviados se acumulen en algunos puntos
por problemas de distribución, desatando airadas reacciones sobre el terreno.
"He visto imágenes en televisión de cajas apiladas en el aeropuerto con ayuda
que no está llegando a las víctimas. Eso no es justo. En realidad son productos
secundarios, no artículos de primera necesidad como comida y agua", explica
Gamawan Fauzi, gobernador de Sumatra Occidental.
Este lunes, varios corresponsales de la agencia Reuters desplazados en diversas
áreas confirmaron con los habitantes que la ayuda llega a cuentagotas. "Ayer lo
único que tenía para comer era un paquete de pasta precocinada. Todos tenemos
hambre. Escuchamos en la radio cómo la ayuda internacional se está volcando con
el desastre pero, ¿dónde está?", se pregunta Erol, que tiene un bebé de diez
días de vida, en Pasa Dama, una localidad a las afueras de Padang.
El gobernador Fauzi, sin embargo, ha negado que parte de los suministros de
ayuda estuvieran destinándose a manos equivocadas. "La recepción de la ayuda
está controlada por los jefes de cada distrito. Así que sabemos lo que han
recibido. Creo que el riesgo de corrupción es pequeño, pero si alguien es
sorprendido será castigado", agregó Fauzi.
El gobernador dijo que cuerpos en descomposición se están convirtiendo en un
gran peligro para la salud y los expertos temen que empiecen a surgir casos de
cólera y tétanos. "Hemos enviado de una gran cantidad de desinfectante", dijo.
El presidente Susilo Bambang Yudhoyono ha criticado a los funcionarios locales
del área afectada por el terremoto por no centrarse lo suficiente en las
necesidades más urgentes y estar más pendientes de la reconstrucción de los
edificios que de los supervivientes.
"Lo que quiero saber es qué medidas de emergencia se están tomando, tales como
el suministro de alimentos, de electricidad, de combustible y otros aspectos",
dijo Yudhoyono antes de una reunión de gabinete. "En mi opinión creo que
podríamos poner en práctica lo que se ha hecho en Aceh y Nias Yogykarta",
agregó.
Yudhoyono agradeció compañeros nación musulmana de Arabia Saudí la donación de
50 millones de dólares para la reconstrucción de la zona. La ayuda de al menos
16 países y organismos internacionales comenzó a llegar la semana pasada.
Por el momento, la cifra oficial de muertos por el terremoto es de 625 víctimas
mortales y 295 desaparecidos, aunque el ministro de Salud de Indonesia ya ha
anunciado que la cifra podría llegar hasta los 3.000.