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bombardeo tuvo lugar este martes en el distrito de Shahrak, con el
objetivo de acabar con la vida de un dirigente talibán, el mulá
Mustafá, quien sin embargo parece haber sobrevivido pese a que las tropas lo
dieron por muerto tras la acción armada.
"Algunas personas acudieron a las tropas de Estados Unidos y les
dieron falsa información, y entonces bombardearon nuestra zona. No
estoy herido", declaró hoy el propio Mustafá en conversación telefónica con la
agencia afgana de noticias Quqnoos.
En un primer comunicado, el mando militar de EEUU en el país
reivindicó la muerte de Mustafá y de 16 ayudantes, aunque hoy divulgó
una nueva nota asegurando que "informaciones creíbles" apuntaban a que el
supuesto líder talibán había sobrevivido.
"Mustafá es un enemigo de Afganistán, y estamos trabajando junto a
funcionarios afganos para perseguirle hasta que sea capturado o se confirme su
muerte", aseguró en esa segunda nota una portavoz de las tropas, Christine
Sidenstricker.
El martes, los servicios de inteligencia detectaron que Mustafá salía de su
refugio en un vehículo hasta llegar a un área donde se reunió con muchos
supuestos insurgentes, un momento que aprovechó el mando militar para ordenar
un bombardeo aéreo.
La fuente policial, que pidió el anonimato, aseguró que el ataque
afectó a un camión en el que se encontraban varios niños, entre ellos
un hijo de 6 años y un hermano de 10 del Mulá Mustafá, ambos fallecidos, según
el supuesto líder talibán.
El mando militar estadounidense dijo haberse asegurado de que no había
civiles presentes antes de bombardear la zona y acabar con las vidas de los
insurgentes, aunque hoy reconoció que existen "informaciones no sustanciadas"
sobre bajas de civiles.
"Aunque la revisión del espionaje y la vigilancia refuerza los apuntes
iniciales de que todos los muertos en el bombardeo eran objetivos enemigos
legítimos, las fuerzas de la Coalición trabajan con sus socios afganos para
examinar los hechos", indicó la nota.
El mando militar considera a Mustafá responsable de ataques en la principal
carretera que recorre las áreas fronterizas de Ghor con la colindante
provincia de Herat, donde se halla desplegado parte del contingente
español en Afganistán.
Pero en su conversación con Quqnoos, Mustafá aseguró que "nunca ha estado
en oposición del Gobierno (afgano)", y advirtió a las tropas internacionales
de que las víctimas civiles llevan a la población civil a apoyar a los
insurgentes talibanes.
Según el mando militar de EEUU, Mustafá comanda una fuerza de 100
combatientes y mantiene supuestamente relaciones con miembros de la cúpula
talibán y también con la Fuerza Quds, del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria
Islámica iraní.
Estados Unidos acusó este año a Irán en un informe oficial de ser el
"Estado patrocinador del terrorismo más significativo", y en
particular a la Fuerza Quds de apoyar de forma clandestina a grupos
terroristas e islámicos militantes en el exterior.
La insurgencia talibán realiza frecuentes ataques contra las fuerzas de
seguridad afganas y las tropas internacionales, con el objetivo de expulsar a
los soldados extranjeros y derrocar al Gobierno.
Cada año mueren víctimas de la violencia que asuela el país varios miles de
personas, y las muertes de civiles han sido de hecho uno de los principales
motivos de discordia entre las tropas extranjeras y el Gobierno afgano, que
las considera "inaceptables".
Según datos de la ONU, 2.118 civiles perdieron la vida en 2008,
el año más sangriento desde que los talibanes fueron desalojados del poder en
2001.
Un 55% de ellos (1.160 personas) perdieron la vida en acciones atribuidas a
los talibanes, mientras que el Ejército afgano y las tropas internacionales
fueron responsables de la muerte de 828 personas (un 39%), según esos datos.