La permanencia de Rusia en el control militar de Georgia y del Càucaso, y la
firma el miércoles de un acuerdo entre Polonia y EEUU para la instalación
de un sistema antimisiles que amenaza la seguridad rusa, impulsaron una
profundización del conflicto que ya
saltó del plano diplomático a una
"militarización" creciente de la crisis que se agrava con el correr de las
horas.
La
creciente tensión que se registró entre EEUU y Rusia durante el jueves, hizo que
el petróleo trepara a ambos lados del Atlántico US$ 5,62, alcanzando los US$
121,18, mientras que el barril de Brent subió US$ 65,80 llegando a los US$
120,16 el barril.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex),
el contrato del West Texas Intermediate (designación del "light sweet crude"
negociado en EEUU) para entrega en octubre, en su primer día de cotización,
cerró a 121,18 dólares el barril, en alza de Us$ 5,62 en relación al cierre del
miércoles.
El barril de crudo había subido en sesión US$ 6,48, a US$ 122,04, su nivel
más alto desde el 4 de agosto.
Si bien se mantiene a más de US$ 26
de su récord del 11 de julio (US$ 147,27), el barril de petróleo está 74% más
caro que un año atrás, reporta AFP.
En Londres, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en octubre ganó
5,80 dólares, a 120,16.
"La posibilidad de un conflicto entre Rusia y Occidente inquieta a los
inversores", explicó a Reuters Ellis Eckland, analista independiente con
oficinas en Chicago (Illinois, norte).
Este aumento se produce un día después de saberse que las reservas semanales de
crudo aumentaron en 9,4 millones de barriles, mientras que los inventarios de
gasolina experimentaron un descenso de 6,2 millones.
Además, como un efecto dominó encadenado, las bolsas de todo el mundo siguieron
derrumbándose este jueves ante la ola de rumores que alertaban sobre el "rojo" de
los principales bancos y firmas hipotecarias de EEUU y un agravamiento del
cuadro inflacionario que incrementa el riesgo que enfrenta la primera economía
mundial.
El euro, por su parte, subió frente al dólar hasta US$ 1,48, ante la escalada del
precio del crudo y las malas noticias económicas provenientes de EEUU.
Goldman Sachs, el banco de inversión más influyente en el mercado de
materias primas, vaticinó nuevamente el miércoles que el precio del petróleo alcanzaría
US$ 147
el barril a fines del 2008.
"Aunque la reciente correlación de los precios del petróleo y el dólar es clara,
es importante enfatizar que cada uno de estos activos son impulsados por
múltiples y variados factores (...) o, dicho de otro modo, hay más petróleo que
dólares estadounidenses y viceversa", señaló Goldman Sachs en un informe.
El precio del petróleo ha caído más de un 20 por ciento desde un máximo
histórico de más de US$ 147 el barril marcado en julio, en parte debido a
que la debilidad del dólar impulsó a inversores a entrar al mercado de crudo y
de materias primas como una cobertura contra riesgos inflacionarios.
Las caídas en los mercados internacionales comenzaron
el lunes con los
rumores acerca de previsibles pérdidas millonarias del banco de inversión Lehman Brothers y la falta de confianza
en los gigantes hipotecarios Freddie
Mac y Fannie Marc cuya situación ha tocado fondo.
La incertidumbre sobre las dos
mayores sociedades hipotecarias de EEUU, Fannie Mae y Freddie Mac, se
agravó por los rumores de un posible plan de emergencia para salvarlas,
algo que sólo serviría para prorrogar la agonía, según el ex economista jefe del
Fondo Monetario Internacional Kenneth Rogoff.
A esto sea agrega que la
Reserva Federal de EEUU como el Banco Central Europeo admitieron en sus últimos
informes que las
economías de Europa y de Estados Unidos pararon de crecer, y la desaceleración
se acentúa de la mano de la baja del consumo y la suba de los alimentos y la
energía.
Además, de EEUU,
Francia a Alemania, pasando por Italia o España, los últimos datos
macroeconómicos (inflación, crecimiento económico, productividad) son
contundentes: La eurozona ya traspuso la línea y se encuentra en los límites
de la recesión que alcanzaría plenamente con otros dos trimestres
consecutivos de crecimiento negativo como pronostica el BCE.