am Pov, un cultivador de arroz de la provincia de Battambang, Camboya, está
preocupado que su tierra le sea usurpada por inversores extranjeros.
"He escuchado rumores sobre Kuwait y Qatar. He escuchado que ellos se pueden
quedar con nuestras tierras porque necesitan comida" - dijo el agricultor. "Los
lideres comunitarios todavia no han hablado con nosotros, y no creo que lo hagan
cuando llegue la momento de hacerlo. Esta es una buena oportunidad para que
ellos consigan grandes beneficios y cobren dinero"
El año pasado delegaciones de los países petroleros Kuwait y Qatar visitaron
esta nación empobrecida, con miras a conseguir contratos de arrendamiento de
tierra cultivable para exportar alimentos a sus países - un acto que puede dejar
a muchos Camboyanos sin suficiente comida, según activistas y ONGs.
Kuwait ha ofrecido 546 millones de dólares a Camboya en prestamos para
construir represas y carreteras, mientras que Qatar invertirá 200 millones en
agricultura. A pesar que los gobiernos de estos países no haya anunciado aún lo
que van a ganar con estos acuerdos, ya expresaron públicamente su interés en el
terreno cultivable de Camboya.
"Camboya tiene muchos bosques y tierra cultivable pero ha estado sufriendo
durante años debido a las adquisiciones de tierra por parte del gobierno y de
personas con gran influencia", dijo un activista por los derechos humanos de la
"Comisión Asiática para los Derechos Humanos" (AHRC).
"Dudo que cualquiera de los gobiernos tenga en cuenta, de forma igualitaria,
las decisiones e intereses de los agricultores y campesinos"
Desde 1993 las expulsiones forzosas de campesinos y agricultores han estado
al orden del día. Muchas de estos terrenos han sido utilizados para construir
hoteles y bloques de viviendas. Según Adhoc (Cambodian Human Rights and
Development Association), solamente entre 2006 y 2007, 50.000 personas han sido
expulsadas de sus tierras, para abrir paso a la construcción de este tipo de
proyectos.
Esto se debe principalmente a que los documentos y escrituras sobre el
territorio han sido destruidos entre 1975 y 1979, bajo el régimen de Khmer
Rouge, por lo que no hay registro sobre a quién pertenecían qué tierras. No
obstante, la actual practica de arrendamiento de tierras de cultivo a estados
del Golfo Pérsico, y la velocidad a la que se está llevando a cabo esta
operación, es algo completamente nuevo en la región.
"Los gobiernos de Kuwait y Camboya deben discutir con los campesinos qué
tierras se pueden arrendar, y combinar las nuevas tecnologías agrícolas con las
practicas tradicionales de los campesinos"
El problema de la adquisición de tierras va mucho mas allá de Camboya. En
muchas zonas de Asia se verifican las mismas practicas, así como en Africa.
Según el UFPRI (Internacional Food Policy Research Institute) desde 2006,
alrededor de 15 a 20 millones de hectáreas de terreno cultivable han sido
sujetos a negociaciones y transacciones en estos países. La misma asociación
estima que están en juego cerca de 30 mil millones de dólares.
Desde que los precios empezaron a subir, en 2007 - 2008, la inseguridad
alimentaria ha aumentado, principalmente en países con poca tierra de cultivo
como Kuwait, Qatar, y EAU (Emiratos Árabes Unidos), y estos se han volcado hacia
Asia en busca de tierra cultivable.
China, que tiene que alimentar mas de mil millones de personas, está también
buscando sostener su crecimiento despiadado a cuesta del Sudeste de Asia.
"Tales inversiones no solo desplazaran a pequeños agricultores, al igual que
pasó en Indonesia, sino que tendrán serias consecuencias medioambientales… y
dado que Kuwait está arrendando las tierras, no comprándolas, estos no tendrán
interés en el desarrollo a largo plazo de la tierra que están utilizando", dijo
Amitava Mukherjee, jefe del Centro de Ingeniería y Maquinaria Agrícola de las
Naciones Unidas para Asia y Centro Pacifico.
En las Filipinas, mas propiamente en Kamukhaan, tales efectos han sido
debidamente documentados, según la Comisión Asiática para los Derechos Humanos (AHRC,
según sus siglas en ingles), En este caso, desde que una compañía Filipina se
apoderó de 613 hectáreas del poblado para construir una plantación bananera, en
1981 - para abastecer la compañía Americana "Dole" - cientos de campesinos han
sufrido enfermedades de piel y respiratorias debido al uso de pesticidas.
"Los agricultores perdieron sus tierras de cultivo, sus hijos, sus recursos
naturales, su salud y su futuro" "La soberanía alimentaria y la auto-suficiencia
de los filipinos prácticamente se extinguió "
Solamente este año, en las Filipinas, el Reino de Bahrein se aseguró 10.000
hectáreas para explotación agropecuaria, Qatar 100.000 hectáreas, y una empresa
desconocida de China arrendó 1.24 millones de hectáreas (esta transacción no
está aún finalizada), de acuerdo con un informe de abril de IFPRI.
Tales acuerdos son muchas veces firmados en secreto, impidiendo así que los
grupos civiles defiendan los derechos de los agricultores locales
En Myanmar, compañías Chinas han expulsado a agricultores de sus tierras de
cultivo para cultivar una planta de aceite, según informa una ONG Alemana (Wel
Hunger Hilfe)
Los agricultores ya tienen que enfrentarse a los cambios climáticos que
amenazan su seguridad alimentaria, pero ahora su ultima fuente de alimentación
les ha sido quitada por el propio gobierno, dijo esta misma ONG