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Rahm Emanuel junto a Obama |
Como objetivo estratégico
permanente, el lobby sionista judío orienta sus acciones a imponer la agenda
militar y los intereses políticos y geopolíticos del gobierno y el Estado de
Israel en la política exterior de EEUU, valiéndose de funcionarios y lobbystas
que operan sobre las estructuras del Estado norteamericano.
Actualmente, el poder lobbysta que
controla con Bush y Cheney la Casa Blanca, representa las tendencias extremas
del sionismo conservador y militarista, bajo cuyo mandato se desarrollaron la
"guerra contraterrorista" y las invasiones a Irak y Afganistán que inauguraron
una nueva era de conquista de mercados.
Mediante la designada secretaria de
Estado, Hillary Clinton, el jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, el
jefe del Pentágono, Robert Gates, y el encargado de la política de Medio
Oriente, Dennis Ross, además del vicepresidente Joe Biden, la
estructura de poder del lobby sionista (que controla la Casa Blanca y el
Congreso) y las principales organizaciones judías norteamericanas que
"construyeron" a Obama se aseguran que la línea militarista de la política
israelí seguirá primando en relación al conflicto con Irán.
Esta trilogía, a su vez, es una
extensión en el tiempo de la compuesta por Samuel Berger, William Cohen y
Madeleine Albright, durante la administración de Bill Clinton, cuyos
funcionarios hoy son mayoría en el gabinete de Obama.
Los demócratas Samuel Berger, William
Cohen y Madeleine Albright cumplieron, durante la administración de Bill
Clinton, las mismas funciones para el lobby judío liberal que cumplieron los republicanos Dick Cheney, Donald Rumsfeld y Condoleezza
Rice en la administración Bush.
Berger (Seguridad), Cohen (Defensa) y
Albright (Departamento de Estado), conformó una trilogía del mismo lobby
sionista "liberal" que hoy controla a Obama, fueron los articuladores de
los bombardeos a la ex Yugoslavia y de las masacres aéreas "preventivas" sobre
Irak antes de la invasión.
En el presente, Hillary Clinton, Dennis Ross y Rahm
Emanuel, son los operadores activos de la línea ultrasionista que plantea el ataque
a Irán y la "solución militar" en Gaza como forma de "protección" al
Estado de Israel.
El nombramiento de la esposa de Bill Clinton al frente del
cuerpo diplomático estadounidense (cargo que hoy ocupa la halcona negra,
Condoleezza Rice) fue comentado por analistas y medios estadounidenses como una
continuidad de la línea dura contra Irán y el "terrorismo" sostenida por
la actual administración, en las antípodas de la línea "negociadora" propuesta por Obama durante la campaña.
Conocedores del perfil de Hillary señalaban, en algunas cadenas estadounidenses,
que la actual senadora, de acceder al cargo, podría reforzar las posiciones
bélicas en torno al programa nuclear iraní o a la guerra "antiterrorista"
(justificativo utilizado para la conquista armada de países y mercados) que EEUU
viene desarrollando tras el 11-S en Irak, Afganistán y en distintos frentes del
planeta.
En abril pasado, en
declaraciones televisivas, durante las primarias donde disputaba la nominación
demócrata frente a su rival Barack Obama, Hillary Clinton prometió que si asumía
la presidencia de EEUU destruiría por completo a Irán en el caso de que la
nación islámica realizara un ataque nuclear a Israel.
"Quiero
que los iraníes sepan que si asumo el cargo de presidenta, asestaremos un golpe
contra Irán. Si ellos (los iraníes) pueden hacer tonterías y pensar en un ataque
a Israel, en los próximos diez años estaremos en condiciones de destruirles por
completo", señaló Clinton en una entrevista dada a la cadena estadounidense
ABC.
En el control de la política de Medio Oriente fue designado Dennis Ross, un sionista de línea dura
adherente a las políticas ultra-militaristas de Israel, que sostiene la tesis de un
ataque armado preventivo contra las instalaciones nucleares y militares iraníes
como única vía para preservar la existencia del Estado judío.
La designación de Ross por Obama
garantiza que la política de EEUU en
Oriente Medio continuará estando subordinada a los intereses del Estado de
Israel y a sus intereses geopolíticos y estratégicos en la región.
Según James Petras: "Ross es el
personaje sionista crucial en el entorno de Obama y su nombramiento es la
garantía con que cuentan los 52 Presidentes de las Organizaciones Judías
Americanas Más Importantes (PMAJO) de que el régimen de Obama seguirá y apoyará
con armas estadounidenses y con dinero de los contribuyentes estadounidenses
todos los crímenes de guerra, ataques o invasiones israelíes contra sus vecinos
regionales árabes o de lengua farsi".
Por su parte el designado jefe de
Gabinete, Rahm Emanuel, además de ex
funcionario de Bill Clinton, es actual congresista por Illinois, es el vínculo activo con las
organizaciones sionistas que alimentan las arcas del Partido demócrata.
El de Emanuel, actual jefe y
"cerebro" de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes de EEUU,
apodado "Rhambo" por sus posturas belicistas pro-Israel en el Capitolio,
muestra claramente -según coinciden la mayoría de los analistas del mundo árabe-
la continuidad de las políticas de los halcones neocon hacia Irán y el Medio
Oriente.
Antes de su nombramiento, "Rahmbo"
lideraba (en carácter de "hombre fuerte") el lobby parlamentario demócrata,
integrado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el
jefe de la mayoría del Senado Harry Reid (elogiado por el lobby judío por su
apoyo incondicional a Israel durante toda su vida).
En el Congreso Emanuel se destacó por
sostener la línea dura pro-Israel sistemático, incluso más fuerte que la del
actual presidente Bush.
En junio de 2003, por ejemplo, firmó
una carta criticando a Bush por no apoyar lo suficiente a Israel. "Estamos
profundamente consternados al escuchar sus críticas a Israel por luchar contra
actos de terrorismo", escribieron Emanuel y otros 33 demócratas sionistas a Bush.
La misiva sostenía que la política
israelí de asesinar a dirigentes políticos palestinos "estaba claramente
justificada como una aplicación del derecho de Israel a defenderse.
Para la prensa israelí, el
nombramiento de Rahm Emanuel como funcionario clave de la Casa Blanca fue motivo
de alborozo.
"Nuestro hombre en la Casa
Blanca", llamó el diario Yediot Ahronot, el de mayor tirada de
Israel, a Rahm Emanuel, el elegido por Barack Obama para ocupar la Jefatura de
Gabinete de su futuro gobierno.
"Rahmbo
toma Washington", tituló alborozado el Jerusalem Post, resaltando que
Emanuel nació en Chicago, hijo de un inmigrante israelí y una judía
estadounidense.
El "hombre clave del Presidente" es
apenas una denominación que se queda corta en el caso del rol que va a jugar Rahm Emanuel, el israelí nacionalizado que va a conducir la estratégica jefatura
de gabinete de la Casa Blanca en el gobierno que va presidir Barack Obama a
partir del 20 de Enero.
El "agente de Israel", como lo llaman
en Irán y Palestina, va a gozar de poder e influencia ilimitada en el primer
nivel de decisión del poder norteamericano.
Su presencia
como jefe de gabinete de la Casa Blanca implicaría dos situaciones: A) El lobby
liberal controlará en forma directa todos los movimientos de Obama, B) Bill
Clinton influenciará el centro hegemónico de las decisiones en la Casa Blanca.